¿Cuán Emergente Era la Iglesia Antigua?
How Emergent Was the Ancient Church?
Jueves, 24 de septiembre 2009
(Por Nathan Busenitz)
Estoy en plena enseñanza a través del período ante-Niceno de la historia de la iglesia. Recientemente, al estudiar la vida de Justino Mártir, me encontré con una cita interesante en la que Justino describe un servicio de iglesia de mediados del siglo segundo.
Para dar un poco de contexto, Justino está explicando el cristianismo al emperador romano, argumentando que el cristianismo no debería ser ilegal (como lo era en aquellos días). En el transcurso de su Apología, describe un típico servicio de iglesia. Creo que usted será animado al ver lo que estaba incluido en un antiguo servicio de adoración cristiano. (Tenga en cuenta que Justino se refiere al pastor por el término “presidente”, es decir, como el que “preside” en el servicio de adoración.)
En el día llamado domingo hay una reunión en el mismo lugar de todos los que viven en una determinada ciudad o distrito rural. Se leen las memorias de los apóstoles o los escritos de los profetas, siempre y cuando el tiempo lo permita. Luego, cuando el lector termina, el presidente [pastor] en un discurso amonesta y exhorta a la imitación de estas cosas buenas. Siguiente nos levantamos todos juntos y oramos.
Cuando dejamos de hacer nuestra oración, el pan y el vino se presenta y el agua. El presidente de la misma manera envía oraciones y acciones de gracias, de acuerdo a su capacidad, y la gente cantan su aprobación, diciendo el “Amén”. Se hace una distribución y participación de los elementos por los que se han dado gracias a cada persona, y a aquellos que no están presentes, éstos son enviados por los diáconos.
Los que tienen medios y están dispuestos, cada uno según su propia elección, da lo que quiere, y lo recaudado se deposita con el presidente. El provee para los huérfanos y las viudas, los que están en necesidad por enfermedad u otra razón, los que están en prisión, los extranjeros que residan temporalmente, y en una palabra él se convierte en el protector de todos los que están en necesidad.
Pero el domingo es el día en que todos tenemos nuestra asamblea común, porque es el primer día en que Dios, habiendo obrado un cambio en la oscuridad y la materia, hizo el mundo, y Jesucristo, nuestro Salvador el mismo día resucitó de entre los muertos.
Porque Él fue crucificado el día anterior del de Saturno (sábado), y el día después del de Saturno, que es el día del Sol, que apareció a sus apóstoles y discípulos, Él les enseñó estas cosas, que hemos presentado a usted también para su consideración. (Primera Apología, 67)
Por la descripción de Justino, tenemos una idea bastante buena de lo que ocurría en un servicio de una antigua iglesia cristiana. Note por lo menos siete factores importantes: (1) Se leía la Escritura, tanto desde el Nuevo Testamento (“las memorias de los apóstoles”) y el Antiguo Testamento (“los escritos de los profetas”). (2) El pastor predicaba un mensaje (“discurso”), exhortando a la gente a obedecer las cosas que habían oído de la Escritura. (3)La congregación oraba unida. (4) La Congregación participaba en la conmemoración de la Cena del Señor. (5) En su preparación para la Comunión, el pastor de la congregación oraba y cantaba cantos de afirmación. (6) Una ofrenda era tomada a fin de satisfacer las necesidades de los compañeros santos. (7) Todo esto tuvo lugar el domingo, el día en que Jesús resucitó de entre los muertos.
Cuando leo la descripción de Justino me siento alentado porque esas mismas cosas se encuentran en nuestra iglesia también. Al igual que la antigua iglesia que se describe aquí, leemos la Biblia, escuchamos la predicación, oramos, cantamos, ofrendamos, y regularmente celebramos la mesa del Señor. Y, por supuesto, también nos reunimos los domingos.
A veces escucho a los defensores de la iglesia emergente argumentando que tenemos que volver a las “antiguas prácticas” de la Iglesia. Pero, ¿de qué “antiguas prácticas” están hablando? ¿El misticismo de la época medieval tal vez?
Si usted realmente quiere la antigua iglesia, no hay nada más antiguo que la cita que ha visto arriba. De hecho, esta descripción de un servicio de la iglesia antigua (escrito por Justino Mártir, alrededor del año 150) es la primera que tenemos fuera del Nuevo Testamento.
Entonces, ¿cuán “emergentes”, fue la iglesia antigua? De acuerdo con Justino Mártir, no mucho. Para empezar, una iglesia que pasa, “en tanto el tiempo lo permite” escuchando la lectura y la predicación de la Palabra de Dios no se ajusta al paradigma de la Villa Emergente. Sin embargo, eso es exactamente lo que la iglesia del día de Justino hizo. Se reunían cada domingo para llenar sus corazones con la verdad de la Palabra de Dios. Entonces, después de haber sido sobrecogidos por esa verdad, respondían orando, cantando, ofrendando, y celebrando la Cena del Señor.
Tomado De Shepherds’ Fellowship Pulpit Magazine
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