lunes, diciembre 28, 2015

No Importa Como Era Jesús Físicamente


No Importa Como Era Jesús Físicamente

Por Jordan Standridge
Cada diciembre al parecer, hay algún tipo de historia que sale de Jesús. En una historia que ahora se ha hecho viral, científicos británicos, asistidos por arqueólogos israelíes han utilizado la “Antropología Forense” para mostrarnos exactamente como Jesús era físicamente. Para sorpresa de los Estados Unidos que no es ni blanco ni negro, el parecía a alguien nacido en Israel. Si bien esto ha causado que muchas personas tengan fuertes reacciones, “descubrimientos” como estos hacen que creyentes verdaderos se rían de manera divertida.

Con películas recientes sobre Noé, Moisés, la serie de la Biblia y así sucesivamente, Hollywood está apostando a la fascinación del mundo con representar contenido bíblico en la pantalla. Gente de todas partes parecen estar muriendo para captar con sus ojos como serian lo historias de la Biblia. Y mientras yo entiendo el deseo de saber exactamente como era Jesús, y poder experimentar los tiempos del Antiguo Testamento, creo que la Biblia no se limitó a decir que no es necesario, sino fue más lejos al decir que estamos mejor por no ver. He aquí tres razones rápidas de por qué estamos mejor sin tener alguna semejanza de las cosas Celestiales.
Jesús bendice a los que creen sin ver
Jesús en Juan 20:26-29 después de aparecer a Tomas dice unas palabras sorprendentes,
Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Llegó Jesús, estando las puertas cerradas, y se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros. Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente. Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío! Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste;bienaventurados los que no vieron, y creyeron.
Tomas tenía un problema, él no creía que Jesús podía resucitar de entre los muertos. Probablemente lo vio muerto, y fue devastado por ella. Él había visto a Jesús, caminar sobre el agua, curar ciegos, multiplicar los peces, e incluso resucitar a Lázaro de entre los muertos, pero la diferencia era que Jesús estaba vivo para todo eso. Cuando Jesús murió Tomas sabía de una sola persona que podría resucitar a las personas de entre los muertos, y fue el mismo Jesús. Cuando Jesús se le apareció, él declara que los que creen sin haber visto son los que son aún más bendecidos. Cualquier persona que da su vida a Cristo en este día y época, lo hacen completamente basados en la fe. Hoy, Jesús no aparece cualquier persona, en cualquier lugar. La Biblia es clara que hemos de esperar a su regreso. De hecho, si no fuera por los dos ángeles el día de la ascensión de Jesús al cielo, los discípulos todavía estarían buscando en el cielo. El mensaje de ese día era claro, los discípulos debían trabajar duro, y predicar el Evangelio sin descanso porque Jesús podría regresar en cualquier momento. Cada cena del Señor en la que participamos es un recordatorio de que Jesús no está ahí, que no vamos a comer con él hasta el día en que regrese.
La fe viene por oír la Escritura
Pablo en Romanos 10:17 es muy claro sobre la forma en que las personas obtienen la fe. Él dice,
“Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.”
Es muy importante que entendamos la importancia de esto. Ninguna imagen de Jesús, ningún descubrimiento arqueológico y en última instancia, ningún versado en apologética puede llevar a alguien a la fe. Debe ser solo por la Escritura.. Es por eso que Jesús cuenta la parábola del hombre rico y Lázaro (Lucas 16:19-31). Ya que el hombre rico está en el infierno, él pide a Abraham que envíe a Lázaro a predicarle a su familia para que nadie se una a él allí. Pero Abraham le dijo: “Si no escuchan a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán si alguno se levanta de entre los muertos.” Puesto que Moisés y los Profetas ya estaban muertos, Jesús debe haber estado refiriéndose a la Biblia. Él dice que alguien podía realizar el milagro más grande jamás visto, y no importaría, la gente debe creer la escritura, y si no lo hacen, ningún milagro podría persuadirlos.
La experiencia nunca puede sustituir a la Palabra de Dios
Mucha gente quiere sentir algo desesperadamente. Ellos están buscando una sensación de que nunca llegará. Hasta cierto punto a todos nos gusta tener grandes experiencias, pero ninguna podríamos acercarnos a lo que Pedro, Juan y Santiago experimentaron en el monte de la transfiguración. Y, sin embargo, en 2 Pedro 1: 18-21,
y nosotros mismos escuchamos esta declaración, hecha desde el cielo cuando estábamos con El en el monte santo. Y así tenemos la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en prestar atención como a una lámpara que brilla en el lugar oscuro, hasta que el día despunte y el lucero de la mañana aparezca en vuestros corazones. Pero ante todo sabed esto, que ninguna profecía de la Escritura es asunto de interpretación personal, pues ninguna profecía fue dada jamás por un acto de voluntad humana, sino que hombres inspirados por el Espíritu Santo hablaron de parte de Dios.
Pedro dice que la experiencia más grande de su vida, palidece en comparación con, lo que la mayoría de nosotros llevamos aproximadamente en 20 versiones en nuestros teléfonos en todo el mundo: la palabra de Dios.
En última instancia, si Jesús tenía el pelo largo, pelo corto, era alto o muy bajo de estatura, era musculoso o muy flaco, no importa. Un día veremos le cara a cara. Puede que no sepamos como era, pero se nos promete en esta vida, no sólo tener su mente (1 Corintios 2:16), sino también ser uno con Él (1 Corintios 6:17), y le conocemos mejor que cualquier persona que caminaba con él hace dos mil años. Lo más importante en esta vida es si tenemos fe o no en lo que él dijo que era, y si hemos confiado en él para salvarnos de nuestros pecados. Y ¡cuan bendecidos somos por creer en Aquel a quien no hemos visto!

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