martes, noviembre 25, 2014

¿Dios o el hombre?

clip_image002¿Dios o el hombre?

Por Dr. James Montgomery Boice

De éstos también profetizó Enoc, en la séptima generación desde Adán- Judas 14.

Judas nos dice que Enoc era un predicador que vivía en el momento antes del Diluvio y que predicó contra la impiedad de su generación. Enoc tenía un mensaje de juicio que se centró en la impiedad de sus contemporáneos. El texto usa la palabra impíos cuatro veces. Fue un mensaje de verdad, ya que era una cultura particularmente mala, pero el mensaje era también impopular.

Génesis cuenta el secreto del éxito de Enoc en un momento tan triste. Génesis 5:24 dice: Caminó, pues, Enoc con Dios.” Esta fue una época en la que casi nadie más estaba caminando con Dios. Ciertamente, sus primos impíos (Irad, Mehujael, Metusael, Lamec y sus hijos), de los cuales leemos en Génesis 4, no lo estaban. Al igual que José, Enoc vivió en un tiempo y lugar cuando el pecado estaba ascendiendo. La gente, sin duda, estaban diciendo, “¿Por qué debería separarme? ¿Por qué debes pensar que eres mejor que los demás? ¡Bájate de tu pedestal! ¡Haz lo que todos hacen!” Enoc no cedió a ese argumento porque él estaba caminando con Dios, y este fue el factor más importante en su vida. Mientras caminaba con Dios, bien no todo el mundo estaba pecando. Mientras él defendía la justicia otros podrían defender la justicia también. Hebreos 11: 5 añade: "Por la fe Enoc fue sacado de este mundo, para que él no experimentó la muerte; que no se pudo encontrar, porque Dios se lo había llevado. Y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios ".

¡Enoc agradó a Dios! Mientras usted y yo estamos en este mundo, debemos servir a Dios en primer lugar y esperar que al agradarle y recibir sus bendiciones también agradar a los hombres y mujeres, y encontremos su favor. Para la mayoría de nosotros esto es la historia de toda una vida. Pero observemos que hay momentos en que no es posible servir o agradar a Dios y al hombre. Cuando eso sucede, tenemos que tener claro en nuestras mentes que hemos de agradar a Dios en primer lugar y luego en realidad elegirlo a él, sin importar las consecuencias. Sin duda, Enoc fue despreciado por sus contemporáneos; fue sin duda ridiculizado. Pero él representaba a Dios y fue reivindicado a su debido tiempo. Necesitamos una generación de hombres y mujeres así hoy. Necesitamos cristianos que sirvan a la humanidad, así como sirven a Jesús, pero que sirvan a Jesús por encima de todo y escuche su elogio: “Bien, siervo bueno y fiel; en lo poco fuiste fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.”(Mateo 25:23).

Extracto de Sermón adaptado de: Boice, James Montgomery (2011-09-01). Come to the Waters: Daily Bible Devotions for Spiritual Refreshment (Kindle Locations 9585-9605). Baker Book Group.

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