martes, octubre 18, 2011

Top 10 de Errores de Predicación

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Top 10 de Errores de Predicaci�n

Por David Murray
Es uno de mis privilegios escuchar a muchos predicadores principiantes predicando su primer sermón. A veces, es sorprendente cómo Dios ha dotado a una persona y ¡usted espera que el Seminario no los estropee! Por lo general, sin embargo, los primeros sermones confirman la necesidad de más formación continua. Mientras he escuchado en los últimos años a los estudiantes comenzar a predicar, me he dado cuenta que los mismos errores que surgen una y otra vez los mismos errores en los que todos caemos de vez en cuando. Los diez más comúnes son: 
  1. Atiborrar: Exprimir todo lo que he estudiado acerca de la Biblia en los últimos años en 30 minutos.
  2. Superficialidad: Tomar demasiados versículos y leerlos superficialmente, no enseñando nada de lo que una persona con inteligencia promedio no lo habría obtenido del texto.
  3. Flotar: El predicador dice muchas cosas que se relacionan con el texto, flotando o pasando sobre el texto, pero no muestra la forma en que están anclados en el texto.
  4. Textos de Prueba: Incluir montones y montones de textos de toda la Biblia, y en ocasiones desviando a los oyentes exponiendo tantos textos de prueba como el texto del sermón.
  5. Citar: Citar demasiados comentaristas, teólogos y otros predicadores del pasado y del presente.
  6. Conferenciar: Es difícil definir la diferencia entre predicar y dar conferencias, pero usted lo sabe cuando lo ve / oye. Se trata de pasión, contacto visual, persuasión, urgencia, etc
  7. Asumir: Nuestro propio exceso de familiaridad con el texto trae como resultado asumir que nuestros oyentes conocen el trasfondo del texto, el significado de palabras básicas y de conceptos fundamentales, pueden también dar lugar a una predicación a velocidad. Y no supone que sus oyentes son todos convertidos o no.
  8. Confundir: Los oyentes se dejan confundir por lo general debido a la falta de estructura o una estructura demasiado complicada (puntos principales, sub-puntos, etc), o, a veces hay una buena estructura, pero no es suficientemente resaltada y subrayada para que los oyentes conozcan dónde han estado, dónde están, y a dónde van.
  9. Pulverización: Montones y montones de datos, pero ni un solo pensamiento dominante, es la diferencia entre una escopeta y un rifle.
  10. Complicar: En lugar de explicar el texto, un predicador en realidad puede hacer que sea más oscuro. Por lo general, consiste en palabras demasiado grandes, frases demasiado largas, conceptos demasiado abstractos, un lenguaje demasiado filosófico / teológico.
Tal vez la mañana del lunes no es el mejor momento para publicar esto, ya que muchos de nosotros los predicadores ya estamos inmersos en nuestro propio sermón “post-mortem”. Por otro lado, tal vez nos ayudará a saber dónde nos hemos equivocado (otra vez).

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