viernes, agosto 01, 2014

¿Qué Significa Temer a Dios?

clip_image002¿Qué Significa Temer a Dios?

Por R.C. Sproul

 

Tenemos que hacer algunas distinciones importantes sobre el significado bíblico de "temer" a Dios. Estas distinciones pueden ser útiles, pero también pueden ser un poco peligrosas. Cuando Lutero luchaba con eso, hizo esta distinción, que desde entonces se ha convertido en algo famoso: El distinguió entre lo que él llama un temor servil y un temor filial.

El temor servil es una especie de temor de que un prisionero en una cámara de tortura que tiene para su verdugo, el carcelero, o ejecutor. Es ese tipo de ansiedad terrible en la que alguien está asustado por el peligro claro y presente que está representado por otra persona. O es el tipo de miedo que un esclavo tendría en las manos de un maestro malintencionado que vendría con el látigo y atormenta a los esclavos. Servil se refiere a una postura de servidumbre hacia un propietario malévolo.

Lutero distinguía entre eso y lo que él llamó el temor filial, basándose en el concepto en Latín de la cual obtenemos la idea de familia. Se refiere al temor de que un niño tiene de su padre. En este sentido, Lutero está pensando en un niño que tiene un gran respeto y amor por su padre o madre y que quiere entrañablemente serles agradables. Él tiene un miedo o una ansiedad de ofender a la persona que ama, no porque le tiene miedo a la tortura o incluso de castigo, sino porque tiene miedo de disgustar a la persona que es, en el mundo de ese niño, la fuente de seguridad y amor.

Creo que esta distinción es útil porque el significado básico de temer al Señor que leemos en Deuteronomio está también en la literatura de sabiduría, donde se nos dice que "el temor del Señor es el principio de la sabiduría." El enfoque aquí es en un sentido de admiración y respeto a la majestad de Dios. Eso a menudo falta en el cristianismo evangélico contemporáneo. Nos llevamos muy impertinente y arrogante con Dios, como si tuviéramos una relación casual con el Padre. Se nos invita a llamarlo Abba, Padre, y tener la intimidad personal que nos prometió, pero aún no hemos de ser frívolos con Dios. Hemos siempre de mantener un saludable respeto y adoración por El.

Un último punto: si realmente tenemos una adoración saludable para Dios, deberíamos tener un elemento de certeza de que Dios puede ser aterrador. “Horrenda cosa es caer en las manos del Dios vivo” (Hebreos 10:31). Como gente pecadora, tenemos todas las razones para temer el juicio de Dios; es parte de nuestra motivación para ser reconciliados con Dios.

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