El Poder de una Vida Santa (1ª Parte)
Miércoles, Abril 8, 2009
(Por John MacArthur)
A pesar de muchos avances tecnológicos, el siglo veintiuno ha entrado en aguas territoriales aterradoramente oscuras. Observe los titulares – la amenaza de terrorismo global, el caos de actividad criminal inconcebible, la profanación de pornografía, la confusión de los papeles de género, el futuro de la economía, lo "perdición" de nuestros hijos, etc., Etc. Las personas se están abrochando el cinturón de seguridad en vano, y manteniéndose en un mundo fuera de control hacia un futuro de mayor miedo, confusión, frustración, incertidumbre, y aislamiento.
Como cristiano, un cristiano verdadero, usted es realmente un contraste. Anclado en Jesucristo, usted es inmovible, constante y fuerte. Sus ojos está fijos en la Palabra de Dios, un faro que sobresale como una “una antorcha que alumbra en lugar oscuro” (2 Pedro 1:19). Cuando usted se dirige hacia esa luz, Dios cambia su vida por el poder del Espíritu Santo. El mensaje que usted proclama y la vida que usted vive le garantiza a usted que sobresaldrá en la cultura.
Las vidas piadosas y justas son la columna vertebral del evangelio que predicamos. El apóstol Pablo entendió eso. En medio de una sociedad pagana que hizo todo lo que podía para acosar a los cristianos y poner en duda la fe cristiana, él escribió a Tito explicándole cómo instruir a los cretenses “renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente” (Tito 2:12).
Cuando reflexiono sobre lo que Pablo dijo a Tito, puedo ver tres razones apremiantes de por que debemos vivir vidas santas. Y cada razón tiene poco que ver con los beneficios que vienen de vivir piadosamente, sin embargo hay beneficios (cf. 1 Timoteo 6:6). Más bien, Pablo expone el evangelismo como el motivo para la vida piadosa.
La Vida Santa Honra la Palabra de Dios
En el capítulo dos, Pablo instruye a Tito referente a los diferentes grupos de edades en la iglesia. A las mujeres jóvenes, les dice que deben actuar de modo tal “para que la palabra de Dios no sea blasfemada” (Tito 2:5). No podemos dejar a los incrédulos burlarse, ignorar, o rechazar completamente la Palabra de Dios. Incluso, el cómo vivimos directamente afectará a cómo se sienten las personas acerca de ella.
No importa cual sea su posición en la vida, los hombres cristianos y las mujeres que no son lo que deberían ser darán una razón a las personas de blasfemar la Palabra de Dios. El mundo no nos juzga por nuestra teología; nos juzga por nuestro comportamiento. La validez de la Escritura a la vista del mundo es determinada por como nos afecta. Si los incrédulos ven que nuestras vidas son verdaderamente transformadas, separadas y distintas del mundo, podrían concluir que la Escritura es verdadera, poderosa, y que transforma vidas.
La credibilidad del evangelio cristiano es inseparablemente asociada a la integridad de las vidas de aquellos que la proclaman. Por eso es que es tan devastador cuando los evangelistas reconocidos o líderes cristianos son atrapados en algún pecado grave o inmoral. ¿Cómo cree usted que los incrédulos reaccionan cuando ven tal hipocresía? Se ríen de ello, blasfemando así la Palabra de Dios y frustrando cualquier oportunidad que tenemos de contarles acerca de su poder para transformar sus vidas. El impacto de las vidas de hombres y mujeres que llevan el nombre del Señor es vital para la credibilidad de la fe y la efectividad de la predicación y testimonio personal. Eso es finalmente lo que está en peligro en la manera en que vivimos.
La Vida Piadosa Silencia la Oposición
La segunda razón que Pablo nos da para vivir vidas piadosas nos proporciona el corazón de lo que él quiere comunicar: “de modo que el adversario se avergüence, y no tenga nada malo que decir de vosotros” (Tito 2:8). La palabra griega traducida “se avergüence” literalmente significa “sonrojar,” enfatizando la vergüenza absoluta del adversario al no tener ni una sola crítica.
Los adversarios del cristianismo gustan regocijarse cuando los cristianos causan un escándalo. ¿No cree usted que una cierta cantidad de los incrédulos en su área de influencia les gustaría verle fallar significativamente para que así puedan justificar su incredulidad? No quieren ver a Dios transformar su vida – eso representaría una reprensión a sus estilos de vida pecaminosos. Pero eso es exactamente lo que usted quiere hacer – usted quiere hacerles pasar vergüenza cuando le critiquen porque no tienen nada para criticar justificadamente.
El asunto es evangelismo. La estrategia correcta para nuestra evangelización no es metodológica. Alcanzamos al mundo al a través de personificar la virtud, la santidad, la piedad, y una pureza de vida que hace a nuestra fe y a la Palabra de Dios creíbles.
El apóstol Pedro entendía la manera en que los creyentes tienen impacto sobre el mundo incrédulo. Él escribió: “Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma, manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles; para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, al considerar vuestras buenas obras.” (1 Pedro 2:11-12).
¿Puede usted ver qué tan imperioso es que vivamos vidas piadosas? Queremos que los incrédulos nos examinen. Vienen inicialmente a criticar, pero si nuestro comportamiento es excelente, la crítica de algunos podría recurrir a la curiosidad. Y si esa curiosidad recurre a la conversión, glorificarán a Dios por su salvación. Por tanto hemos hecho nuestra parte al llevar gloria a Dios. Usted conduce a las personas a la credibilidad del cristianismo y finalmente a la conversión por la virtud de su vida. Así es que manténgase lejos de las lujurias carnales y mantenga un excelente comportamiento.
(Continúa…)
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