viernes, septiembre 17, 2010

Una Filosofía Bíblica de ministerio

Una Filosofía Bíblica de ministerio

Henry Tolopilo

Pastor, Ministerio Hispano

INTRODUCCION

Si vamos a ser líderes fieles, debemos de trabajar diligentemente para desarrollar una filosofía de

ministerio que es básicamente tanto estratégica como bíblica. Este seminario presentará los puntos de una filosofía de ministerio eficaz.

En relación con este objetivo, es apropiado considerar las siguientes preguntas:

• ¿Qué debería impulsar a un ministerio en particular?

• ¿Existen diferentes formas que se pueden adoptar para tener un ministerio efectivo?

• ¿Cómo determina lo que debería de hacer?

• ¿Cómo desarrolla un ministerio que es bíblicamente exitoso?

I. DEFINICION DE UNA FILOSOFIA BIBLICA DE MINISTERIO

¿Qué es una filosofía de ministerio y por qué es tan importante definirla claramente?

A. DEFINICION GENERAL

Una filosofía de ministerio es un conjunto de principios inalterables que determinan como va a funcionar el ministerio. En pocas palabras, su filosofía de ministerio define el por qué de lo que hace.

B. DEFINICION ESPECIFICA

Una filosofía bíblica de ministerio es un conjunto de principios bíblicos NO NEGOCIABLES que guían todas las elecciones y decisiones en su ministerio.

La filosofía de ministerio debe de ser obtenida de una investigación cuidadosa de la enseñanza explícita de las Escrituras y de las metologías implícitas que pueden ser obtenidas observando como era el ministerio en la iglesia primitiva. Por supuesto, ninguna discusión de las enseñanzas de las Escrituras, tanto explícitas como implícitas, puede llevarse a cabo fuera del apropiado control exegético y hermeneútico.

Cuando se es capáz de definir la filosofía de ministerio de esta crucial manera, usted no sólo sabrá por qué hace lo que está haciendo, sino también cómo hacerlo.

II. LOS BENEFICIOS DE UNA FILOSOFIA DE MINISTERIO

A. Desarrolla una unidad de dirección.

Una vez que su filosofía de ministerio ha sido firmemente establecida, esta se filtra en el resto de la congregación para elaborar un enfoque consecuente a la hora de ministrar. También funciona para impulsar la constante comunicación del propósito y la dirección global.

B. Le obliga a determinar sus objetivos mes a mes y año a año con un firme entendimiento bíblico global del ministerio en mente.

III. EL DESARROLLO DE UNA FILOSOFIA DE MINISTERIO

Todo el mundo tiene una filosofía de ministerio, ya sea que se perciba o entienda, esté claramente definida, o sea bíblicamente consecuente o no. ¿Cómo se desarrolla una filosofía de ministerio?

A. EL PLANTEAMIENTO INAPROPIADO

1. Comenzar por el enfoque en los programas

a. Intentar duplicar un “programa modelo”.

Problema: Esto conducirá a la frustración y el fracaso, porque la manera específica en que Dios elige trabajar varía en cada situación dependiendo de la naturaleza y necesi- dades de la gente, y la singularidad de cada caso.

b. Seguir con un programa existente (es decir, hacemos lo que hacemos porque siempre lo hemos hecho así, o porque funcionó una vez).

Problema: Esto llevará a la frustración y el fracaso porque las personas y sus necesidades cambian constantemente.

2. Comenzar por el enfoque en las necesidades.

a. Preguntar a la gente lo que quiere.

Problema: Cuando se enfoca en las necesidades sentidas, siempre se acabará con un programa supercial y socialmente orientado.

b. Buscar atraer a la gente por medio de agradarles.

Problema: Cuando se enfoca en las necesidades sentidas, siempre

se tendrá un ministerio centrado en el hombre en lugar de en Dios.

3. Comenzar por el estableciendo de metas

a. Establecer metas para alcanzar el “éxito”.

Problema: Cuando se comienza por el establecimiento de metas, estas siempre se ajustarán a su visión del exito, ya

sea correcta o equivocada. Esto puede llevar a confun- dir tamaño con éxito, es decir, grande es mejor.

b. Establecer metas basadas en las evaluaciones incorrectas de la congregación.

Problema: Cuando las metas no están basadas en necesidades

“reales”, aunque estas puedan ser realizables, siempre conducirán a un cristianismo superficial.

B. EL PLANTEAMIENTO APROPIADO

EL MINISTERIO DEBE DE ESTAR BASADO EN UN FUNDAMENTO BIBLICO CORRECTO. ESTE FUNDAMENTO (FILOSOFIA) PROVEE EL MARCO EN EL QUE PUEDE SER EVALUADO TODO LO QUE UNO HACE.

LOS ELEMENTOS DE UN FUNDAMENTO BIBLICO:

1. Un concepto alto de Dios

a. Dios es santo y justo (y otras perfecciones).

b. Debemos de buscar el expresar sus atributos comunicables.

e.g. …por lo tanto debemos de ser santos (santificación práctica). NOTA: EL FRACASO DE NO TENER UN ALTO CONCEPTO DE

DIOS CONDUCE A:

• La tolerancia del pecado.

• Centrarse en el hombre, evidenciado en la enseñanza y los programas.

RESULTADO: La iglesia refleja un ministerio centrado en el hombre que intenta agradar a los iguales, por encima de glorificar a Dios.

Preguntas a considerar:

• ¿Mi enseñanza se centra en promover la santidad de

Dios o la comodidad del hombre?

• ¿Practica nuestra iglesia la disciplina bíblica (Mateo

18)?

• ¿Tiene la gente reverencia hacia el carácter de Dios?

• ¿Comprometemos la verdad para agradar a las personas o mantener el status quo?

EL COMPROMISO A UN ALTO CONCEPTO DE DIOS NOS LLEVARA A

VER SU PALABRA COMO LA PERFECTA GUÍA PARA NUESTRAS VIDAS...

2. La afirmación de la palabra de Dios.

a. Inspiración— inspiración verbal y plena (2 Tim. 3:16; 2 Pe. 1:20-21).

Es “espirada” por Dios.

b. Infalible—No contiene ningún error. Dios comunicó la verdad a los individuos divinamente escogidos. Y lo que ellos escribieron no se desvió de la formulación original de la verdad de la manera que existía en la mente de Dios (Sal. 19).

c. Autoridad—en pocas palabras: ¡Debo hacer lo que dice! (Sal. 119).

Si tenemos una filosofía bíblica de ministerio, esta debe de buscar su única autoridad en la palabra de Dios. Como John MacArthur ha escrito:

La segunda verdad no negociable que forma el esqueleto de la iglesia es la absoluta autoridad de las Escrituras. La Biblia está constantemente bajo ataque, incluso desde dentro de la iglesia… La Biblia está siendo atacada abiertamente.

En mi opinión, creo que los Carismáticos atacan la Biblia cuando le añaden sus visiones y revelaciones. Es un ataque sutil y a menudo no intencionado, pero de todas maneras es un ataque. Ellos dicen que Jesus les dijo esto y que Dios les dijo aquello. Están minando la Biblia cuando no la consideran la única autoridad. Aquellos que creen que Dios regularmente habla a través de mensajes especiales a cristianos individualmente trivializan Su Palabra. Dios se revela principalmente a través de las páginas de las Escrituras, y esta revelación escrita debe de ser mantenida como la absoluta autoridad…

Uno de los peores asaltos a la Palabra de Dios viene de parte de gente que dice que cree la Biblia pero no saben lo que esta enseña. Este es la clase de ataque más sutil. La gente a lo largo del mundo dice creer la Biblia de principio a fin pero no conocen ni un párrafo de ella. ¿Cómo pueden creer en lo que no conocen?

Jesús dijo, ”No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra

que sale de la boca de Dios” (Mat. 4:4). Si somos alimentados por toda palabra que sale de la boca de Dios, debemos estudiar cada palabra. (The Master's Plan for the Church [Chicago: Moody, 1991], pp. 26-27)

d. Suficiencia—(2 Pe. 1:3-4; Sal. 19; 2 Tim. 3:17; Heb. 4:12).

La creencia en la suficiencia de las Escrituras prohibe cualquier intento de integrarla con psicología o filosofías mundanas.

e. Relevante—Es totalmente relevante para cada situación (Sal. 19;2 Tim.

3:17; Sal. 119:105; Isa. 40:8).

Puede no darnos una respuesta explícita para cada problema específico, pero siempre nos da los principios por los cuales podemos, por medio de la obediencia, glorificar a Dios.

NOTA: El fracaso de no reconocer la inspiración, infalibilidad, autoridad, suficiencia, y relevancia de la Palabra lleva a:

• Buscar la comodidad en lugar de la obediencia

• La experiencia personal como autoridad en lugar de la Palabra de Dios.

• El pensamiento contemporaneo como la guía para la vida en lugar de los principios de la verdad divina.

RESULTADO: La iglesia produce gente que persigue sus propios deseos basados en estándares impíos.

El resultado de este esencial componente, una perspectiva correcta de las Escrituras, será el compromiso con la enseñanza de la sana doctrina, y por lo tanto como los cristiannos deben de cambiar y crecer. De nuevo, MacArthur afirma:

Si se tiene un alto concepto de Dios y se está comprometido con El, uno se debe de adherir a lo que su Palabra enseña. Las enseñanzas de la Palabra de Dios confeccionan una doctrina sólida .

Hoy en día, muchos cristianos tienen una doctrina vaga. Muchos pastores ofrecen “sermonitos para cristianitos"—sermones cortos que son agradables e interesantes. Algunas veces, estos sermones le pueden hacer sentir bien, triste o emocionado. Pero rara vez escuchamos la enseñanza o discusión de la doctrina. Muy pocos predicadores explican la verdad acerca de Dios, la vida, la muerte, el cielo, el infierno, el hombre, el pecado, Cristo, los

ángeles, el Espíritu Santo, la posición del creyente, la carne, o el mundo. Necesitamos verdades a las que agarrarnos. Necesitamos leer un texto, descubrir lo que dice y significa, sacar la verdad divina y plantar esa verdad en la mente de la gente por medio de repetirla…El caso es que la gente necesita una doctrina sólida en la que puedan cimentar sus vidas. (The Master's Plan for the Church [Chicago: Moody, 1991], p. 27).

Preguntas a considerar:

• ¿Se somete su gente con buena disposición y humildad a la autoridad de la Palabra?

• ¿Se ajustan las vidas de su gente a la Palabra?

• ¿Está enseñando la Palabra de tal manera que la gente puede aplicarla en sus vidas?

• ¿Va a la Palabra de Dios para encontrar las respuestas a los problemas de la gente?

LA ASEVERACIÓN DE LA PALABRA DE DIOS ES LA BASE DE UNA VISION BIBLICA DE LA HUMANIDAD...

3. Una antropología correcta.

a. La humanidad está totalmente depravada.

• No puede hacer nada bueno por si mismo (Rom. 3:10-18).

• Su corazón es engañosamente malvado (Jer. 17:9-10).

• Su objetivo continuo en la vida es únicamente egoísta y malvado

(Gen. 6:5).

b. El hombre fue creado para glorificar a Dios, pero por causa de su pecado, busca glorificarse a si mismo (Rom. 3:23).

NOTA: El pecador está alejado de Dios, y como resultado, buscará la satisfacción en el sistema malvado del mundo (1 John 2:15-17). Las implicaciones son preocupantes:

• Cristo no será visto como la única solución a las necesidades del hombre.

• Se proveerán substitutos que prometen la satisfacción y un mejor concepto de uno mismo.

 

Se tratarán las necesidades “sentidas” en lugar de las reales.

RESULTADO:

 

La iglesia produce gente que toma decisiones para resolver los

   

problemas de su vida basadas en lo que ellos creen que cubrirá de

   

una manera práctica sus necesidades percibidas.

Preguntas a considerar:

• ¿Es el objetivo de su enseñanza el confrontar el pecado

y ver a Dios cambiar vidas, o agradar a gente y hacerles sentirse bien acerca de ellos mimos?

• ¿Son su gente más semejantes a Cristo hoy que hace un un año? ¿ Pueden medir su progreso espiritual?

• ¿Está viviendo una vida de total dependencia en Dios como modelo para su gente?

EL CONOCER ESTO NOS PERMITE FORMULAR UN MINISTERIO QUE BUSCA CUBRIR LAS NECESIDADES REALES, NO UNICAMENTE LAS PERCIBIDAS. POR LO TANTO, EL OBJETIVO DE TODO MINISTERIO VERDADERO ES GUIAR A LA GENTE A UNA RELACION MAS PROFUNDA CON DIOS POR MEDIO DE LA OBEDIENCIA A SU PALABRA.

UN CONCEPTO ADECUADO DEL HOMBRE NOS PERMITE ENTENDER CORRECTAMENTE EL PROPOSITO DE LA IGLESIA…

4. Un entendimiento correcto del propósito de la Iglesia.

a. La Iglesia existe para alabar y glorificar a Dios (1 Cor. 10:31; Heb. 13:15).

b. La Iglesia existe para ser un recipiente de la verdad divina (1 Tim. 3:15).

c. La Iglesia existe para proveer un contexto de comunión cariñosa los unos con los otros con el propósito de la edificación mutua (Efe. 3:16-19; 4:12-

16).

d. La Iglesia existe como centro de entrenamiento, por medio del cual la gente puede crecer, a través de la aplicación de la enseñanza y el uso de sus dones espirituales (1 Cor. 12-14; Rom. 12; Efe. 4).

e. La Iglesia existe para ser luz en medio de un mundo en tinieblas, para la evangelización de los elegidos de Dios (Mat. 5:13-16; 28:19-20; Tito 2:11-

15).

NOTA: El fracaso de no entender el propósito de la iglesia correctamente lleva a un ministerio superficial y falso, que resulta en disensión, siendo glorificado el “éxito de los programas” en lugar de Dios. La

gente llega a ser espectadores pasivos en lugar de participantes activos. Lo cual fuerza al liderazgo a hacer de todo para mantener los programas en funcionamiento.

RESULTADO: La Iglesia se convierte en una organización, dirigida por hombres y programas, en lugar de ser un organismo de cristianos comprometidos capacitados por el Espíritu de Dios.

Preguntas a considerar:

• ¿Cómo definiría un “ministerio exitoso”?

• ¿Se encuentra usted atrapado en "la tiranía de lo urgente?"

• ¿Ha descubierto que dedica la mayoría de su tiempo a “apagar incendios”?

• ¿Está siendo su gente equipada y motivada a ejercitar sus dones espirituales?

• ¿Gira la estructura de su ministerio entorno al mante-

nimiento de programas o a edificar el caracter en las vidas de su gente?

UNA PERCEPCIÓN ADECUADA DEL PROPOSITO DE LA IGLESIA NOS AYUDA A ENTENDER CORRECTAMENTE LA IMPORTANCIA DEL LIDERAZGO BIBLICO...

5. Un liderazgo piadoso y cualificado.

Esto es:

a. Los líderes deben de reflejar el carácter de Cristo para ser modelos para la congregación (1 Tes. 2:4-12; 1 Tim. 3:1-13; Tit. 1:5-9; 1 Pe. 5:1-5).

b. Los líderes deben de preparar adeduadamente a su gente para la obra del ministerio (Efe. 4:12).

c. Los líderes deben de proveerles de oportunidades variadas para hacer esta obra (Heb. 10:24-25).

NOTA:

• El fracaso de no entender correctamente el liderazgo

bíblico lleva a un discipulado que no es bíblico, que modela y distorsiona las prioridades ministeriales.

• La falta de prioridades bíblicas lleva al ministerio al pecado, con un enfoque en las habilidades en lugar del

carácter piadoso. Esto puede llevar a pecados que descalifican.

• La falta de la adecuada preparación para la tarea con- duce a la frustración, la cual puede producir a menudo un cambio del liderazgo laico.

• La falta de una preparación adecuada lleva al fracaso

de reproducirse en el ministerio, lo cual resulta en unos pocos "fieles" haciendo todo el trabajo.

CONCLUSION

Una filosofía de ministerio bien articulada, es decir bíblica, es vital para “realizar el ministerio de

la manera que Dios quiere”. Es crucial que esta filosofía de ministerio sea el filtro a través del cual pasen todas las decisiones de su ministerio.

Desarróllela…absórbala…vívala…y enséñela a su gente.

Declaración de propósito de Grace Community Church:

GLORIFICAR A DIOS Y EXTENDER SU REINO VIVIENDO Y PROCLAMANDO SU VERDAD EN EL MUNDO.

La Palabra de Dios a Los Jóvenes

La Palabra de Dios a Los Jóvenes
Martes, 14 de septiembre 2010

Tómese un momento para andar con el joven común para ver qué puede encontrar durante un día típico. A medida que visitas su página principal de Internet, sus ojos son asaltados con imágenes de celebridades a medio vestir, desfilando el pecado de un estilo de vida independiente, e inmoral. El DJ de la estación de radio local le acompaña en el camino a la escuela. Por lo general es alguien con un sentido del humor burdo, llenando su mente con letras de canciones contemporáneas que promueven el camino de la locura. A lo largo de la carretera, está expuesto a las vallas publicitarias y publicidad diseñada para despertar la lujuria y crear descontento. Cualquier tiempo que pase en el mundo del entretenimiento representa una forma muy realista de fantasía. Los programas de televisión y películas típicas glorifican la vida misteriosa y estimulante de los rebeldes –que es desafiante y divertido, violento y sexual, rico y juguetón... y absolutamente mundano (pero no importa las consecuencias).

¿Capta la idea? Antes de que muchos adolescentes lleguen a la escuela, sus mentes ya están pensando los mensajes de todas las imágenes que han visto y las voces que han oído. Y eso es antes de las ocho horas o más de profesores e influencias de sus amigos. Es un ejercicio diario de la contaminación presente.

No es ningún secreto que nuestra época, en particular, se ha convertido en un desafío a la virtud y ha hecho a la obediencia algo para burlarse. Esta visión del mundo deformado y rebelde viene a través en todos los aspectos de la cultura popular. El Entretenimiento, la música y los noticieros incluso glorifican la rebelión contra toda forma de autoridad. Las estadísticas muestran que el niño que vive en el hogar promedio en Estados Unidos observa por lo menos veinte y ocho horas de televisión cada semana. (Para algunos niños, el total es mucho mayor.) La Programación que apunta a los jóvenes es a menudo muy peor al deliberadamente a remarcar su pecado. Cuando la mayoría de los adolescentes gradúan de la escuela secundaria, ya han estado demasiado expuestos a las más groseras formas del mal a través de los medios “entretenimiento” adormeciendo la mente en diversas formas -para que nada parezca ser particularmente mas deplorable.

¿Cuál es el resultado predecible? El abuso de drogas, el crimen violento, la promiscuidad sexual, y otras formas de ilegalidad se encuentran en niveles de epidemia entre los adolescentes. Más aun, existen subculturas inquietantes entre los jóvenes que practican formas extrañas de modificación del cuerpo (ejemplo, los tatuajes y perforaciones corporales), se sumergen en el ocultismo, o abiertamente a la práctica de otras formas de conducta antisocial. El pecado y la rebelión han tomado cautiva a la sociedad, y sus efectos trágicos son más vívidamente de manifiesto en la cultura de nuestros jóvenes.

Sin embargo, millones de personas en la sociedad, especialmente entre quienes tienen el control de los medios de entretenimiento –se glorían en el mal. El apóstol Pablo predijo proféticamente tiempos como estos. El escribió a Timoteo:

Pero debes saber esto: que en los últimos días vendrán tiempos difíciles. Porque los hombres serán amadores de sí mismos, avaros, jactanciosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, irreverentes, sin amor, implacables, calumniadores, desenfrenados, salvajes, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, envanecidos, amadores de los placeres en vez de amadores de Dios; teniendo apariencia de piedad, pero habiendo negado su poder; a los tales evita (2 Tim. 3:1-5, cursivas en el original)

Es apropiado que la rebelión contra los padres está en el corazón de la lista de los males, porque prácticamente todos los otros pecados enumerados (sobre todo el amor propio, ingratitud, la falta de autocontrol, la soberbia obstinada y el hedonismo) son frutos inevitables de la rebelión juvenil contra los padres. Una cultura de rebelión genera todo tipo de pecado.

Y es por eso que estamos viviendo en una era de anarquía moral. Esa es la cultura en la que nuestros hijos están creciendo. Aunque el padre sabio minimizara la exposición del niño a los males del mundo, simplemente no hay forma de aislar o proteger a nuestros niños completamente de todas esas influencias perniciosas –imágenes sugerentes y convincentes. Pero incluso si pudiéramos criarlos en una burbuja protectora, eso no resolvería el problema. Nuestros hijos son criaturas caídas, naturalmente atraídas hacia el mal.

Así como usted puede ver, es una caminata peligrosa para el típico adolescente que viaja a través de su mundo caído. Al igual que las sirenas de la Odisea de Homero, bellas voces lo atraen para disfrutar de los deleites temporales del pecado “resiste la autoridad. Saborea los placeres prohibidos. Toma el control de tu propia vida.” Pero una voz se distingue, en contradicción con todo lo demás con una audacia impresionante. Dios manda a los jóvenes a una forma simple, pero profundamente sabia de la vida: “Hijos, obedeced a vuestros padres en el Señor, porque esto es justo.”

A pesar de que esta orden se produce en el comienzo de un nuevo capítulo en Efesios, es una continuación del mismo tema que Pablo había estado discutiendo. Se mueve sistemáticamente a través de la familia, describe el deber de cada miembro de la familia, y muestra lo que significa la sumisión mutua en el contexto de la estructura familiar.

Los niños, por supuesto, deben mostrar sumisión al obedecer a sus padres. Este es uno de los pocos textos en la Escritura que tratan directamente de los hijos en particular (véase también Ex. 20:12; Prov. 1:8-9, 6:20, Col. 3:20). Prácticamente cada vez que la Palabra de Dios habla a los hijos, el mensaje es el mismo, resumido acertadamente por Efesios 6:1-3: “Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra.”

En el versículo 2, Pablo estaba citando el quinto mandamiento de Éxodo 20:12: “Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da.” Eso mandamiento es el punto decisivo de los Diez Mandamientos. Los primeros cuatro mandamientos describen los aspectos de nuestro deber para con Dios: No tendrás dioses ajenos; no hacer imágenes talladas, no tomar el nombre del Señor en vano, y recordar el día de reposo. Los otros seis mandamientos explican nuestros deberes con respecto a otras personas: honrar a tus padres, no matar, no cometer adulterio, no robar, no levantarás falso testimonio, y no codiciarás.

El punto de partida, el fundamento de toda relación terrenal, es deber de los hijos a honrar a sus padres. Dado que esa es la primera relación que experimentamos, es el primer principio moral que todo niño necesita para aprender. Es apropiado, por lo tanto, que el mandamiento principal de la segunda tabla de la Ley regula la relación entre padres e hijos.

El apóstol Pablo lo señala, el quinto mandamiento es también “el primer mandamiento con una promesa.” De hecho, este es el único de los Diez Mandamientos que viene con una promesa. Dos otros mandamientos (el segundo y el tercero) se acompañan de advertencias. El cuarto mandamiento es seguido de una extensa explicación de la razón del mandamiento. Sin embargo, “honra a tu padre ya tu madre” es el único mandamiento con una bendición para aquellos que lo guarden.

Es una promesa de larga vida, bendición y prosperidad. Escribiendo bajo la inspiración del Espíritu Santo, Pablo trajo la promesa de Éxodo 20:12 (“para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da”) con el lenguaje más completo de Deuteronomio 4:40: “que te vaya bien a ti . . . . y que puede prolongar tus días [en] la tierra”, de modo que hay dos partes de la promesa. Por un lado, promete una calidad de vida (que te vaya bien a ti). Por otra parte, promete largura de días (y seas de larga vida).

La “promesa” fue una promesa divina a los israelitas como nación. En lo relativo a las personas, esto es más que la máxima de una garantía a toda prueba. En otras palabras, es una verdad común, no una garantía. Algunas personas honran a sus padres y mueren jóvenes de todos modos. Han habido, sin duda, casos en que las personas que han despreciado la autoridad de sus padres sin embargo, han vivido hasta la vejez. Pero por regla general, el principio es verdad. Rebelarse contra los padres se ha incorporado en las consecuencias que tienden a acortar la vida de uno.

Las instrucciones del apóstol Pablo a los hijos en Efesios 6 se caracterizan por su simplicidad directa. No hay una larga lista de deberes, ningún conjunto complejo de instrucciones, sólo una simple orden: “Obedece a tus padres.” Por supuesto, todos los demás deberes, como el amor a Dios, el amor a los hermanos y hermanas, el amor al prójimo, y todas las demás importantes preceptos morales, serán cubiertos por esta norma si los padres simplemente hacen lo que se les ordena en el versículo 4: “Criadlos en la disciplina y amonestación del Señor.” Los hijos que aprenden a obedecer a sus padres también aprenden a obedecer a Dios. Esto pone de relieve una vez más la importancia suprema de una familia cristiana.

En un futuro articulo, nos pondremos un poco más específicos sobre los hijos obedeciendo a sus padres. Por ahora, he aquí algunas preguntas para debatir en el hilo de comentarios:

  1. ¿Puede alguno de ustedes dar fe de las consecuencias-buenas o malas-de cómo ha obedecido (o desobedecido) a sus padres? ¿Cómo has encontrado la Palabra de Dios diciéndote la verdad en este asunto?
  2. Los hijos que crecen hoy en día se enfrentan a un mundo muy diferente del que experimentaron sus padres. Hijos, ¿qué influencias y presiones enfrentan de la cultura que encuentran difícil resistirse?
  1. Padres, ¿cómo se puede minimizar la influencia de la cultura en sus hijos, y maximizar la influencia de la Palabra de Dios?

Planteen uno o todos, pero únase en la discusión. Sus comentarios suelen ser útiles a otras personas que están luchando por las mismas cosas que usted enfrenta como padre.

miércoles, septiembre 08, 2010

El Marido Amoroso: Un Retrato de Cristo

El Marido Amoroso: Un Retrato de Cristo
Jueves, 02 de septiembre 2010

Jodi está harta de su marido. Ella se niega a atender todas sus necesidades que se presenten con su trato abusivo por más tiempo. “Mi esposo ha sido un esposo que domina desde el día que lo conocí”, dice Jodi. “Frank me trata como un esclava.”

Frank se queja: “Yo no entiendo por qué mi mujer simplemente no me obedece como lo dijo en sus votos matrimoniales. Yo soy el hombre. Ella es la mujer. Es su trabajo servirme, y tengo la Escritura para respaldarlo.”

Lamentablemente, historias como la de Frank y de Jodi son comunes en nuestros días. Un marido controlador lleva ala fuerza a su mujer hacia la Biblia y le pone en su nariz su pasaje favorito, “casadas estén sujetas a sus propios maridos.” Pero si Frank ha seguido la lectura, la escritura habría asestado un golpe mortal a su pecaminosa actitud “Maridos, amad a vuestras mujeres como Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella” (Ef. 5:22).

La actitud dominante y machista de Frank, es la experiencia de muchas mujeres que se sienten más como tapetes de su marido que la esposa amada de Cristo. Peor aún, más allá de los daños al esposo, esposa, e hijos –un mal matrimonio es un testimonio pobre acerca de Cristo y la iglesia.

Por designio de Dios, el matrimonio presenta al mundo una imagen de la relación de Cristo con su Esposa, la Iglesia. Pero los matrimonios como Frank y Jodi pecaminosamente distorsionan ese retrato en una tergiversación grave. ¿Es Cristo un mezquino tirano como Frank? ¿Su abuso vuelve a la iglesia en una esposa amargada como Jodi?

Esposas, tal vez ustedes nunca han visto su matrimonio desde esa perspectiva. Dios tiene la intención de que su sumisión a su marido sea como un ejemplo vivo de la sumisión de la iglesia a su Señor. Esa es precisamente la razón de porque Pablo mandó a las esposas a someterse: “Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la Iglesia, y Él es el Salvador del cuerpo. Por tanto, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo” (Ef. 5:23-24). Por lo tanto, he aquí una pregunta de sondeo: esposas, ¿qué mensaje estamos enviando al mundo? ¿Qué hace decir su sumisión a su marido acerca de la sumisión de la iglesia a Cristo?

Maridos, su turno.

Maridos, se supone que son un ejemplo vivo de Cristo, que “amó a la iglesia y se entregó por ella” (v. 25, la cursiva es nuestra). Tenga en cuenta que el énfasis está enteramente en el sacrificio de Cristo y el servicio para el bien de la iglesia. Echa un vistazo al pasaje de nuevo:

“…para santificarla, habiéndola purificado por el lavamiento del agua con la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia en toda su gloria, sin que tenga mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuera santa e inmaculada. Así también deben amar los maridos a sus mujeres, como a sus propios cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. Porque nadie aborreció jamás su propio cuerpo, sino que lo sustenta y lo cuida, así como también Cristo a la iglesia; porque somos miembros de su cuerpo. POR ESTO EL HOMBRE DEJARA A SU PADRE Y A SU MADRE, Y SE UNIRA A SU MUJER, Y LOS DOS SERAN UNA SOLA CARNE. Grande es este misterio, pero hablo con referencia a Cristo y a la iglesia. En todo caso, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo, y que la mujer respete a su marido. (Vv. 26-33)

Recuerde, el tema de Pablo en Efesios 5 (desde el versículo 21) es la sumisión mutua. Cuando presentó el liderazgo del marido en el versículo 23, él no estaba cambiando de tema. No estaba diciendo que todos los demás tienen que someterse al hombre, que como jefe de la familia llega a imponer su voluntad y sus deseos a los demás. No, en absoluto. Todo el punto de Pablo aquí es que un marido muestra mejor el liderazgo de Cristo mediante, un servicio y sacrificio amoroso y voluntario en beneficio de la esposa –que es tanto una forma de sumisión como la lealtad de la esposa al liderazgo de su marido y la obediencia de los hijos a sus padres.

La tendencia pecaminosa de los hombres caídos es dominar a sus esposas por fuerza bruta. Incluso algunos hombres cristianos son culpables de ser demasiado toscos con su autoridad. Prácticamente se enseñorean de sus esposas, como si el matrimonio fuese diseñado para ser una relación de amo-esclavo. Algunos, como Frank, incluso han intentado afirmar que Efesios 5:24 apoya esta idea, ya que insta a las esposas a que estén sujetas a sus maridos “en todo”. Pero este punto de vista del papel del marido es la antítesis del modelo que el señorío de Cristo nos da.

Cualquiera que piense de esa manera, simplemente necesita leer más Efesios 5. Cuando Pablo volvió su atención al marido no le dijo, “Maridos, gobiernen a vuestras mujeres, ordénenles; mándelas; ejerzan autoridad sobre ellas, domínenlas” o algo por el estilo. Les dijo que amaran a sus esposas como Cristo amo a la iglesia: con sacrificio, con ternura, mansedumbre, y con un corazón de siervo. Así es como los esposos deben mostrar sumisión a sus esposas.

El amor auténtico es incompatible con un enfoque despótico o dominante al liderazgo. Cuando Pablo ordenó a los esposos amar a sus esposas como Cristo amó a la iglesia, el estaba en efecto prohibiendo el ejercicio de una autoridad severa o abusiva sobre sus esposas. Si el modelo de ese amor es Cristo, quien “no vino para ser servido, sino a servir y a dar su vida en rescate por muchos” (Mateo 20:28), entonces el esposo que cree que existe para que su esposa y sus hijos le puedan servir a él, no podría estar más fuera de lugar.

Es significativo, por cierto, que a los maridos no se les ordena en este pasaje que gobiernen o dirijan a sus esposas. Simplemente se les dice que amen a sus esposas. De hecho, el amor domina todo este pasaje en Efesios, apareciendo cinco veces a lo largo de la breve lista de Pablo de instrucciones a los esposos.

Considere las implicaciones de un mandamiento de amar. Esto sugiere que el amor verdadero no es sólo un sentimiento romántico o una atracción involuntaria. Se trata de una elección deliberada. Por esta razón, esta en forma de un imperativo. Lejos de ser algo en el que “nos dejamos llevar” por casualidad, el amor auténtico implica un compromiso deliberado y voluntario a sacrificar todo lo que podamos para el bien de la persona que amamos.

En 1 Corintios 13:4-8, el apóstol Pablo describe las características del verdadero amor. Tenga en cuenta que ninguna de las características del verdadero amor es involuntaria, pasiva o basada en los sentimientos. De hecho, Pablo usa verbos activos siempre que sea posible, en lugar de adjetivos, lo que subraya la verdad de que el amor es a la vez dinámico y deliberado.

El amor es paciente, es bondadoso; el amor no tiene envidia; el amor no es jactancioso, no es arrogante; no se porta indecorosamente; no busca lo suyo, no se irrita, no toma en cuenta el mal recibido; no se regocija de la injusticia, sino que se alegra con la verdad; todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser.

Así que, cuando Pablo ordenó a los esposos amar a sus esposas, fue necesario invitar a todas las virtudes descritas en 1 Corintios 13, incluyendo la paciencia, la benevolencia, la bondad, la humildad, la mansedumbre, la consideración, la generosidad, la humildad, la confianza, la bondad, la veracidad y longanimidad. Es significativo que todas las propiedades del amor enfatizan la abnegación y el sacrificio. El esposo que realmente ama a su mujer simplemente no puede ejercer su autoridad sobre ella como con garrote. Lejos de ser el señor de la familia, el marido y padre piadoso debe hacerse servidor de todos.

Eso no es fácil. De hecho, es imposible para los no creyentes obedecer el mandamiento de Pablo en Efesios. Sólo un esposo convertido y lleno del Espíritu puede amar a su esposa como Cristo ama a la iglesia. Y eso es la única manera en que otros verán una imagen real del Salvador.

Entonces, ese es el plan de Dios para el matrimonio –es una imagen de Cristo y Su relación con la iglesia. ¿De qué forma ha visto usted al mundo, o aun a la iglesia, distorsionando el diseño original de Dios? Llévelo al hilo de comentarios.

Tomado de aqui

lunes, septiembre 06, 2010

La Esposa Sumisa

La Esposa Sumisa
Miércoles, 25 de agosto 2010

A principios de este año, Mark Oden predicó un sermón controvertido a su congregación en el sureste de Inglaterra. Tituló su mensaje “El matrimonio y la Mujer”, que incluía una petición a las mujeres de su congregación a “someterse a sus maridos.” Después, algunas esposas iracundas, junto con sus maridos descontentos, juraron nunca asistir a la iglesia otra vez. Una mujer asistente dijo que estaba disgustada por el mensaje, agregando: “¿Cómo pueden hablar de esa manera en el siglo XXI?” Otro bromeó, “¿Qué tipo de sermón medieval es ese?” El pastor Oden, siendo él mismo un hombre casado y padre de tres hijos, respondió: “Soy un apasionado de ayudar a la gente a tener matrimonios saludables. No me propuse ofender innecesariamente a la gente, pero me atengo a lo que Dios ha dicho en Su Palabra, la Biblia.” Esa pasión del Pastor de cultivar matrimonios saludables, junto con su valor de presentar la verdad, lamentablemente, son poco común en muchas iglesias de nuestros días, pero la respuesta de su público no lo es.

Para la edición de julio 2010 la revista Sojourners, la estudiosa feminista Anne Eggebroten escribió un artículo titulado “La Persistencia del Patriarcado”, en el que describió su reciente visita a Grace Community Church en Sun Valley, California. Eggebroten estaba satisfecho con el sermón de John MacArthur, e incluso escribió sobre la bondad de los miembros que estaban ansiosos de conocerla y saludarla. De lo que ella no estaba satisfecha con la iglesia era del punto de vista sobre los roles femeninos en el hogar y la iglesia. Con resentimiento inocultable, describió la iglesia Grace como un lugar donde “Dios es hombre, todos los pastores, diáconos y ancianos son hombres y a las mujeres se les enseña a vivir en sumisión a los hombres.” Al progresar el artículo de Eggebroten, se tiene la impresión de que visitó la iglesia buscando mujeres tristes y abatidas que a regañadientes aceptaban su papel en el hogar. Si ese es el caso, llegó al lugar equivocado –como su artículo muestra. Después de hablar con varias esposas sumisas y gozosas en la recepción, se volvió desesperada por escapar –al menos eso es lo que parece. Ella escribe, “Me dije, es hora de salir de aquí. Me siento tensa, como si yo fuese a llorar o a lanzarme en una diatriba”. Ella terminó su discurso con una cita de un aluvión de otros feministas liberales “estudiosos de la Biblia” quienes, a través de las interpretaciones impulsadas por el día, desprecian la Palabra de Dios al afirmar que la iglesia se equivoca en su comprensión de lo que realmente quiso decir Pablo. Suena familiar, ¿no?

Una multitud de otros ejemplos actuales podrían listarse, todos demostrando lo mismo, la cuestión de la autoridad y la sumisión en el hogar no es atractiva para nuestra cultura caída. La sociedad ha sido víctima de una filosofía impía, sin Cristo, y no-bíblica de la vida perpetrada a través de los siglos y fortalecida por el propio Satanás.

Lo que estamos viendo en nuestros días, también es cierto de la filosofía detrás de la Revolución Francesa, que era un enfoque humanista, igualitario a la vida. Los franceses creían que podían tener una sociedad con igualdad absoluta, un tipo sin clase, sin Dios de la existencia humanista. Esa mentalidad atea ahora domina la civilización occidental: no hay sexos, no hay distinción, ninguna autoridad, ninguna presentación, y ninguna humildad. Y en lugar de rechazar esa filosofía, muchas iglesias a menudo la reflejan, cayendo presa de las mentiras de nuestro tiempo. Muchos como la multitud airada en el Salmo 2 desafían a Dios, vivimos en medio de una sociedad impía que ve el orden divino de Dios para la vida y la familia y demandan “rompamos sus ataduras y lancémoslas de nosotros!” El mundo ve el orden de Dios para la familia –y la mujer– como una amenaza y muchos como Anne Eggebroten y sus amigos liberales, tratan de redefinir y derrocar ese diseño totalmente.

Esto nos hace retroceder a Efesios, y la porción más importante de este artículo – ¿que dice Dios acerca del papel de la mujer en la casa? Después de todo, El creo la familia, diseño a la mujer, y estableció su papel y relación dentro de la familia. Si Dios es el diseñador, es mejor mantener Sus planes ¿Cuáles son?

Después de hacer una declaración acerca de la sumisión mutual en el temor de Cristo (Efes. 5:21), Pablo procede a responder una cuestión importante: ¿Cómo podemos someternos los unos a los otros en el contexto de la familia, mientras a la vez reconocer los papeles ordenados po Dios de la cabeza y la autoridad? Comenzando con Efesios 5:22, Pablo responde esa cuestión. Recuerde, el llego a la idea de la sumisión porque eso es el vivo reflejo del carácter de la persona que esta verdaderamente llena del Espíritu. Luego el describe como la sumisión mutua debe funcionar en una familia.

Las instrucciones de Pablo para la vida de la familia en efesios cubren algunos versículos, comenzando con 5:22 y luego hasta 6:4. El estaba escribiendo bajo la dirección del Espíritu Santo, por supuesto, así que esto no era simplemente la opinión privada del apóstol (2 ed. 1:21-21). Dios mismo inspiro las mismas palabras del texto, incluyendo el orden. Pablo hablo primero aquí a las esposas, luego a los esposos, hijos y padres.

La amonestación a las esposas es simple, cubriendo solo tres versículos: “Las mujeres estén sometidas a sus propios maridos como al Señor. Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, siendo El mismo el Salvador del cuerpo. Pero así como la iglesia está sujeta a Cristo, también las mujeres deben estarlo a sus maridos en todo” (Efes. 5:22-24).

Varias ideas clave en ese texto vale la pena señalar de inmediato. En primer lugar, la palabra traducida como “sometidas” en realidad no aparecen en el texto griego del versículo 22. La idea se entiende claramente, sin embargo, desde el mandato del versículo 21, el cual instruye a todos los creyentes a someternos unos a otros. Recuerde que a las esposas no las está señalando y consignando a un estatus de segunda clase. Hay un sentido en el que todos en la familia deberán someterse a todos los demás. El versículo 22 comienza simplemente una explicación práctica de cómo las mujeres deben demostrar su sumisión.

En segundo lugar, observe que Pablo comenzaba y terminaba esta breve sección, indicando que las esposas deben someterse a: “a sus propios maridos” (v. 24). Las mujeres como grupo no se hacen siervas de los hombres en general, y los hombres no son automáticamente elevados a una clase dominante sobre todas las mujeres. Pero la Escritura llama a cada mujer en particular, a someterse a la dirección de su propio esposo. En otras palabras, la propia familia es el ámbito principal en el que una mujer de Dios ha de cultivar y demostrar la actitud de humildad, servicio y sacrificio que se le pide en el versículo 21.

En tercer lugar, el mandamiento es general y significativo. No se limita a las esposas cuyos maridos están cumpliendo con su función. No es dirigido únicamente a mujeres con hijos, esposas de los líderes de la iglesia, o incluso a las esposas cuyos maridos son fieles creyentes. Es categórico e incondicional: esposas. Cualquier persona que se ajuste a esa clasificación está obligada a obedecer el mandato de este versículo, sometiéndose a su propio marido.

¿Qué es, precisamente, lo que este mandamiento requiere? La palabra griega para “someterse” (hupotasso) significa “alinearse bajo.” Se tiene la idea de situarse en un rango inferior a otra persona, pero de ninguna manera implica alguna inferioridad esencial. Tampoco degrada a la mujer a un estatus de segunda clase en el hogar o el matrimonio. Habla de una clasificación funcional, no una inferioridad de esencia.

Observe también que la palabra someterse no es la palabra obedecer. Lo que pide es una activa y deliberada, devoción amorosa e inteligente a las nobles aspiraciones y ambiciones del marido. No demanda una reverencia ciega, servil, a todos sus caprichos. La palabra griega para “obedecer” sería hupakouo, y eso es lo que Pablo exigía de los niños en Efesios 6:1 y esclavos en 6:5. Pero una mujer no es ni un niño ni un esclavo, esperando de su marido mientras él se sienta en un sillón y les ordena cosas (“!Pásame el control remoto de la t.v.!” “!Tráeme algo de beber!” “!Búscame mis zapatos!”). El matrimonio es una relación mucho más personal e íntima que eso. Es una unión, una asociación, una singular devoción mutua, y esa verdad se ve subrayada por las palabras “su propio marido.”

La propia expresión sugiere una asociación mutua de licitación y que pertenece el uno al otro. ¿Por qué una esposa no respondería de buena voluntad en sumisión a uno a quien ella posee? Pablo estaba sutilmente señalando el carácter razonable y la conveniencia de la sumisión de la esposa a su marido.

Este es un papel que Dios mismo ordenó a las esposas. En Génesis 3:16, Dios dijo a Eva: “Tu deseo será para tu marido y él se enseñoreara de ti.” Por un lado, el matrimonio es la unión perfecta de dos personas que forman una sola carne (Génesis 2: 24). Por otra parte, Dios ha ordenado claramente que el esposo deba ser la cabeza en esa relación. En aras de la unidad y la viabilidad, la mujer está sometida a la dirección de su marido, no como esclava, sino como alguien que es proveída, cuidada y protegida por su marido. No tiene casi tanto que ver con lo que hace para él como lo que él es responsable de hacer por ella.

Hasta la naturaleza parece afirmar el orden correcto. Los hombres normalmente tienen la ventaja de una mayor fortaleza física y emocional, mientras que las mujeres suelen tener un grado más tierno y un carácter que las capacita para ser un apoyo y estímulo-ayudas idóneas a sus maridos.

Nos encontramos con un pasaje paralelo de Colosenses 3:18, donde Pablo también dio instrucciones a las esposas a someterse a sus propios maridos. Pero añadió una frase breve que arroja luz sobre por qué este mandamiento es tan importante: “Mujeres, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor.” (cursivas nuestras). La palabra traducida como “conviene” significa “correcto, apropiado.” Es una expresión de uso común de algo que es legal o moralmente vinculante. Pablo parece indicarnos que la dirección del esposo y la sumisión de la esposa son una ley aceptada de la sociedad por los seres humanos. (Esto sin duda ha sido el caso en la mayoría de las sociedades para la gran mayoría de la historia humana, y era lo más definitivamente cierto en tiempos de Pablo.) Pablo estaba sugiriendo que es “digno” y reconocido como tales en la historia de la cultura humana- porque es el orden divino. Es como “conviene al Señor.” Esta es una expresión muy fuerte acerca de la conveniencia de la dirección del marido.

La Escritura es clara y consistente. Cada vez que la Biblia habla acerca del papel de la esposa, el énfasis es exactamente el mismo. Esto no es una opinión chauvinista privada del apóstol Pablo, como algunos han sugerido. Tampoco se trata de un principio no claro que es sólo vagamente sugerido en la Escritura. Cada pasaje que toca el tema del papel de la mujer dice esencialmente la misma cosa (1 Ped. 3:1-2; Tito 2:3-5).

Por supuesto, si cada esposo amaba a su esposa como Cristo amó a la iglesia (Efesios 5:25), no habría probablemente una menor resistencia a la enseñanza bíblica sobre el papel de las esposas. Pero algunos maridos, en lugar de presentar un modelo de liderazgo de Cristo al cual sus esposas se sometan con alegría, adoptan el papel de un tirano inactivo. La incredulidad, la ira, la pasividad, el abuso, la burla, todas aquellas actitudes pecaminosas causan que muchas esposas cuestionen la carga de Dios a someterse. Pero la Palabra de Dios responde con una sorprendente claridad. Vamos a echar un vistazo a esto la próxima vez.

Mientras tanto, aquí está una pregunta para la discusión: ¿Qué barreras impiden que las esposas vean la belleza de someterse a sus maridos?

Tomado de aqui