Crecer:
Consejos para YRRs (2a. Parte 2)
por John MacArthur
Si yo pudiera impresionar a los estudiantes Jóvenes, Inquietos, Reformados dirigiéndoles una sola palabra de consejo amistoso para tratar lo que creo que es la deficiencia más evidente de este movimiento, esta es lo que sería: “Hermanos, no seáis niños en la manera de pensar; más bien, sed niños en la malicia, pero en la manera de pensar sed maduros.” (1 Corintios 14:20).
Estoy muy contento de que las filas de YRRs están creciendo numéricamente. Muchas cosas buenas acerca de este movimiento están llenas de promesa y potencial. Para cumplir con ese potencial, sin embargo, esta generación de reformadores necesita desesperadamente dejar atrás la etapa de jovenes-e-inquietos. La inmadurez y la inestabilidad son obstáculos a la fecundidad espiritual, y no virtudes.
Cuando Pablo dijo a Timoteo: “Que nadie te menosprecie por tu juventud” (1 Timoteo 4:12), él no estaba sugiriendo que Timoteo debería prohibir a la gente en la iglesia desaprobara si el pastor mostrara inmadurez, mala conducta juvenil y una indiscreción juvenil, u otros rasgos de carácter de inexperto.
Mucho menos el apóstol estaba sugiriendo que Timoteo debería atender exclusivamente a los jóvenes, mientras que deliberadamente marginar a los ancianos. Eso, siento decir, es el tipo de consejo a veces oímos hoy en día de muchos autoproclamados expertos en crecimiento de la iglesia: Los pastores deben ser innovadores, de estilo, agentes de cambio. Tienes que atraer a los jóvenes. Ellos son el grupo demográfico único que realmente importa si el objetivo es impactar la cultura.
Y si las personas mayores en la iglesia llegan a ser “resistentes”, sólo les mostramos la puerta. Deles el pie izquierdo de la comunión. Después de todo, "Hay momentos en los que tienes que jugar duro".
Pero por amor de Dios no se vistan de duros. La ropa de secundaria y pelo hasta la cintura son una herramienta esencial de la contextualización. Entre más informal, mejor. Camisetas envejecidas con dibujos grunge y pantalones vaqueros rasgados son perfectos. Usted no quiere que nadie piense que tome tan en serio el culto, por ejemplo, una boda o una comparecencia ante el tribunal. Sea ‘cool’. Lo que significa que (por supuesto) que no debe ser percibido como meticuloso en cuestiones de doctrina o de hermenéutica. Pero hagas lo que hagas, no deje de prestar especial atención a Abercrombie & Fitch [marca de ropa].
A veces pienso que ningún grupo es más consciente de la moda que la actual cosecha de entusiasta de plantadores de iglesias, excepto tal vez las chicas adolescentes.
Pero, alguien protesta, la Escritura dice: “Ninguno tenga en poco la juventud.”
Con frecuencia escuchamos ese texto citado para ese argumento. Pero el punto de Pablo a Timoteo era precisamente lo contrario: no dar a nadie una razón para criticar por ser inmaduros, “pero los creyentes se ejemplo en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza”. Pablo no estaba sugiriendo que Timoteo deba exagerar su juventud o llevarlo como un símbolo de distinción, sino que se le insta al joven pastor a cultivar la madurez mas alla de su edad.
Charles Spurgeon entendió el principio. Se convirtió en pastor de una congregación bautista de la más grande y más famosa de Londres a la edad de 20 años, a menos de cinco años después de su conversión. Sin embargo, consciente y diligentemente buscó mostrar madurez más allá de sus años-especialmente en sus modales y su enfoque al ministerio. A los 40 años, reflexionó sobre la brevedad de su propia adolescencia: “Podría haber sido un hombre joven de doce años, pero a los dieciséis años era un sobrio y respetable pastor bautista, sentado en la silla, dirigiendo y gobernando la Iglesia en ese período de mi vida, cuando tal vez debería haber estado en el patio de recreo... me dediqué a mis libros, estudiando y trabajando duro, apegado a ello.”
Como he demostrado en otra parte, la fascinación pueril del evangelicalismo con la moda adolescente, la leche en vez de carne, y el entretenimiento trivial en lugar de la doctrina seria está profundamente enraizada en una filosofía pragmática del ministerio. No es “reformada” en ningún sentido, pero es una expresión clásica de voluntad libre centrada en el hombre –lo que Colosenses 2:23 se refiere como “religion humana.” Es la antítesis de la importancia de la Biblia sobre la soberanía de Dios y el evangelio puro como el poder de Dios para salvación. Por el contrario, comienza con la suposición de que a los perdidos se debe ganar por puras artimañas-a través de la inteligencia del ingenio humano o la apelación supuesta de la moda mundana.
Eso, por supuesto, es precisamente la filosofía que Pablo rechazó y refutó en 1 Corintios 2:1-5.
Uno podría pensar que cualquier movimiento que afirma oficialmente la doctrina Reformada va a estar a la vanguardia de la oposición de las modas pasajeras insípidas que han plagado el evangelismo de las últimas décadas. Pero eso no siempre ha sido el caso de Jóvenes, Inquietos y Reformados de hoy. A medida que el movimiento YRR ha tomado forma, algunos de los libros más vendidos y figuras destacadas del movimiento han sido completamente acríticos (y en algunos casos abiertamente en apoyo) al pragmatismo del estilo sensible al buscador.
Peor aún, las modas y trucos de algunos prominentes YRRs parecen que quieren ser conocidos mucho más por siniestros que las diversiones superficiales que lo que estaban las iglesias sensibles al buscador alrededor de hace veinte años. A juzgar por los sitios web y blogs de cierta iglesia pastoral, un núcleo importante de jóvenes en el movimiento YRR son perfectamente felices de dar al mundo la impresión de que la lucha en jaula, beber cerveza, fumar cigarros, tener fiestas, y otras formas de comportamiento de niño malo son señales distintivas de su religión. Mientras tanto, muchos otros que se identifican con el movimiento, evidentemente, creo que ninguno habla de santidad, sin mencionar ninguna preocupación por el gusto o decoro, es equivalente al tipo más rancio de legalismo.
Esta opinión refleja una falta de madurez carnal que no debe ser alentada. Cuando la conversación obscena y lasciva es tema desde los púlpitos de 40 años de edad, los pastores son habitualmente defendidos por una atracción a la “juventud” del ofensor, y la medición de la madurez de una persona está muy torcida. Es un problema serio. El movimiento no puede sobrevivir o prosperar en los líderes que están atrapados en una perpetua adolescencia –no importa lo mucho que hablen sobre la masculinidad y se den golpes de pecho para demostrar su machismo.
Aquellos que exhiben tal comportamiento están fuera de su elemento afirmando ser reformados. La madurez es una virtud necesaria para aquellos que sean verdaderamente eficaces en el ministerio. “Pero el alimento sólido es para los adultos, los cuales por la práctica tienen los sentidos ejercitados para discernir el bien y el mal.” (Hebreos 5:14). Ese es un objetivo deseable y honorable: luchar por ello.
“12No que ya lo haya alcanzado o que ya haya llegado a ser perfecto, sino que sigo adelante, a fin de poder alcanzar aquello para lo cual también fui alcanzado por Cristo Jesús. 13Hermanos, yo mismo no considero haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está delante, 14prosigo hacia la meta para obtener el premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. 15Así que todos los que somos perfectos, tengamos esta misma actitud..” "(Filipenses 3:12 -. 15).
Disponible en línea en: http://www.gty.org/Resources/Blog/B110725
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