La Violación de Cantar de los Cantares de Salomón
(Por John MacArthur)
Tomado de Shepherds´ Fellowship Pulpit
Aparentemente la ruta más pequeña para la relevancia en el ministerio de la iglesia hoy día es que el pastor hable de sexo en términos llamativamente explícitos durante el servicio matutino dominical. Si él puede impactar a los parroquianos con vulgarismos y un humor atrevido, tanto mejor. Los defensores de esta tendencia solemnemente nos dicen que sin una estrategia de este tipo es casi imposible relacionarse con “la cultura” de hoy. (En el evangelicalismo contemporáneo ese término se ha convertido en una etiqueta conveniente justamente para todo lo que sea inculto y grosero.)
Los sermones acerca del sexo repentinamente se han convertido en una moda más grande en el mundo evangélico que la que alguna vez lo fue con la oración de Jabez. En todas partes, parece que las iglesias presentan una serie especial sobre el tema. Algunos de ellos hacen publicidad con rótulos publicitarios sugestivos a propósito diseñadas para ofender las sensibilidades conservadoras de sus comunidades.
Bastantes pastores han ganado cobertura de los medios noticiosos publicando “retos sexuales” a los miembros de la iglesia. Éstos son esquemas que hacen obligatorio el sexo diario para las parejas de casados por un tiempo especificado _ usualmente entre siete y cuarenta días. (Que tan responsables son las personas de esto es una pregunta que me da miedo hacer.)
Sería lo último sugerir que los predicadores deberían evitar completamente el tema del sexo. La Escritura tiene bastante que decir sobre el tema, comenzando con las primeras palabras de Dios a Adán y Eva (“Fructificad y multiplicaos” -Génesis 1:22). La ley de Dios tiene numerosos mandatos que gobiernan el comportamiento sexual, y el Nuevo Testamento repetidamente reafirman el estándar del Antiguo Testamento de la pureza sexual. Finalmente, en los capítulos finales de Escritura se nos dice que las personas sexualmente inmorales serán echadas en el lago de fuego (Apocalipsis 21:8). Entonces hay simplemente no hay forma de predicar todo el consejo de Dios sin mencionar el sexo.
Pero el lenguaje que la Escritura utiliza cuando trata con la relación física entre la pareja es siempre precavido _ a menudo simple, algunas veces poético, usualmente delicado, frecuentemente enmudecido por los eufemismos, y nunca completamente explícito. No hay indicio de lascivia inmadura en la Biblia, aún cuando el propósito evidente del profeta es impactar (como cuando Ezequiel 23:20 compara la apostasía de Israel a un acto de fornicación vulgar motivado por la lujuria de la bestialidad). Cuando un acto de adulterio es parte de la narrativa (como el pecado de David con Betsabé), nunca es descrito en una manera en que complacería a una imaginación lasciva o despertaría pensamientos lujuriosos.
El mensaje de la Escritura con respecto al sexo es simple y completamente coherente: La intimidad física total dentro del matrimonio es pura y debe ser disfrutada (Hebreos 13:4); pero remueva el pacto matrimonial de la ecuación y toda la actividad sexual (incluyendo aquello que ocurre sólo en la imaginación) no nada más que fornicación, un pecado serio que es especialmente profano y vergonzoso –tanto que la simple conversación inapropiada acerca sobre ello es una deshonra (Efesios 5:12).
Sobre todo, la a Escritura nunca se rebaja a un nivel morboso de educación sexual contemporánea. La Biblia no tiene una contraparte para el Kama Sutra Hindú (un antiguo manual sánscrito del sexo supuestamente transmitido por deidades hindús.) Nada de lo dispuesto en la Escritura proporciona instrucciones y procedimientos vívidos con respecto a la relación física dentro del matrimonio.
Eso incluye a Cantares de Salomón.
De hecho, el poema de amor de Salomón representa exactamente el enfoque opuesto. Es, por supuesto, un largo poema acerca del cortejo y el amor marital. Esta lleno de eufemismos e imágenes verbales. Su punto central es expresar delicadamente, sutilmente, y elegantemente la intimidad emocional y física del amor marital –en el lenguaje adecuado para cualquier audiencia.
Pero se ha hecho popular en ciertos círculos el utilizar descripciones sumamente gráficas de la intimidad física como una manera de exponer sobre los eufemismos en el poema de Salomón. Al desarrollarse esta tendencia, cada orador nuevo parece encontrar algo más impactante en las metáforas que cualquiera de sus predecesores se imaginaron alguna vez.
De ese modo se nos dice que el lenguaje poético de la Sulamita invocando los deleites de un manzano (Cantares 2:3) es una metáfora para el sexo oral. La comodidad y el deleite de un abrazo simple (2:6) no son lo que parece ser en absoluto. Aparentemente es imposible describir lo que ese versículo realmente quiere decir sin mencionar cierta parte in-mencionable del cuerpo humano.
Se nos asegura además que los significados detrás de las apariencias escandalosas de estos textos no son meramente descriptivos; son prescriptivos. La gnosis secreta de Cantares de Salomón retrata actos obligatorios que las esposas deben hacer si esto es lo que satisface a sus maridos, a pesar del propio deseo de la esposa o la conciencia. Recibí recientemente una grabación de uno de estos mensajes, donde el orador dijo: “Señoras, permítame asegurarles esto: Si usted piensa que usted está siendo sucia, él está bien feliz”.
Tales declaraciones se hacen usualmente en medio de carcajadas, pero evidentemente se espera que los tomemos en serio. Cuando la risa se desvaneció, ese orador agregó: “Jesucristo le ordena a usted que haga esto”.
Ese acercamiento no es exégesis; es abuso. Es contrario al estilo literario del libro en sí Es espiritualmente equivalente a un acto de violación. Despoja el bello vestido poético de Cantares de Salomón, desviste esa porción de la Escritura de su dignidad, y lo hace ser objeto de burla y mirar lasciva en una forma carnal.
Mark Driscoll atrevidamente ha guiado la marcha hacia este camino carnal. Él es por mucho, el mejor proponente popular prolífico más conocido que trata a Cantares de Salomón de ese modo. Él ha dicho repetidamente que éste es su pasaje favorito de la Escritura, y ha regresado una y otra vez en estos últimos años, culminando en una serie altamente anunciada lanzada en video por Internet el año pasado.
Me encuentro con jóvenes pastores que están siguiendo ese mismo ejemplo, y estoy bastante sorprendido de que la tendencia ha sido bien recibida en la iglesia con prácticamente ninguna crítica importante ni planteando serias objeciones. Así es que vamos a analizar y a criticar este acercamiento a Cantares de Salomón en el siguiente par de días, incluyendo una mirada a algunos ejemplos concretos donde la línea de propiedad claramente ha sido violada.
2 comentarios:
Todo lo dicho en este artículo suena correcto.
Sin embargo, nunca explica la razón de su incendiario título "la violación de Cantares"
¿A qué se refiere exactamente con "la violación"?
¿Está queriendo decir que Cantar de los Cantares trata sobre una violación? ¿Salomón violó a la Sunamita?
El título se presta para suponer que eso es lo que al autor está queriendo decir.
Si lo que el autor del artículo quería decir que el Cantar de los Cantares ha sido tergiversado y exagerado entre los cristianos, eso debió de ser dicho: "La tergiversación del Cantar de los Cantares".
Porque al usar "la violación" entonces cae en la misma línea de morbo que crítica.
Estoy de acuerdo que se está dando un uso inadecuado del Cantar de los Cantares en la Iglesia Apóstata sobre temas de sexo pero titular un artículo de manera metafórica bajo "violación" es algo también muy fuerte.
Si lo que quería era llamar la atención del artículo, no era necesario tal título que es apología de un crimen, un délito que Dios también condena.
Este artículo me parece es repetición de este otro artículo donde el autor también se enreda en una discusión muy larga con un título demasiado incendiario. http://elevangeliosegunjesucristo.blogspot.ch/2009/04/la-violacion-de-cantar-de-los-cantares.html
Paz a ustedes
Discrepo de algunos puntos y enfoques del autor por lo siguiente. Gracias a la falta de información en cuanto a la educación sexual, es que existe tantos tabúes e ignorancia en cuanto al tema sexual. El autor en cambio el autor dice que estos temas no se deberían hablar. Señor si el tema no se toca en los hogares, no se toca en la iglesia, entonces ¿dónde van aprender los jóvenes? En la calle, con sus pares, en Internet y no necesariamente de la forma correcta sino distorsionada. Gracias a este artículo recibí cierta presión y censura por parte de algunas autoridades evangélicas en mi país, pero no me importa, no podemos callar: http://www.elblogdebernabe.com/2012/08/la-educacion-sexual-fomentando-valores.html
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