miércoles, abril 21, 2010

La Vida Guiada por el Evangelio

La Vida Guiada por el Evangelio

por Harry Reeder

Cuando me pidieron participar en esta columna diseñada para cristianos maduros para compartir ideas y estímulos a jóvenes creyentes, no tenía ninguna duda del tema a tratar - la vida Guiada por el Evangelio.

El Evangelio de la gracia salvadora de Jesús es el fundamento, la formación, y la principal motivación para la vida cristiana.

El mensaje del Evangelio te lleva a Cristo como el fundamento seguro para la vida eterna. El mensaje del Evangelio provee la dirección para la formación de su nueva vida. El mensaje del Evangelio proporciona la principal motivación para una vida en maduración. La importancia de vivir una vida basada en el Evangelio es la causa de porque Pablo recordó a la iglesia de Corinto que cuando estaba “con ellos” estaba decidido a mantener su atención sobre el Evangelio, predicando a “Cristo y a éste crucificado”. Añadiendo énfasis, declaró, “No he venido a bautizar, sino a predicar el Evangelio” (cf. 1 Cor. 1:17). Él no estaba degradando el bautismo, sino que subraya que el Evangelio es esencial para la evangelización y el hacer discípulos.

Al principio de mi vida cristiana, pensé que el Evangelio era el mensaje para ganar la gente para Cristo, luego, al hacer discípulos, uno se trasladaba a “cosas más profundas.” ¡Qué falacia! Usted nunca ira más allá del Evangelio. Usted profundiza más y más con el Evangelio, pero nunca más allá del Evangelio. El Evangelio es lo que define cómo ser un hombre, mujer, esposo, padre y ciudadano cristiano. El Evangelio trae el reino del reino de Cristo a nuestros corazones y a todo el mundo. Las bendiciones del Evangelio dan gozo a la vida cristiana y la capacidad de regocijarse, incluso en el sufrimiento. Los imperativos del Evangelio dirigen nuestro deseo obedecer amorosamente a nuestro Señor. El Evangelio es el fundamento, la formación, y la motivación, ya que enciende nuestra obediencia amorosa a Cristo cuando descubrimos la verdad transformadora que “Él nos amó primero” (1 Juan 4:19).

Un amplio paquete de folletos a mi oficina ofrecen conferencias que ayudarán a la iglesia “a hacer relevante el Evangelio.” Betsy Childs, una hija de nuestra iglesia y escritora de Ravi Zacharias, al comentar sobre este fenómeno, escribe: “¿Por qué pensamos que el Evang. A decir verdad, debemos entender los problemas de nuestro tiempo y comunicarnos con la gente intencionadamente para un evangelismo y discipulado efectivo, pero nada es más importante que el mensaje del Evangelio, el cual anuncia: cuando no había forma de que el hombre estuviera bien con Dios, Él hizo un camino, a través de Cristo, su Hijo, que es “el Camino, y la Verdad y la Vida. Nadie viene al Padre sino por [El]” (Juan 14:6). El mensaje del Evangelio revela que el amor de Dios ha cumplido la santidad de Dios en la cruz. Por lo tanto, nuestra salvación es por el poder de Dios y la justicia infalible de Dios.

La mayoría de las religiones tienen un denominador común. Te dicen lo que debes hacer para ganar la salvación. Por el contrario, el Evangelio cristiano declara que lo que hacemos no es la respuesta, sino el problema. Estoy convencido de que las grandes palabras de la Biblia son: “Mas Dios.” “Mira, pues, la bondad y la severidad de Dios; la severidad ciertamente para con los que cayeron, pero la bondad para contigo, si permaneces en esa bondad; pues de otra manera tú también serás cortado...” (Rom. 11:22).

En Romanos 1:15 Pablo declara que una clave de su deseo de venir a Roma se debe a que estaba “ansioso estoy de anunciar el evangelio también a vosotros que estáis en Roma”. El “vosotros” se identifican en el versículo 7 como “a todos los amados de Dios que están en Roma, llamados a ser santos.” En otras palabras, los cristianos. Pablo estaba ansioso por predicar el Evangelio no sólo a los perdidos, sino también a los cristianos. Pablo obviamente creía que el Evangelio es esencial tanto para la evangelización como para el discipulado, ya que ofrece el fundamento, la formación, y la motivación para la vida cristiana.

Cuando tenía dieciséis años, mi padre me compró un coche en una subasta por $ 75. Era una Ford 57 color rosa, que papá insistía que era “de coral.” ¡No podía conducir un coche de color rosa a la escuela! Entonces oí las palabras que en un futuro no muy lejano mis hijos oirían: “Hijo, un paseo pobre es mejor que un paseo orgulloso.” Se decían de forma tan convincente que probablemente yo sabía que eran de la Biblia. Entonces mi papá abrió el cofre, y para mi sorpresa, debajo estaba un motor 390 con dos carburadores de cuatro gargantas. El carro había sido un Interceptor del Estado de Carolina del Sur (un coche de patrulla de caminos). Nada había con más potencia que bajo el cofre. El espacio y la convicción me impiden detallar las sorpresas que los Corvettes y los Roadsters obtendrían después de que vieran con risa mi Ford 57 rosa mientras se detuvieran al lado en los semáforos. It didn't look like much, but there was power under the hood. No parece gran cosa, pero había poder bajo el cofre.

Joven cristiano, el mundo desprecia el Evangelio en su simplicidad y desdeña las vasijas encargadas de realizar y proclamarlo. Pero hay poder bajo el cofre. Viva el Evangelio, créalo y predique todo el Evangelio - las bendiciones del Evangelio que declaran quién es usted en Cristo, los imperativos del Evangelio que le llaman a su nueva vida por Cristo. Este Evangelio transforma los corazones, mentes y las voluntades de los pecadores. Gracias a Dios, sigue transformando la mía. Predíquelo a usted mismo, el uno al otro, y a los perdidos, y conozca las alegrías de la vida guiada por el evangelio.

Tomado de aquí

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