jueves, mayo 31, 2012

¿Cómo Cuestionar a Dios?

clip_image001¿Cómo Cuestionar a Dios?

Por Wyatt Graham

María y Zacarías comparten mucho en común en el primer capítulo del Evangelio de Lucas. Ambos son visitados por el ángel Gabriel. Ambos reciben noticias de bendición. Ambos se enteran de que van a tener un hijo a través de medios milagrosos o fuera de lo normal -Zacarías e Isabel están muy avanzados en años (1:7, 18), mientras el relato nos recuerda constantemente, que María es virgen como la narración también nos recuerda. Tanto los niños cumplen una importante profecía del Antiguo Testamento (Juan - Elías y Jesús = Mesías davídico). Ambos cuestionan el mensaje de Dios de Gabriel.

En este punto, un abismo de diferencia surge. Por un lado, debido a las dudas de Zacarías cómo podría el tener un hijo, él es silenciado hasta que Dios cumpliera su palabra. Por otro lado, cuando María cuestiona cómo podría ella tener un hijo, se le vuelve asegurar que Dios obrará a través de su Espíritu para que esto ocurra.

¿Cuál es el problema? ¿Es Dios arbitrario en la forma en que trata a su pueblo? No, en absoluto. Escuche a estas preguntas:

ZACARÍAS

Después que Gabriel le dijo que su esposa daría a luz un hijo llamado Juan, que vendrá en el espíritu y poder de Elías, Zacarías dijo: ¿En qué conoceré esto? Porque yo soy viejo, y mi mujer es de edad avanzada.” (Lc 1:18). Ahora bien, esta es una respuesta bastante extraña por un número de razones. En primer lugar, Zacarías era un hombre de Dios (1:6). En segundo lugar, el quemaba incienso en el templo del Señor solo, probablemente cerca del lugar santísimo (1:9). Este es un papel muy importante ya que estaba cerca de Dios. En tercer lugar, un mensajero divino y famoso de Dios está hablando a él (1:11, 19). Por todas estas razones, se podría pensar de inmediato que Zacarías iba a creer en razón de la naturaleza milagrosa de los hechos conocidos.

clip_image002 No sólo eso, pero si él (y su esposa) eran “justo delante de Dios, y andaban irreprensibles en todos los mandamientos y preceptos del Señor” (1:6), entonces sabría que Sara era estéril y de edad cuando dio a luz a Isaac. Habría sabido que Raquel, la mujer de Isaac era estéril, pero Dios la bendijo con un hijo. Habría sabido que Ana era estéril hasta que Dios abrió su matriz, y dio a luz a Samuel. En verdad, el tema de los embarazos milagrosos o el de Dios abriendo el seno de alguien muy anciana o muy estéril con el fin de lograr un hijo de la promesa era frecuente en el Antiguo Testamento. ¿Cómo podía Zacarías pasar por alto esto?

En mi opinión, no creo que Zacarías lo paso desapercibido ni la naturaleza milagrosa de los acontecimientos que le rodean o los ejemplos del Antiguo Testamento de nacimientos milagrosos. Se trata simplemente de un caso de falta de fe. Gabriel declara que Zacarías no podría hablar, “porque no creíste mis palabras” (1:19).

MARÍA

¿Qué pasa con María? Gabriel la visita de otra manera poco diferente, revelándole una satisfacción aún mayor a través de la descendencia de ella: el divino y lleno de Espíritu de Dios Hijo de Dios, que cumplirá todas las promesas Davídicas y redimirá a Israel vendría a través de ella! Al igual que Zacarías, ella también cuestiona el mensajero de Dios y dice: “¿Cómo será esto, puesto que soy virgen?” (1:34). La gran diferencia aquí es que su pregunta no es de incredulidad, sino que confusión. Ella no entiende cómo ella debe obedecer o creer este mensaje de Dios.

Ella no puede entender cómo esto va a suceder, ya que sólo se comprometió y no se casó con José, el descendiente de David (1:27). Si su hijo es un hijo de David, ¿necesita ella tenerlo a través de José, un descendiente de David? Pero, ¿qué quiso decir el ángel entonces, cuando dijo: “Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo” (1:31)? Por estas razones, María pregunta a fin de aclarar o para comprender mejor cómo debe creer. Gabriel respondió: “El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios.” (1:35).

De esta manera, tanto Zacarías y María cuestionan a Dios. Aunque uno cuestiona a Dios en incredulidad, el otro cuestiona a Dios para creer.

COMO CUESTIONAR A DIOS

La fe trata de comprender cuando se vuelve a Dios en ignorancia o en incomprensión. Por otro lado, la incredulidad afirma que algo es imposible y se vuelve a Dios sólo en escepticismo. Es correcto cuestionar a Dios cuando no entiende algo, pero es un error cuestionar que Dios hará lo que dice. Él es fiel para hacer lo que él ha prometido. Usted no puede saber cómo esto va a ocurrir, pero este seguro de que va a suceder. Busque entendimiento y no piense que entenderá lo que es y lo que no es imposible para Dios.

Cuestione a fin de comprender, no porque ya lo entiende.

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