Compromiso: A Veces Sutil y Siempre Significativo
Domingo, 25 de abril 2010
Al igual que el caos filosófico y moral que resulta del naturalismo, todo tipo de travesuras teológicas sobrevienen cuando rechazamos o comprometemos la verdad literal del relato bíblico de la creación y la caída de Adán.
Me doy cuenta, por supuesto, que algunos creacionistas de la antigua tierra sostienen la creación literal de Adán y afirman que Adán fue una figura histórica. Pero su decisión de aceptar la creación de Adán como literal implica un cambio arbitrario hermenéutico sobre Génesis 1:26-27 y luego otra vez en Génesis 2:7. Si todo en torno a estos versículos se maneja alegóricamente o simbólicamente, es injustificable tomar esos versículos en un sentido literal e histórico. Por lo tanto, el método de los creacionistas de la tierra antigua de interpretar el texto del Génesis en realidad socava la historicidad de Adán. Después de haber decidido ya el tratamiento del relato de la creación misma como un mito o alegoría, no tienen motivos para insistir (de pronto y arbitrariamente, al parecer) que la creación de Adán es historia literal. Su creencia en un histórico Adán es simplemente incompatible con su propia exégesis del resto del texto.
[Ese cambio hermenéutico se ilustra claramente en este post . Bruce Waltke está dispuesto a dialogar sobre un punto de vista evolutivo del Génesis 1-2; Tremper Longman III cómodamente pone en tela de juicio la historicidad de Adán y Eva.)
Pero es una contradicción necesaria si uno afirma una tierra antigua y seguir siendo evangélico. Porque si Adán no fue el antepasado literal de toda la raza humana, entonces la explicación de la Biblia acerca de cómo el pecado entró en el mundo es imposible de entender. Por otra parte, si no caímos en Adán, no podemos ser redimidos en Cristo, debido a la posición de Cristo como la Cabeza de la raza redimida exactamente paralela a la posición de Adán como la cabeza de la raza caída: “Porque así como en Adán todos mueren, así también en Cristo todos serán vivificados”(1 Corintios 15:22). “Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida. Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos” (Romanos 5:18-19). “Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante.” (1 Corintios 15:45; cf. 1 Timoteo 2:13-14; Judas 14).
Por lo tanto en un sentido importante, todo lo que la Escritura dice acerca de nuestra salvación en Cristo Jesús gira en torno a la verdad literal de lo que Génesis 1-3 enseña acerca de la creación y la caída de Adán. No hay pasaje más fundamental de las Escrituras.
Lo que están haciendo los “creacionistas de la antigua tierra” (incluyendo, en gran medida, los mismos evangélicos) con Génesis 1-3 es precisamente lo que los liberales religiosos han hecho siempre con toda la Escritura, espiritualizar y reinterpretar el texto alegóricamente haciendo que signifique lo que quieren que signifique. Es una forma peligrosa de manejar las Escrituras. Y se trata de una capitulación peligrosa e innecesaria a las presuposiciones religiosas del naturalismo-sin mencionar una deshonra grave a Dios.
Los evangélicos que aceptan la interpretación de la tierra antigua del Génesis han adoptado una hermenéutica que es hostil a una visión elevada de la Escritura. Están trayendo a los primeros capítulos de la Escritura un método de interpretación bíblica que se ha incorporado en las presuposiciones anti-evangélicas. Los que adoptan este enfoque ya se han embarcado en un proceso que invariablemente derroca a la fe. Las Iglesias y colegios que abrazan este punto de vista no van a permanecer mucho tiempo como evangélicos.
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