La Necesidad de la Iglesia Local
Lunes, 11 de Mayo, 2009
Tomado de Shepherds´Fellowship Pulpit Magazine
(Por John MacArthur)
El Nuevo Testamento repetidamente enfatiza la importancia de las asambleas locales. De hecho, fue el patrón del ministerio de Pablo para establecer a las congregaciones locales en las ciudades donde él predicó el evangelio. Hebreos 10:24-25 le ordena a cada creyente que sea parte de tal organismo local y revela por qué esto es necesario.
“Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.” (Hebreos 10:24-25).
Es sólo en el cuerpo local al cuál uno se compromete donde puede existir un nivel de intimidad que es requerido para cuidadosamente estimular a los creyentes “al amor y a las buenas obras.” Y es sólo en este trasfondo que podemos alentarnos el uno al otro.
El Nuevo Testamento también enseña que cada creyente debe estar bajo la protección y la nutrición del liderazgo de la iglesia local. Estos hombres piadosos pueden pastorear al creyente alentándole, amonestándole, y enseñándole. Hebreos 13:7 y 17 nos ayudan a comprender que Dios en su gracia nos ha concedido la responsabilidad a nosotros a través del liderazgo de piadoso.
Además, cuando Pablo dio instrucciones especiales a Timoteo acerca de las reuniones públicas, él dijo “Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza” (1 Timoteo 4:13). Parte del énfasis en el culto público incluye estas tres cosas: Escuchar la Palabra, ser llamados a la obediencia y a la acción a través de la exhortación, y la enseñanza. Es sólo en el contexto de la asamblea local que estas cosas pueden tener lugar más eficazmente.
Hechos 2:42 nos muestra lo que la iglesia primitiva hizo cuando se reunieron: “Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.” Aprendieron la Palabra de Dios y las implicaciones de eso en sus vidas; Se unieron para llevar a cabo actos de amor y servicio el uno para con el otro; conmemoraron la muerte del Señor y la resurrección a través de la rompimiento del pan; y oraron. Por supuesto, podemos hacer estas cosas individualmente, pero Dios nos ha invitado a entrar a Su cuerpo- la iglesia es la representación local de ese cuerpo mundial y nosotros alegremente deberíamos servir y deberíamos ser servidos entre el pueblo de Dios.
La membresía local activa de la iglesia es imperativa para vivir una vida sin compromiso. Es sólo a través del ministerio de la iglesia local que un creyente puede recibir el tipo de enseñanza, responsabilidad, y estimulo que para él o ella es necesario para que mantengan firmen en sus convicciones. Dios ha ordenado que la iglesia provea el tipo de entorno donde una vida inflexible puede prosperar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario