martes, julio 07, 2015

¿He cometido el pecado imperdonable?

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Por Alberto Solano   July 7, 2015

No es cosa extraña el que una persona se llegue a preguntar si ha cometido el “pecado imperdonable.” Aun verdaderos creyentes podrían llegar a pensar que han cometido un pecado del cual es imposible encontrar perdón. El asesinato, la violación, el suicidio o el adulterio, todos estos han sido propuestos como candidatos para ser considerados como el “pecado imperdonable.” Aquellos que han cometido estos pecados podrían vivir una vida en desesperación, pensando que jamás podrán encontrar perdón por lo que hicieron.

Para poder formular una respuesta completa debemos primeramente responder a la siguiente pregunta:

¿Cuál es el pecado imperdonable?

Contexto de Mateo 12:31-32:

El contexto del pecado imperdonable se encuentra en Mateo 12. En este pasaje Jesús es confrontado por los Fariseos por haber sanado a un hombre endemoniado (12:22-32), justo después de haber estado enseñando acerca del Día de Reposo (12:1-21). Este acontecimiento fue controversial no sólo porque Jesús lo hizo en el Día de Reposo, sino que tal hecho hizo que la gente se preguntase: “¿Será éste aquel Hijo de David?” (versículo 23; mismo que había sido profetizado en 2 Samuel 7:12-14). En esencia, este milagro causó que los Fariseos reaccionaran fuertemente, pues Jesús acababa de demostrar que tenía autoridad no sólo sobre el Día de Reposo, sino que tenía poder sobre el poder de Satanás.
Los Fariseos rápidamente buscaron una respuesta para poder explicar el poder de Jesús

Al ver que la gente se comenzaba a preguntar si Jesús sería el Mesías prometido, los Fariseos rápidamente buscaron una respuesta para poder explicar el poder de Jesús. Por un lado, si ellos aceptaban que tal poder venía de Dios, entonces ellos mismos se debían preguntar si Jesús realmente era el Mesías prometido, el Hijo de David (versículos 28). Por otro lado, si le atribuían su poder a Satanás, entonces podían excusar su incredulidad, por lo que “los fariseos, al oírlo, decían: Este no echa fuera los demonios sino por Beelzebú, príncipe de los demonios” (versículo 24).

Jesús respondió primeramente con una explicación lógica: si un reino pelea contra el mismo, tal reino no prevalecería (12:25-26). Segundo, después de haber hablado en contra de su lógica, les retó a que pensasen por medio de que poder es que ciertos judíos lograban hacer sus milagros (12:27). Y finalmente les afirmó que él echaba fuera demonios por medio del poder del Espíritu Santo (12:28),  demostrando así que tenía poder para destruir a Satanás y para establecer su reino. Es en este contexto que Jesús menciona el habla acerca del pecado imperdonable:

“Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; mas la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada. A cualquiera que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero” (Mateo 12:31-32).

Definición

Así que, ¿cuál es el pecado imperdonable? El contexto anteriormente presentado no nos indica un pecado como el suicidio, la violación sexual o el asesinato. Más bien el contexto de Mateo 12 parece indicar que el pecado imperdonable es el rechazo de la persona de Jesús y su mensaje a pesar de los claros milagros, sus obras y el mensaje del evangelio, mientras que él estaba presente en la tierra. O como lo dice Jonathan Pennington: “es una decisión específica, activa y final al declarar que la persona y las obras de Jesús fueron originadas por actividad demoniaca.”[1] Esto quiere decir que es el rechazo de Jesús aun cuando el Espíritu Santo mismo testificaba acerca de él; es el rechazo de Jesús a pesar de que sus milagros y señales fueron hechos por medio de y testificados por el Espíritu Santo (versículo 32).
Fue la dureza del corazón de las personas lo que les llevó a rechazar el indudable testimonio del Espíritu Santo
Eso es precisamente lo que quiere decir con el “hablar contra el Espíritu Santo” (en otras versiones “blasfemar”). Estas personas atribuyeron la obra del Espíritu Santo a actividad demoniaca. En esencia, ellos hablaron contra el Espíritu y le blasfemaron al negarle y rechazar su testimonio de Jesucristo.

Fue el rechazo del mensaje y las obras de Jesucristo mientras que estaba presente de manera física en esta tierra lo que se menciona como el “pecado imperdonable.” Tal como los Fariseos, fue la dureza del corazón de las personas lo que les llevó a rechazar el indudable testimonio del Espíritu Santo. Estas fueron personas que, estando frente a evidencias claras de la veracidad de Jesús como el Hijo de David, como el Mesías prometido, decidieron rechazarle. Es por eso que ellos nunca podrían encontrar perdón. No porque Dios les odiaba, sino por la dureza de sus propios corazones. Ellos se condenaron a si mismos al rechazar al Espíritu Santo.

¿Puedo llegar a cometer el pecado imperdonable?

Aquí hay cinco cosas que podemos concluir basados en el contexto de Mateo 12 y el resto de la Biblia:
La Biblia promete perdón a cualquier pecador que se arrepiente

  1. La Biblia promete perdón a cualquier pecador que se arrepiente.La Biblia claramente demuestra que aquellos que, al ver los milagros y las señales de Jesús, se arrepintieron y creyeron en él como el Cristo, encontraron salvación y vida eterna (Lucas 23:42; Juan 15:3) . Otro grupo de personas fueron aquellos que pecaron por ignorancia, en su mayoría personas las cuales nunca observaron de cerca el ministerio de Jesús en la tierra, tal como el caso de Pablo el cual a pesar de que pecó “en ignorancia”, encontró salvación (1 Timoteo 1:13). Ambos grupos de pecadores demuestran que aquel que se arrepiente y confiesa su pecado, es perdonado (Juan 3:16; Romanos 3:23; 6:23)
  2. No hay pecado tan grande que no pueda ser perdonado. Dentro de estas palabras aterradoras existe una hermosa promesa: “Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres” (versículo 31). No importa que pecado haya cometido una persona, si se arrepienten pueden ser perdonados. Los dos ejemplos más hermosos de esto son: Pablo, un asesino que fue perdonado (Romanos 8:1), y los miembros de la iglesia de Corinto los cuales antes de Cristo solían ser fornicarios, idólatras, adúlteros, afeminados, homosexuales, ladrones, avaros, borrachos, maldicientes y estafadores (1 Corintios 6:9-11).
  3. Aquellos que rechazan a Jesús no tienen salvación. Aun cuando el pecado imperdonable que se describe en Mateo 12 está ligado con el ministerio de Jesús en la tierra, las implicaciones de tal son también para el día de hoy. Esto es, si una persona rechaza el evangelio y muere en la dureza de su corazón, tanto este individuo como aquellos que rechazaron a Jesús durante su ministerio hace 2000 años, mueren sin perdón divino. Aquellos que han escuchado el evangelio, han estado en contacto con cristianos, han visto la obra y el testimonio del Espíritu santo, han escuchado la predicación de la Palabra de Dios, y aún así rechazan a Jesús, se condenan a si mismos (Hebreos 6:4-6).
  4. Dios nunca rechazará a un corazón contrito y quebrantado. Salmo 51:17 promete: “Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.” Louis Berkhof propuso una manera simple de saber si una persona ha endurecido su corazón al punto que se condena a si mismo por su propio pecado: Si usted teme que haya cometido el pecado que se menciona en Hebreos 6:4-6, y si usted está arrepentido del pecado que cometió, entonces tenga la seguridad de que, por su propio quebrantamiento y humillación, demuestra que su corazón no se ha endurecido al punto de que se condena a si mismo. Habiendo dicho esto, usted debe confesar su pecado y arrepentirse.
  5. A Satanás le interesa que usted nunca se arrepienta. La pregunta: “¿he cometido el pecado imperdonable?” por lo general es hecha inmediatamente después de haber cometido una atrocidad o un pecado horrendo. Muchos, al ver lo que acaban de hacer, piensan que Dios jamás los perdonaría y que lo mejor para ellos sería huir de Dios y jamás regresar a la iglesia. Esto es exactamente lo que Satanás busca de aquellos que pecan. Pero la Biblia dice: “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad” (1 Juan 1:9). Si Dios perdonó a Pedro después de haberle negado (Juan 21:15-17), usted también puede encontrar perdón de todos sus pecados, no importa que tan grandes hayan sido.

Si habla ingles, le recomendaría leer el este artículo en TMS Journal, escrito por nuestro vice-presidente académico, Dr. Irv Busenitz, el cual ofrece una explicación mucho más extensa al respecto.

Publicado originalmente aquí

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Alberto Solano, graduado con una Maestría en Divinidad (M.Div.) en The Master’s Seminary, actualmente estudia una Maestría en Teología (Th.M.) con énfasis en el Nuevo Testamento. Aparte de servir en el ministerio hispano de Grace Community Church, Alberto trabaja en el departamento de admisiones del seminario.

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