miércoles, agosto 14, 2013

¿Cuál es la Respuesta Apropiada A la Gracia?

clip_image002¿Cuál es la Respuesta Apropiada A la Gracia?

Por Derek Thomas

 

Sólo puede haber una respuesta apropiada a la gracia: una vida de santidad agradecida. La muerte expiatoria de Cristo fue “para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu” (Rom. 8: 4).

Hay dos maneras de entender estas palabras. Una de ellas es verlas como una declaración de lo que el Señor logró en la cruz: Él cumplió lo que la ley requiere, ofreciendo una perfecta obediencia (la obediencia activa de Cristo) y mediante el cumplimiento de la retribución de la ley por nuestro pecado por Su muerte ( la obediencia pasiva de Cristo). Él cumplió la justicia de la ley por nosotros en Su vida y la muerte.

Guardar la ley con agradecimiento es la respuesta del pecador salvado a la gracia recibida.

Lo más probable, sin embargo, que Pablo está diciendo (lo cual va a elaborar en adelante en este capítulo) es que los cristianos, cuyos pecados han sido perdonados, ahora viven en una santa obediencia de gratitud por la gracia que han recibido. Guardar la ley con agradecimiento es la respuesta del pecador salvado a la gracia recibida. El resto de nuestras vidas es una manera de decir “Gracias.”

Por supuesto, la salvación por gracia y no nuestro rendimiento puede verse como una licencia para pecar (antinomianismo). La respuesta de Pablo en Romanos es algo como esto: si no estamos tentados a pensar de esa manera, no hemos entendido el evangelio. El apóstol anticipa nuestra objeción al inicio del capítulo 6: “¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde?” (Rom. 6:1).

La gracia ha de aumentar la tentación de pensar que podemos pecar a nuestro antojo, y si no es así, no hemos comprendido el verdadero alcance de la gracia. Sin embargo, en ningún momento podemos ceder a la tentación de pensar de esta manera (véase la respuesta de Pablo a su pregunta en el 6:1 – “de ninguna manera”), porque los cristianos están llamados a una vida de santidad, la santidad motivada por gratitud por todo que Dios ha hecho por ellos en el evangelio de Jesucristo.

Guardar la Ley por amor es el verdadero camino de la santidad.

La clave para someter a la resistencia al declive del pecado en nuestras vidas es conocer el impulso de la gratitud que sigue a la experiencia del perdón y la reconciliación. Guardar la Ley por amor es el verdadero camino de la santidad.

Extracto de How the Gospel Brings Us All the Way Home por Derek Thomas.

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