jueves, abril 30, 2009

La Palabra de Dios en las Manos del Hombre

La Palabra de Dios en las Manos del Hombre
Por R.C. Sproul

Fueron muchos años atrás cuando mi abuela jugaba juegos conmigo que ella había jugado cuando era una niñita en los 1880s. Un juego que ella mencionó era uno que ella y sus novias metodistas jugaron con sus amigos católicos. Era una broma alegre de palabras populares, mi abuela decía, “Tommy y Johnny bajaron al río a jugar dominós.” Aquí la palabra dominós era un juego  sobre el uso del término Domine que sucedía tan frecuentemente en el rito católico popular. Los niños, claro está, revelaban su falta de conocimiento de las palabras populares porque eran habladas en latín.

En una manera similar, aquellos que están interesados en las artes de la prestidigitación saben que todos los magos, al desempeñar su oficio, utilizan ciertas palabras para hacer que suceda su magia. Recitan ciertos conjuros, como “el abracadabra," "presto chango,” y quizá el más famoso de todos, “hocus pocus.” Incluso hoy se habla del "hocus pocus" para describir un tipo de arte mágico. Es un conjuro utilizado por el mago para realizar su magia. Pero ¿De donde se originó la frase “hocus pocus”?

El origen de eso es otra vez tomado prestado del malentendido de las personas del lenguaje utilizado en la Misa Católica Romana. Según las palabras de la institución pronunciada en latín en la fórmula antigua, la declaración era recitada como sigue: “hoc est corpus meum.” Esta frase es la traducción latina de las palabras de Jesús en la última cena: “Éste es mi cuerpo.” Pero en la Misa dirigida al oído inculto, el supuesto milagro de la transformación de los elementos del pan y el vino en el cuerpo y la sangre de Cristo se escuchaban bajo la rúbrica del lenguaje que sonaba como “hocus pocus.” Este tipo de derivaciones son un resultado directo de las personas que participaban en alguna clase de drama donde las palabras que era habladas siguen siendo desconocidas a ellas.

En la Edad Media, la iglesia estaba comprometida a llevar a cabo la Misa en la antigua lengua del latín. Lengua que se entendía por las personas educadas, y en particular por el clero, pero no era inteligible para los laicos. Ya en el noveno siglo, se plantearon dudas acerca de la conveniencia de mantener las Palabras de Dios obscurecidas al laico al ser restringidas al latín. La Biblia misma estaba literalmente encadenada a los atriles de las iglesias, a fin de que no pudiese caer en las manos de personas que no estaban calificadas en los idiomas. No se le era dado a la persona común el interpretar la Biblia por su cuenta o hacerle orar en el lenguaje común de la gente. Tomó siglos a la iglesia lograr sobreponerse a esta lucha, y provocó asuntos de herejía y de persecución. Antes de la Reforma del siglo dieciséis, entre personas de habla inglesa, la obra de Tyndale y Wycliffe fue sometida a la censura de la iglesia porque estos hombres se atrevieron a traducir la Biblia en un lenguaje distinto del latín.

En 1521, La dieta de Worms Imperial finalizó dramáticamente cuando Lutero, en presencia del Santo Emperador Romano, rehusó retractarse de sus escritos e indicando a la asamblea reunida: “A menos que quede convencido por la Escritura sagrada o por razón evidente, no me retractaré. Pues mi conciencia es llevada cautiva por la Palabra de Dios. Aquí estoy parado, no puedo hacer otra cosa. Dios mío ayúdame.” Con esas palabras dramáticas, el Régimen estalló en gritos de protesta, mientras los amigos de Lutero fingieron un secuestro, alejándolo rápidamente de Worms y llevandolo secretamente al castillo Wartburg en Eisenach. Allí durante un año completo, Lutero, disfrazado como monje, se dedicó a su proyecto de traducir el Nuevo Testamento al idioma alemán del texto griego original. Algunos consideran este trabajo de exponer la Biblia en lengua común como una de las contribuciones más importantes que Lutero hizo a la vida de la iglesia.

Pero no fue recibido con ecuanimidad en todas partes. El gran estudioso renacentista, Erasmo de Rotterdam, cuyo lema fue ad fontes (“a las fuentes”), quien fue conocido para su dominio de los lenguajes antiguos, protestó contra la presunción de Lutero de interpretar la Biblia en lengua vernácula. Erasmo tenía suficiente respeto por Lutero para ver que Lutero era un filólogo de talla mundial en su propio derecho. Pero él castigó a Lutero por atreverse a ir en contra de la iglesia al traducir la Biblia en alemán. Él aconsejó a Lutero diciendo que si la Biblia era traducida en la lengua común y dada a las personas para su lectura, sería abrir una compuerta de iniquidad.”

Erasmo estaba convencido de que poner la Biblia en las manos de la gente en su lenguaje les daría licencia para convertir la Biblia en una nariz de cera retorcida, moldeada y distorsionada en cualquier inclinación u opinión privada que el individuo podría tomar de las Escrituras. Lutero afirmó esto, que si las personas no calificadas reciben el derecho de leer las Escrituras por ellos mismos en su propio idioma, mucha daño se producirá de ella, y las personas usarán la Biblia para intentar justificar lo más descabellado de todas las herejías posibles. Por otra parte, Lutero quedó convencido de la perspicuidad de la Escritura, es decir, que su mensaje central de salvación es tan claro que un niño lo puede comprender. Lutero creyó que las palabras del salvación comunicadas en la Escritura son tan de vital importancia que merecen la pena de establecer la oportunidad de salvación a las personas si bien algunas consecuencias horrendas podrían provenir de tal lectura. Él respondió a Erasmo diciendo: “Si una compuerta de iniquidad ha de ser abierta, que así sea.”

A raíz de la traducción de la Biblia en el lenguaje común vino el principio básico de interpretación privada. Ese principio de interpretación privada fue sólidamente condenado por la Iglesia Católica Romana en la cuarta sesión del Concilio de Trento en la mitad del siglo dieciséis. Pero la suerte estaba echada, y desde ese momento, la Biblia ha sido traducida a miles de lenguajes, y los intentos son de traducir la Biblia en cada lenguaje que pueda ser encontrado dondequiera en la faz de la tierra. Las preocupaciones proféticas de Erasmo de muchas formas se han hecho realidad con la proliferación vasta de denominaciones, cada una de ellas llamándose bíblicas. Sin embargo al mismo tiempo, el evangelio de salvación en Cristo se ha dado a conocer al extranjero en todo el mundo porque la Biblia ha sido dada en el idioma común y se ha puesto disponible a todas las personas. Para estar seguros, la interpretación privada no da a uno licencia para una distorsión privada. Cualquier persona que se atreve a interpretar la Biblia por su cuenta debe asumir ese derecho con la responsabilidad enorme de interpretarla correctamente.

Tomado de Ligonier Ministries and R.C. Sproul. © Tabletalk magazine.
Web: www.ligonier.org/tabletalk. Email: tabletalk@ligonier.org.
Tel: 1-800-435-4343.

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