viernes, diciembre 25, 2020

Navidad: En Medio De La Pandemia De COVID, No Solo Anhele El Regreso A La Normalidad Sino Anhele La Gloria Por Venir

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Navidad: En Medio De La Pandemia De COVID, No Solo Anhele El Regreso A La Normalidad Sino Anhele La Gloria Por Venir

  POR JOHN STEVENS

  Más Que Una Vuelta A La Normalidad

La Navidad de 2020 estará lejos de ser normal. Sin embargo, el mensaje de la Navidad promete no un regreso a la normalidad, sino una gloria que está por venir.

Para la gran mayoría de la gente en Gran Bretaña, esta Navidad no será una Navidad "normal". Las familias y los amigos no podrán reunirse como quisieran, y los compañeros de trabajo no podrán salir para sus eventos navideños en los pubs y restaurantes. Las familias no podrán visitar a sus parientes en los hogares de ancianos. Las iglesias no podrán celebrar los habituales servicios de villancicos con cantos congregacionales y café, pasteles de carne y vino caliente después.

Después de nueve meses de la crisis del Coronavirus, la gente naturalmente anhela volver a la normalidad. La llegada de nuevas vacunas da un rayo de esperanza de que esto sea posible para el verano.

El Anhelado Mesías

Hace dos mil años el pueblo judío también anhelaba el regreso a la "normalidad". Habían estado esperando no sólo por nueve meses sino por más de cuatrocientos años. Miraron hacia atrás a los tiempos del Rey David y el Rey Salomón cuando habían sido una nación independiente, la gloria de Dios había habitado entre ellos en el Templo, y habían salido victoriosos de sus enemigos.

Sin embargo, como resultado de su infidelidad a Dios, los había entregado a sus enemigos. Habían sido exiliados y sus tierras ocupadas. La gloria de Dios había salido del Templo para no volver nunca más. Anhelaban la liberación de sus señores romanos y de su rey títere Herodes, la restauración de la monarquía Davídica y la redención de sus pecados. Anhelaban que Dios cumpliera sus promesas de enviar a su Mesías.

En Navidad recordamos que Dios cumplió su palabra y envió al redentor y salvador que su pueblo necesitaba. Mateo nos dice que los ángeles se le aparecieron a José y le dijeron que su prometida estaba embarazada por el Espíritu Santo:

"Ella dará a luz un hijo, y tú le pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.” (Mateo 1:21)

Más Que La Normalidad

Los relatos de los evangelios dejan claro que Jesús no vino sólo a traer un retorno a la normalidad. Sí, Jesús fue el prometido Mesías, el heredero del trono de David. Como el Divino Hijo de Dios, su venida marcó el retorno de la gloria de Dios para habitar entre su pueblo, aunque velada en carne humana.

Sin embargo, no vino a llevar a la gente de vuelta a su antigua gloria, sino a traer la salvación completa del pecado.

No vino a devolverlos a la normalidad, sino a establecer un nuevo pacto que finalmente culminaría en una nueva creación.

No vino a devolverlos a la normalidad, sino a establecer un nuevo pacto que finalmente culminaría en una nueva creación.

No vino a residir en el templo terrenal, sino a ofrecerse a sí mismo en el templo celestial como el único y completo sacrificio por el pecado, que quitaría la justa ira de Dios contra aquellos que le han sido infieles.

Vino a derrotar a la muerte para que todos los que pongan su fe y confianza en él compartan con él la gloria eterna en cuerpos resucitados.

Vino a eliminar la enfermedad (y las pandemias), el sufrimiento, el dolor, la muerte y la pena para siempre.

Anhele La Gloria Venidera

Al llegar al final de este año, mucha gente espera un retorno a la normalidad. Sin embargo, tenemos una esperanza mucho mejor que proclamar. Las vacunas pueden ser capaces de derrotar al coronavirus, pero no hay ninguna vacuna que pueda proteger contra el pecado, la muerte y el juicio - excepto la medicina totalmente efectiva de la cruz y la resurrección del Señor Jesús.

Fijemos nuestros ojos en Él y en la esperanza que tenemos en Él y aprovechemos al máximo las oportunidades que tenemos esta Navidad - cuando la sensación de pérdida y necesidad será demasiado palpable - para contar a otros la mayor y mejor esperanza que podemos tener a través de Jesús.

No nos conformemos con un mero retorno a como estaban las cosas, sino que sigamos anhelando la gloria que está por venir.

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