martes, marzo 31, 2009

El Sábado de Moisés - Día de Reposo

El Sábado de Moisés
(Éxodo 31:12-17)
Por
John F. MacArthur, Jr.

Siempre en el ministerio a través de los años que el Señor me ha dado, he sido alentado a ver la Escritura en detalle, como ustedes saben bien, algunas veces con sorprendente implacabilidad en un versículo o en una frase. Y me gusta hacer eso. Soy grandemente desafiado y emocionado por ahondar profundamente en la parte más pequeña de la revelación divina. Pero al mismo tiempo, me doy cuenta de que nada es más estimulante, nada más alentador, nada es más apremiante que comprender todo el panorama. Comprender la Biblia, está bien comprender los detalles, si usted comprende cómo los detalles se ajustan al concepto general. Y así que cuando usted puede hablar de temas en general de la Escritura, es muy, muy útil crear un contexto en el cual podemos ubicar los detalles. Y eso es esencialmente lo que estamos haciendo cuando llegamos a Génesis capítulo 2, y viendo el tema del séptimo día. Investigamos un detalle. Pero mientras más profundo entramos en este detalle, más nos lleva a una visualización más amplia y extensa. Usted verá como se desarrolla esto en esta noche en nuestro mensaje y en los siguientes mensajes en las semanas siguientes.

Hemos terminado nuestra serie sobre el origen, el origen del universo, como es mostrado en el Capítulo 1 de Génesis. Por cierto, esa serie ha tenido una asombrosa, asombrosa respuesta, y creo que continuará teniéndola cuando se lleve al aire en Grace to You. Literalmente llenará un mes entero de difusión, creo, después de la primera mitad del año. Pero cuando terminemos el Capítulo 1 y pasamos a través de la creación, también agregando los elementos en el Capítulo 2, nosotros iremos al comienzo del Capítulo 2, y dice:

“Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos. Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo. Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación.”

Así, somos iniciados en el día después de la creación, el séptimo día. Y eso nos introduce a todo el tema del séptimo día. Sabemos que es un asunto importante. Tenemos por entendido que tiene conexiones al Sábado judío. Tenemos por entendido que hay grupos hoy, tales como los Adventistas del Séptimo Día y los Bautistas del Séptimo Día – usted cree - y otros grupos que todavía se apegan a un sábado de observancia de culto. Y hay muchas personas que han efectuado una transición del séptimo día al primer día, y son los que se llaman Domingos Sabatistas, quienes quieren que el domingo sea tratado con toda la misma devoción y la misma instrucción que el séptimo día Sabbath del Antiguo Testamento. Eso nos introduce entonces en la necesidad de tener que enfrentarnos al séptimo día, y su significado.

Ahora, la última vez que nos ocupamos del asunto del séptimo día en Génesis 2:1-3. Se menciona allí tres veces. Y el relato de la creación hace esta referencia al séptimo día tres veces, y lo identifica como un día en el cual Dios ha suspendido toda Su obra creativa. Ahora, hemos cubierto el significado en nuestro anterior mensaje. Si usted no estuvo aquí, yo en realidad le recomiendo obtener la cinta sobre el tema. Sería importante. Pero para recordarle la enseñanza básica que dimos, necesitamos sólo dirigirle al hecho de que en este mismo día, Dios bendijo y santificó, según el versículo 3. Ahora esto es que Dios lo declaró santo. Ahora el carácter incomparable entonces de este séptimo día es indicado por el hecho de que la palabra “santo” se usa para llamarle así, y es la primera vez que la palabra “santa” es utilizada en la Escritura; el primer uso de la palabra hebrea que quiere decir santo o santificado. Quiere decir apartarlo, exaltarlo, elevarlo por encima del nivel usual. Y el séptimo día se vuelve elevado. Se vuelve apartado. Se vuelve levantado. Se vuelve exaltado, por tres razones, indicado por tres verbos. Ante todo, porque el cielo y la tierra, versículo 1, fueron “completados”. Esto es que la creación estaba acabada. En segundo lugar, en el versículo 2, porque Dios, habiendo completado Su obra “reposó”, queriendo decir que dejó de trabajar; también, incluyendo la idea positiva de deleite y satisfacción. Fue un día especial porque la creación estaba acabada y porque Dios quedó completamente satisfecho, como vimos al final del Capítulo 1, al final del capítulo en el versículo 31, él vio lo que él había creado y: “que era bueno en gran manera”. También notamos que Dios reposó porque no había nada más que hacer. No había más trabajo hasta la Caída del hombre, cuándo Dios tuvo que trabajar de nuevo para conservar y sostener su creación, ahora caída y tendiendo hacia la muerte. Y El también tuvo que comenzar la obra de redención.

Así es que concluimos entonces que el séptimo día de reposo en Génesis no tiene relación con el reposo del hombre. No dice nada acerca del hombre descansando. No tiene ninguna conexión con la adoración del hombre. No se le ordena a Adán observarlo. El género humano no recibe instrucciones de observarlo. No hay mandato de que el hombre debe descansar cada séptimo día en Génesis. No hay instrucción alguna del sábado dado aquí. No hay ninguna instrucción del sábado dada en alguna parte de Génesis, ni aun en el Pacto Abrahámico, lo cual fue el único pacto de Dios de bendición con la nación de Israel. Pero es un día especial apartado porque Dios completó Su creación, porque él reposó. Y luego en el versículo 3, puesto que él “bendijo” el séptimo día. ¿En que sentido lo bendijo? Pues bien, El lo bendijo identificándolo como una conmemoración. Cada séptimo día que pasa, mostramos esto la última vez, se mantiene como un testimonio por así decirlo, una conmemoración por el gran hecho de que Dios creó el universo en seis días.

No hay razón - y señalé esto la última vez - no hay razón de que los hombres deban contar el tiempo en períodos de siete días. No hay razón para eso. No hay - no hay un sentido matemático para dividir 365 días o aun 360 días en el calendario judío en sietes. No funciona. No hay una razón obligada para hacer eso. Por decenas parecería encajar mucho mejor. La única razón que posiblemente pudimos haber llegado a una designación universal y mundial del tiempo en siete días es porque ese es un testimonio para una creación de seis días, después del cuál Dios descansó y estableció ese séptimo día como una constante, en curso, de cada conmemoración de la semana para su creación de seis días. Con el fin de que cada vez que el sábado llega, nos da una oportunidad de ser recordar del hecho de que Dios crease el universo en seis días, y fueron terminados. Y así es que cuando el sábado transcurra, recordamos a Dios, el creador. Y cuando el domingo llega, recordamos a Dios, El Salvador, porque ese es el día en que Jesús resucitó de entre los muertos, habiendo logrado nuestra redención. A través de los años en la sociedad cristiana occidental hemos reconocido que el hombre se dedica a una semana de cinco días laborables. Y toma esos dos días - pienso que hemos perdido obviamente el propósito - pero nosotros pensaríamos que tal vez el propósito para que algunos pudiéramos pasar el sábado recordando a Dios como creador y disfrutando esa creación, y pasamos el domingo adorando a Dios por el regalo de Cristo, quien murió y resucitó por nosotros. Y así con eso concluimos nuestra reflexión sobre Génesis.

Ahora, el séptimo día surge otra vez. Y la próxima vez que surge, aparece en el libro del Éxodo. Y aparece en la ley mosaica, la ley de Dios dada a Moisés; algunas veces llamado el Pacto Mosaico; algunas veces llamado el Pacto Sinaítico porque Moisés estaba en el Monte Sinaí cuando Dios lo dio. Los hijos de Israel estaban al pie del Monte Sinaí. Algunas veces es llamado el Antiguo Pacto. Los escritores del Nuevo Testamento se refieren a eso como el Antiguo Pacto. Pero en ese Pacto Mosaico, Sinaítico y Antiguo, se dio una ley del sábado. Vamos a mirar eso. Es de mucha importancia que lo entendamos. Y entonces una vez que hemos veamos eso, podemos continuar y podemos mostrar cómo el Nuevo Testamento se ocupa de esa ley del sábado, ya esta presente o no, y cómo se relaciona todo con el domingo y la celebración de la resurrección de Jesucristo. Pero tenemos que comenzar por entender el sábado en el contexto de la ley mosaica. Podemos hacer la pregunta: ¿Aun estamos bajo la ley del sábado? ¿Aun estamos bajo alguna obligación del séptimo día? ¿Es el primer día de la semana ahora nuestro sábado, y debería tener todos los escrúpulos y todas las instrucciones del sábado del Testamento? ¿O debería se lo contrario?

Pues bien, tenemos que comprender la ley mosaica y el Nuevo Pacto para contestar esas preguntas, y comencemos con la ley mosaica. Así es que nosotros ahora nos apartamos del séptimo día de la creación al séptimo día del sábado de la ley mosaica. En el Éxodo Capítulos 19 y 20, Dios se presentó a Moisés en el Monte Sinaí. Éste es un terreno muy familiar para cualquier estudiante de la Biblia. Dios se presentó a Moisés en el Monte Sinaí y Dios le dio allí Su ley. Él estableció el estándar divino de justicia. En la ley de Dios, usted tiene realmente una expresión de la justicia. Usted tiene una prescripción de justicia. Usted tiene la justicia definida en toda de sus dimensiones para el hombre. Y el estándar de justicia es lo que es requerido para - anote esto - satisfacer a Dios. Dios no está satisfecho con cualquier cosa menor que la adherencia perfecta a su ley completa y justa. Y, en la ley mosaica, usted tiene el estándar de justicia de Dios establecido. Completamente. Y esto es requerido para satisfacer a Dios. Cualquier infracción de esa ley, cualquier violación de esa ley, cualquier desobediencia a ese estándar, producirá muerte, juicio, y condenación. Éste es un asunto muy serio.

Ahora, este pacto Mosaico, pacto Sinaítico o Antiguo Pacto mejor puede ser comprendido en cuatro características. Esto le ayudará a entenderlo. No sé si alguna vez lo haya enseñado en esta clase de secuencia, pero esto me ayuda cuando lucho por tratar organizarlo en mi mente, y espero que le ayude. Quiero ayudarlo a comprender la naturaleza de esta ley mosaica dándole cuatro características de esta ley, los tres primeros se desarrollan en detalle creciente, ¿de acuerdo? Simplemente aguarde.

La primera manera en que comprendemos la ley. Está en un doble resumen de la ley. Aquí está. “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, alma, mente y fuerza”. Éste es el primer y gran mandamiento. Y el segundo es similar. “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Esta es la suma total o el resumen de toda la ley de Dios.

Ahora, sólo podemos tener relaciones en dos direcciones. Podemos tener una relación con Dios, y podemos tener una relación con otras personas. Y tan toda la ley de Dios cubre esas dos categorías. Y todo lo que puede decirse acerca de nuestra relación para con Dios es resumido en una declaración: “…Amarás al Señor tu Dios con todo tu Corazón, alma, mente y fuerza”. Esto es, si usted ama a Dios perfectamente, con cada elemento de su capacidad humana, si usted le ama a Dios completamente de corazón, alma, mente y fuerza, usted cumpliría con cada obligación hacia Dios. Entonces, ese es el resumen de esa parte de la ley de Dios que se relaciona con El.

El segundo obviamente guarda relación con el asunto de las relaciones humanas. Y si usted “amarás a tu prójimo como a ti mismo,” usted cumplirá con ese aspecto de la ley de Dios. El amor perfecto hacia Dios cumple con todas las obligaciones hacia Dios. Y la devoción perfecta, desinteresada, completamente sacrificada para con los demás cumple con la parte humana de la ley de Dios.

Ahora por cierto, este doble resumen de de la ley es dada varias veces en el Antiguo Testamento. Usted encontrará en Deuteronomio 6:5, Deuteronomio 10:12, 11:1, 13:32, Deuteronomio 19:9, Deuteronomio 30 Versículo 6. Usted lo encontrará también en el Nuevo Testamento. Mateo 22:37-40 donde Jesús da esto, y también lo dice el apóstol Pablo en Romanos 13 versículo 7 al 10. Así es que la primera visión amplia que usted obtiene de la ley mosaica es que la mitad de ella se relaciona con Dios, y la otra mitad se relaciona con las personas. Y si usted ama a Dios perfectamente y ama a las personas perfectamente, entonces usted cumplirá con todo. El amor perfecto hacia Dios imposibilita hacer o ser o pensar o decir cualquier cosa que le deshonraría. Y el amor perfecto para con los demás imposibilita hacer cualquier cosa que los dañaría o los humillaría o les reste importancia o los hiera o los dañe, o los desprecie o les muestre cualquier nivel de indiferencia hacia su necesidad. Por consiguiente, estos dos se convierten en el cumplimiento de la ley. Eso es lo que el Apóstol dice en Romanos 13: “El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor.”

Descendiendo a un detalle adicional, sin embargo, es la segunda forma que usted ve la ley mosaica. La segunda forma que usted ve a la ley mosaica no es un resumen doble, sino un resume de diez. Este resumen de diez es conocido por nosotros como Los Diez Mandamientos, también designado el decálogo, “deca” del latín para diez. Ésta es la suma de la ley. A menudo, ésta es llamada las tablas de piedra en el Antiguo Testamento; algunas veces llamado las tablas de los antiguos, Deuteronomio 9:9-11 y 15; comúnmente llamadas Los Diez Mandamientos. Ahora aquí usted tiene la primera parte de Los Diez Mandamientos que tratan sobre cómo amamos a Dios de manera perfecta. Y la segunda parte de los Diez Mandamientos trata sobre cómo amamos al hombre de manera perfecta. La primera parte de Los Diez Mandamientos se refiere a nuestra relación hacia Dios. La segunda parte de los Diez Mandamientos se refiere a nuestra relación del uno para con el otro. Y obtenemos un mayor detalle acerca de la ley moral de Dios al considerar Los Diez Mandamientos. Y usted los puede ver allí mismo en el Capítulo 20 de Éxodo. Revelan desde el versículo 1 hasta el versículo 17. Y no nos tomaremos el tiempo para ir a través de ellos; usted está familiarizado con ellos. La primera parte se ocupa de nuestra relación para con Dios. La segunda parte trata con nuestra relación hacia el hombre. Así es que usted tiene entonces, ante todo, un doble resumen de la ley. Luego usted tiene un resumen en diez partes de la ley.

En tercer lugar, vamos de dos veces a diez veces – digamos simplemente múltiple. A medida que descendemos por ese aumento en escala de detalle, nos acercamos a la ampliación de las leyes, que además de definir y explicar los dos mandamientos y lo diez mandamientos. Y si usted – al observar el versículo 1 de Éxodo 21, usted comienza tener toda un serie de detalles, a comenzando desde el Capítulo 21 y yendo hasta el final del Capítulo 23. Usted tiene toda clase de detalles referente a las relaciones humanas y a las relaciones divinas. Por ejemplo, empezando en el Capítulo 21 en el versículo 2 trata sobre como tratar a un esclavo. Y termina en el Capítulo 23, versículo 33, con cómo trata usted a Dios, con respecto a no servir a dioses ajenos. Así es que usted tiene aquí una versión expandida, por así decirlo, en mucho más detalle de Los Diez Mandamientos, la cuál es una versión expandida de los mandatos dobles que identificamos antes que nada. Añadiría a esto que ésta no es toda la explicación múltiple. Usted básicamente puede tomar todo el libro de Levítico, porque todo el libro de Levítico desarrolla más y más de esta ley múltiple de Dios.

Ahora, la versión expandida – retrocederé un poco. Los Diez Mandamientos explican más a fondo los dos mandamientos, y la ley múltiple de Dios explica más a fondo Los Diez Mandamientos. Ahora, déjeme solamente déjeme ir a los Diez Mandamientos por un momento.

Ante todo, el número uno es que no hay otros dioses. Ahora eso es simple; usted no debe tener ningún otro dios. Pero al considerar la explicación de eso, por ejemplo, en Éxodo 22 dice que usted no debe ofrecer “sacrificio” a otra deidad. En Éxodo 34 que dice que usted no tiene permiso de adorar a alguna otra deidad. En Levítico Capítulo 20 dice que: Yo Jehová Soy vuestro Dios. Y en Deuteronomio Capítulo 10, usted “teme a Jehová tu Dios” y a “El solamente”. Así es que usted ve, usted encontrará más y más explicaciones de ese primer mandamiento.

El segundo mandamiento, otra vez relacionado con Dios, es no adorar dolos. Y Levítico 26:1 dice que usted no debe hacer a ninguna clase de “ídolo ni escultura”. Deuteronomio 29 va más allá diciendo que si usted hace esto, entonces usted no será perdonado por eso. Deuteronomio 32 explica en el versículo 21 la ira de Dios por esto. Levítico 19 describe más a fondo el gran crimen en contra de Dios de volverse hacia dioses falsos. Así que usted obtiene una expansión continua de esto, no sólo en el Éxodo en esa sección, no sólo en Levítico sino, como lo he observado además, en Deuteronomio.

El tercer mandamiento es no profanar el nombre de Dios, tomar su nombre en vano. Éxodo 34 advierte que si usted hace eso, la iniquidad visitará a las generaciones siguientes. Levítico 22:32 además advierte no profanar Su santo nombre en ninguna forma. Levítico 24:16 dice que usted puede ser ejecutado, puede llevarlo a la muerte por tal profanación o por tal maldición de Dios.

El cuarto de estos primeros mandamientos de los que hablaremos en un momento, es, “acuérdate del día de reposo”. Y está justamente en el centro. Los primeros cuatro se relacionan con Dios; del cinco al diez se relacionan con el hombre. Y el del día de reposo cae en el cuarto. Haremos comentarios sobre eso en un momento. Ahora es suficiente decir que cuándo dice “acuérdate del día de reposo,” eso, también, es amplio. En Éxodo 31 es llamado un “pacto perpetuo”. Fue lo suficientemente serio que la violación del sábado fue una causa de muerte, ejecución, ser cortado y así sucesivamente.

Usted luego llega al quinto mandamiento. Y hay una cambio de ser enfocado a Dios, lo cual son los primeros tres, y luego a la mitad el mandamiento del sábado. Y luego del quinto al décimo tiene que ver con las relaciones humanas. La primer cosa en las relaciones humanas que Dios requiere es que usted honre a - padre y madre. Y Éxodo 21 explica además la pena de muerte si usted maldice a sus padres. Éxodo 21:15 da la pena de muerte por golpear a su padre. Levítico 19:3 además amplía la necesidad de “reverencia” hacia el padre y la madre; Deuteronomio 21:18 al 21 habla de la rebelión en contra de los padres.

Y luego el siguiente mandamiento ocupándose de las relaciones humanas, mandamiento número seis, en total es no matar. Y usted encuentra más explicaciones en Éxodo acerca de matar en una riña y en una pelea a puños. Éxodo 21 habla de matar con palo. Éxodo 21 habla de lo que ocurre cuando alguien es muerto por un buey y así sucesivamente; las primeras ofensas, varias ofensas y toda clase de explicaciones acerca del matar.

El séptimo mandamiento es no cometer adulterio. Levítico 20 agrega a esto no meterse con la esposa de otro hombre. Levítico 20 dice. Levítico 20 también dice que no se debe meter con la esposa de su padre. Es decir, el incesto. Levítico 20 también dice que no se meta con una nuera, nadie de la familia. Y luego Levítico 18:16 al 30, un número de situaciones diferentes en las cuales Dios prohíbe el adulterio.

El octavo mandamiento entonces es no cometer robo. Y Éxodo 22:1 habla de robar un buey; Éxodo 22:2 al 4 habla acerca de un ladrón atrapado en allanamiento. Habla de no robar a alguien sus animales en Éxodo 22. Y aun habla de ello en Éxodo 22 lo que ocurre cuando usted atrapa a un ladrón luego de un largo tiempo después en que su crimen es cometido. Hay detalle más a fondo acerca de cometer un robo.

El noveno mandamiento es no levantar falso testimonio; es decir, no mentir. Y usted tiene a Levítico 6 habla acerca de mentir y jurar falsamente. Levítico 5 habla de jurar desconsideradamente. Éxodo 23 habla de dar un “falso rumor”, dar testimonio falso bajo juramento. Deuteronomio 19 se ocupa de lo mismo; el falso testimonio y el castigo por falso testimonio.

Y luego el décimo mandamiento es no codiciar. Deuteronomio 7 embellece eso; No codiciar oro, mmm; Éxodo 34, no codiciar la tierra. Y justamente les daré algunas ilustraciones.

Entonces lo que usted tiene son dos mandamientos expandidos en diez mandamientos expandidos en explicaciones múltiples, a fin de que esos mandamientos sean aplicados en toda clase de situaciones en la vida. Ahora ese fue el pacto Sinaítico-Mosaico dado a Israel. Y lo que hizo fue expresar el estándar de Dios de justicia. Y el comportamiento requerido fue completamente guardar esa ley para satisfacer a Dios. Cualquier infracción, cualquier violación, se nos recuerda en Deuteronomio y de nuevo en Gálatas 3; si usted infringe la ley en un solo punto, usted ha quebrantado toda la ley, y usted es maldecido por Dios. Así es que el estándar es absoluto e inflexible.

Ahora, esta versión expandida, esta versión múltiple del pacto con todo su detalle dado en Éxodo, Levítico y Deuteronomio, fue reunida, copiada y colocada en un recipiente, y ese recipiente fue puesto a un lado del arca de la alianza. ¿Recuerda? en el tabernáculo y más tarde en el templo - el tabernáculo, por supuesto, tenía un patio exterior. Luego tenía el lugar santo, y luego el lugar santísimo. Y dentro del lugar santísimo, usted recordará, estaba el arca de la alianza. Al lado del arca de la alianza estaba colocada esta gran explicación múltiple de Los Diez Mandamientos. Notablemente, amigos - y no sé si usted recuerde esto - los Diez Mandamientos estaban colocadas en el arca. Entonces, en el arca usted tiene Los Diez Mandamientos, y afuera usted tiene esta explicación múltiple. Deuteronomio 31:26 dice esto: “Tomad este libro de la ley, y ponedlo al lado del arca del pacto de Jehová vuestro Dios, y esté allí por testigo contra ti.” Y aquí está la razón. “... por testigo contra ti”. Bueno, ese no es un pacto muy agradable, ¿no es así? Y fue diseñado para condenar a las personas. Fue diseñado para mostrar a las personas ¿su qué? Su pecado.

Los Diez Mandamientos, los cuales son la expansión de los dos mandamientos, Los Diez Mandamientos son las palabras del pacto. Se llaman a menudo así. Los Diez Mandamientos son las palabras del pacto que Dios hizo con Israel en Sinaí. Y la versión expandida del pacto que Dios hizo con Moisés en Sinaí, la interpretación de Los Diez Mandamientos, cubre toda clase de situaciones de la vida. Y en Éxodo 24:7 esa versión expandida es llamada las palabras del pacto. Éxodo 2:47, el libro del pacto, también.

Así es que usted tiene el pacto definido en dos mandamientos, diez órdenes, múltiples órdenes. El libro del pacto fue metido en el arca, las palabras ampliadas del pacto afuera del arca, con el objeto de ser un testimonio en curso y permanente en contra de las personas. ¿Por qué quiso Dios dejar ese testimonio en contra de ellos? Porque era absolutamente crítico que las personas comprendiesen su condición ante Dios. Y esa fue una condición de enajenación y separación por el pecado. Y la idea de eso no era simplemente para conducir a la desesperación y a la culpa y arrepentirse y a la vergüenza, sino para llevarlos a una falta de confianza en ellos mismos, un reconocimiento de su incapacidad de complacer a Dios, y a un nivel desesperado de arrepentimiento, en el cuál pudieran invocar a Dios por misericordia, gracia y perdón, el cuál El proveería, por la gracia. Así es que usted ve que esas son las tres características con las que comenzamos en esta clase de cascada descendente de mayor detalle.

Hay otro elemento clave en el Antiguo Pacto, y eso es el sábado. Y quiero que usted recurra a Éxodo Capítulo 31 a fin de que podamos comprender cómo el sábado encaja en todo esto. Nosotros en realidad no tenemos que esforzarnos en esto, porque nos es colocado a nosotros en términos muy directos. En el Éxodo 31, miraré los versículos 12 y 13, brincándonos hasta el 16 y 17, y cubriremos los versículos del medio más tarde. “Habló además Jehová a Moisés, diciendo: Tú hablarás a los hijos de Israel, diciendo: En verdad vosotros guardaréis mis días de reposo”.

Ahora deténgase allí por un minuto. El día sábado ya había sido instituido en la ley mosaica. Mencioné que es el cuarto mandamiento. Y está en el medio más bien. La primera parte tiene que ver con Dios. No necesita ser más que tres. Y el último tiene que ver con las relaciones hacia el género humano, y fue necesario que hubiese seis de esos allí. Pero pegado justo en el medio está el requisito del sábado. Y aquí está la explicación de ese requisito. “En verdad vosotros guardaréis mis días de reposo; porque es señal entre mí y vosotros por vuestras generaciones, para que sepáis que yo soy Jehová que os santifico. Así que guardaréis el día de reposo, porque santo es a vosotros; el que lo profanare, de cierto morirá”. Pues bien, eso indica qué tan serio Dios trató eso. “porque cualquiera que hiciere obra alguna en él, aquella persona será cortada de en medio de su pueblo”. Versículo 15 esencialmente repite lo mismo. Baje al versículo 17. “señal es”. Ahora eso lo dijo dos veces. “Señal es para siempre entre Mí…” - note esto - y ¿quién? ¿Yo y quién? “…entre mí y los hijos de Israel; porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, y en el séptimo día cesó y reposó”.

Ahora, recuerde, en el relato del séptimo día en Génesis no hay instrucción de que el hombre deba observar el séptimo día. No fue identificado como un día de adoración. Adán no recibió instrucciones de adorar en ese día; nadie recibió instrucciones de hacer eso. Y no fue reiterado y ordenado en el Pacto Abrahámico. Entonces esta es la primera introducción de alguna observancia necesaria de parte del género humano de un día de reposo. Y en este caso, es una señal, no de carácter universal, sino una señal entre Dios y la nación de Israel. El Sábado fue llamado un “pacto perpetuo”. Un “pacto perpetuo,” fin del versículo 16. “celebrándolo por sus generaciones por pacto perpetuo”. De hecho, incluso dice en el versículo 17: “Señal es para siempre entre mí y los hijos de Israel”.

Ahora, creo que el mandato del sábado estaba colocado a la mitad del decálogo porque fue era una señal no-moral del Pacto Mosaico. Y explicaré lo que quiero decir con eso. El Sábado fue colocado justo en el medio. En sí, no es moral. Si usted trabaja o no trabaja, lo que usted podría hacer en un sábado, necesariamente no tiene una consecuencia moral. Es una orden no-moral. Sino que es una señal. Y le mostraré una señal de qué en un momento. El pacto Abrahámico - volvamos al Pacto Abrahámico de Génesis 12 al 18. Ese fue un pacto de bendición prometido para aquellos que fueron fieles. Dios dijo a Abraham: Todo el que sea fiel, lo bendeciré. Y El hace esa promesa: Todo el que sea obediente a mí, lo bendeciré. ¿Pues bien, qué quiso decir eso? ¿Cuál fue el estándar? ¿Qué tengo que hacer para obtener esa bendición? Usted puede decir que, usted sabe, Te bendeciré y Yo bendeciré a su pueblo y Yo le daré la tierra y Yo derramaré misericordia sobre misericordia y bondad sobre bondad, si usted es fiel y si usted es obediente.

Pero ¿qué significa eso? Pues bien, la ley mosaica define los estándares de esa obediencia. Ambos tenían una señal. El Pacto Abráhamico tenía una señal. ¿Cuál era? La circuncisión. Eso ocurría una sola vez, ocho días después de que naciera un niño, según Génesis 17:9 al 14. La Señal del Pacto Abrahámico fue la circuncisión. Sucedía una sola vez. La señal del Pacto Mosaico fue el sábado, y fue perpetuo. Perpetuo. Vuelva al versículo 13, de nuevo en Éxodo 31. "Ésta es señal”. Versículo 14: “santo es a vosotros,” el séptimo día. El versículo 15 dice: “mas el séptimo día es día de reposo consagrado a Jehová”. Versículo 16, lo “guardarán” y “celebrándolo”: “...por sus generaciones por pacto perpetuo. Señal es para siempre entre mi y los hijos de Israel”.

Ahora déjeme explicar cómo funcionaba, como mejor lo podamos entender, y no pienso que sea demasiado difícil de entender. Cada día sábado, cada día sábado fue para recordarles a las personas que tenían una obligación de guardar Los Diez Mandamientos. Tenía una obligación de conservar los dos mandamientos, lo cual se resumían en diez. Y tenían una obligación de conservar los mandamientos múltiples, lo cual explicaba a los diez. Cada día sábado fue un recordatorio de eso. Usted podría decir como cada día que el varón judío se daba cuenta de su circuncisión, él era recordado de la bendición potencial del Pacto Abráhamico. Cada día sábado, él era recordado de su obligación para con Dios y de la ley de Dios.

La ley de sábado entonces fue diseñada por Dios no como un medio de lograr justicia, sino como un recordatorio constante de la necesidad de obedecer la ley justa de Dios. Así pues tenemos otro componente añadido. Inicialmente, en el libro de Génesis, es apartado como un recordatorio de que Dios es el creador. Ahora, está apartado también como un recordatorio de que El no es sólo el creador, sino que El es el Dios santo de justicia, quien nos hace responsables de obedecer su ley. La ley del sábado era ese recordatorio constante e implacable de la necesidad de obedecer la ley justa de Dios. Y el sábado nunca debía ser violado. En el Capítulo 15 de Números el versículo 32: “Estando los hijos de Israel en el desierto, encontraron a un hombre que recogía leña en día de reposo”. Parece suficientemente inofensivo. “Y los que lo hablaron recogiendo leña, lo trajeron a Moisés y a Aarón y a toda la congregación, y lo pusieron en la cárcel, porque no estaba declarado que lo que se le había de hacer. Y Jehová dijo a Moisés: Irremisiblemente muera aquel hombre; apedréenlo toda la congregación fuera del campamento”

“Entonces lo sacó la congregación fuera del campamento, y lo apedrearon, y murió, como Jehová mandó a Moisés.” Hmm, bastante serio. Bastante serio. Pues bien, Dios fue muy serio acerca de la observancia de este día. Dios no quiso que fuera confuso. Dios no quiso que se convirtiera en un día como algún otro día. Dios quería que fuese un día donde todas las actividades normales y de la vida fuesen detenidas, a fin de que viniese a ser un día de contemplación. Se volvió un día cuando usted no estaba todo el tiempo dado a las tareas y la responsabilidad de sus manos y sus pies y aun de su mente, las ocupaciones que usted tenía que hacer. En aquellos días, por supuesto, había una clase de actividad, un clase de actividad física que ocupaba las vidas de las personas, simplemente en la lucha por llevar pan y llevando sus cultivos en una sociedad agraria, y cuidando sus animales, y solucionando el problema de a donde ir para conseguir la comida del día para la familia. Dios no quiso que el sábado fuera un día como ese. Él quiso que eso sea un día cuando los deberes normales de la vida fueren completamente hechos a un lado. Fueron eliminados del todo. Y así este día fue de Contemplación. Y el punto era contemplar la condición de uno ante la ley sagrada de Dios. Y cuando usted recordara el Día Sábado, todo lo que usted tenía que hacer era mirar hacia arriba y recordar su obligación de: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, alma, mente y fuerza”. Y mirar hacia abajo y recordar que usted necesitaba amar a su prójimo con un amor perfecto igualmente. Y usted era recordado de nuevo que usted no debía tener a otro dios más que al Dios verdadero, y no hacer ídolos, y así sucesivamente. Y usted era recordado de no matar, no robar, no codiciar y no cometer adulterio y así sucesivamente. Todo eso debía ser el enfoque de pensamiento. Esa fue la intención de Dios.

Ese día representó una señal en medio de ese pacto. Todo se detenía. Y así es que las personas no podrían contemplar solamente a Dios como creador, sino a Dios como legislador; no solamente que Dios nos había dado una creación tan magnífica, sino que habíamos violado esa creación y habíamos continuado violando al creador violando Su ley. Debía haber producido penitencia. Debía producir la contemplación que conduce al arrepentimiento. Ahora, el concepto del sábado simplemente no terminó en ese momento. El Antiguo Pacto, El Pacto Sinaítico, la ley mosaica, prescribió en muchas, muchas observancias. El Sábado como nosotros lo identificamos, es decir el séptimo día de la semana y lo que fue requerido en ese día, fue ciertamente central a ello. Pero no fue limitado a eso. Cuando Dios comenzó a identificar las cosas, había un número de cosas que Levítico 23:3 llama “santa convocación”. La primera parte de esas convocaciones santas, según Levítico 23:3, fueron el séptimo día. Es un día, él dice, que es: “mas el séptimo día será de reposo, santa convocación; ningún trabajo haréis, día de reposo es de Jehová en dondequiera que habitéis”.

Ahora Levítico 23 tiene mucha importancia, porque no termina allí. Esa es justamente la primera de las instrucciones de los sábados. Eso va desde los versículos 1 al 3. Luego en el versículo 4 de Levítico 23 dice: “Éstas son las fiestas solemnes de Jehová”. Más convocaciones santas, más de ellas. Y empieza allí desde el versículo 5 con la Pascua. Así es que usted va del sábado semanal hacia la Pascua. Y luego en los versículo 6 al 8 usted tiene, después de la Pascua, la Fiesta de los Panes sin levadura. La Pascua está en el día 14 del primer mes. Y luego en el día 15 del mismo mes, allí está la fiesta de los panes sin levadura para el Señor. Usted hace eso por siete días. “En el primer día, tendréis santa convocación; ningún trabajo de siervos haréis”. No obstante, en el primer día de la fiesta de los panes sin levadura, hay un sábado. Hay un descanso de todo trabajo. “ofreceréis a Jehová siete días ofrenda encendida; el séptimo día, será santa convocación; ningún trabajote siervo haréis”. Así es que está dividido el primer y último día por un sábado de descanso; la Fiesta de la Pascua y la fiesta de los panes sin levadura. Y luego en los versículos 10 y siguientes, usted tiene la fiesta de las primicias. Y al leer usted acerca de eso, usted encuentra de nuevo las instrucciones que son dadas acerca de lo que debe hacerse en la fiesta de las primicias hasta el versículo 14. Esa, también, es otra clase de santa convocación.

Y luego comenzando en el versículo 15, usted tiene la fiesta de Pentecostés. “Y contaréis desde el día que sigue al día de reposo, desde el día en que ofrecisteis la gavilla de la ofrenda mecida; siete semanas cumplidas serán. Hasta el día siguiente del séptimo día de reposo contaréis cincuenta días; entonces ofreceréis el nuevo grano a Jehová.”. Y ahora usted tiene ese período familiar de 50 días, y usted tiene la fiesta de la Pascua. Y hay sábados contados de por medio, y luego usted tiene esta siguiente santa convocación llamada Pentecostés. Descendiendo hasta el versículo 23, después de describir más acerca del Pentecostés usted llega al versículo 23, y ahora usted tiene la siguiente santa convocación, la cual es la fiesta de las trompetas. En el versículo 25: “En el mes séptimo, al primero del mes tendréis día de reposo”. Hay otra instrucción, otro “reposo,” él lo llama, otro sábado. Versículo 24: “una conmemoración al son de trompetas, y una santa convocación. 25Ningún trabajo de siervos haréis”.

Ahora, ¿esta siguiendo usted esto? Usted justamente no tiene aquí un sábado cada séptimo día. Usted tiene sábados viniendo todo el tiempo consecutivamente, incluyendo la fiesta de las trompetas. Ahora usted continúa al versículo 27. Y exactamente el día 10 del séptimo mes es el día de la expiación, Yom Kippur. ¿No se esta acercando? ¿No es mañana, o pronto en el calendario judío? El día de la expiación. Y será: “…tendréis santa convocación, y afligiréis vuestras almas, y ofreceréis ofrenda encendida a Jehová. Ningún trabajo haréis en este día; porque es día de expiación, para reconciliaros delante de Jehová vuestro Dios”. Y dice, usted lo sabe, si alguien no se humilla y observa el día de la expiación, mátenlo. Que sea cortado. Eso es lo que eso quiere decir; mátenle. “Cualquier persona,” versículo 30, “que hiciere trabajo alguno en este día, yo destruiré a la tal persona de entre su pueblo. Ningún trabajo haréis; estatuto perpetuo es por vuestras generaciones en dondequiera que habitéis. Día de reposo será a vosotros, y afligiréis vuestras almas, comenzando a los nueve días del mes en la tarde; de tarde a tarde guardaréis vuestro reposo”. Ahora ese sábado es el sábado llamado el día de la expiación.

Comenzando en el versículo 33, usted tiene la Fiesta de los Tabernáculos. Y dice en el versículo 34: “A los quince días de este mes séptimo será la fiesta solemne de los tabernáculos a Jehová por siete días. El primer día habrá santa convocación; ningún trabajo de siervos haréis”. Aquí usted tiene a otro sábado que hay que seguir. “Siete días ofreceréis ofrenda encendida a Jehová; el octavo día tendréis santa convocación, y ofreceréis ofrenda encendida a Jehová; es fiesta, ningún trabajo de siervos haréis.” El versículo 37 dice: “Estas son las fiestas solemnes de Jehová, a las que convocaréis santas reuniones, para ofrecer ofrenda encendida a Jehová, holocausto y ofrenda, sacrificio y libaciones, cada cosa en su tiempo”. Ahora mire esto. “además de los días de reposo de Jehová, de vuestros dones, de todos vuestros votos, y de todas vuestras ofrendas voluntarias que acostumbráis dar a Jehová.”. Cuando usted - en otras palabras, esto es además del sábado semana tras semana tras semana.

Así es que cuando usted habla de la ley del sábado, amigos, usted habla de un sistema bastante complicado. Entonces usted tiene, como si esto no fuese suficientemente complicado, usted tiene algunas instrucciones más para las santas convocaciones que Dios da. Números 28:11 es lo que llamamos la convocación de la nueva luna. “Al comienzo de vuestros meses ofreceréis en holocausto a Jehová dos becerros de la vacada, un carnero, y siete corderos de un año sin defecto”. Ahora usted puede obtener una pequeña idea de por qué llamamos a los sacerdotes carniceros. Estas cosas sucedían todo el tiempo. Se dan instrucciones adicionales sobre la responsabilidad que tenían al principio de cada mes. Éste, también, es considerado un sábado. Éste, también, es considerado un tiempo apartado para Dios, para ofrecer sacrificios.

Entonces adicionalmente, no sólo tenía esto, sino que realmente tenía instrucciones en Levítico 25 para años de días de reposo. Levítico 25 el primer versículo - pues bien, iniciaremos en el versículo 1: “Jehová habló a Moisés en el monte de Sinaí, diciendo: Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando hayáis entrado en la tierra que yo os doy, la tierra guardará reposo para Jehová”. ¿Qué significa? “Seis años sembrarás tu tierra, y seis años podarás tu viña y recogerás sus frutos. 4Pero el séptimo año la tierra tendrá descanso, reposo para Jehová; no sembrarás tu tierra, ni podarás tu viña.” Cada séptimo año, tenían que olvidarse de la tierra. Usted aun no cosechaba las “las uvas de tu viñedo”. La tierra tenía un año sabático completo. “año de reposo será para la tierra. Mas el descanso de la tierra te dará para comer a ti, a tu siervo, a tu sierva, a tu criado, y a tu extranjero que morare contigo; 7y a tu animal, y a la bestia que hubiere en tu tierra, será todo el fruto de ella para comer”. Usted no debía – no debía sembrar, ningún cultivo, nada en ese año sabático.

Ahora hay otro sábado en el versículo 8 aquí, y ese es el que llamamos el jubileo. “Y contarás siete semanas de años, siete veces siete años”, eso es 49, siete veces siete, “de modo que los días de las siete semanas de años vendrán a serte cuarenta y nueve años”. Y entonces usted tiene este sábado conocido como el jubileo. Por cierto, no hay registro de alguna vez de se haya observado en Israel. Ningún registro. Es razonable suponer que la cautividad babilónica fue el juicio de Dios para darle a la tierra el descanso sacando al pueblo de ella ya que nunca se lo dieron como se les había sido ordenado.

Así es que cuando usted habla ahora de sábados, déjeme simplemente repasar esto, solo brevemente. Usted habla de un sábado semanal; usted habla de la Pascua; la fiesta de los panes sin levadura; la fiesta de las primicias; la fiesta de Pentecostés, la cuál era acontecimientos prolongados; el día de la expiación, la Fiesta de los Tabernáculos; las lunas nuevas cada mes; Los años sabáticos cada séptimo año, y el año del jubileo. Todos estos son sábados. Todos estos eran convocaciones santas especiales. Y quebrantar alguna de ellas era mortalmente serio ante Dios. De hecho, quebrantar cualquier sábado era considerado rebelión manifiesta en contra del pacto de la ley de Dios. Tal hecho era castigado por la muerte, al igual que con crímenes como el asesinato, la homosexualidad, la bestialidad, la idolatría, el incesto, etcétera. De hecho, en Números 9:13 dice que el fracaso de observar la Pascua fue considerado por Dios una ofensa mayúscula.

Ahora, déjeme solamente decirle algo. La ley del Sábado del Antiguo Testamento no era un día de relajamiento. No estaba enfocado a – realmente a la adoración. Estaba enfocado a la incapacidad personal para guardar la ley. Y estaba enfocado a la necesidad de la misericordia y la gracia de Dios. Estaba enfocado a pensamientos espirituales acerca de la pecaminosidad y la violación personal de la santa ley de Dios. Cuándo usted llega al sábado señalando a los Diez Mandamientos y usted ve hacia arriba, todo lo que usted podría ver era su fracaso. Y usted viene a la observancia del sábado en el Antiguo Testamento, no se trataba si le gustaba o no. No era flexible. Era fijo y específico. Y transportar todo esto en el Nuevo Pacto es una prolongación importante. Y la ley de Dios se aplicaba a todos los sábados, no simplemente al séptimo día. Todo el resto de los demás sábados caían en estas mismas instrucciones.

Ahora, déjeme solamente dárselas rápidamente. He aquí lo que usted no podría hacer en el sábado:

Éxodo 16:29. “Mirad que Jehová os dio el día de reposo, y por eso en el sexto día os da pan para dos días. Estése, pues, cada uno en su lugar, y nadie salga de él en el séptimo día” Hmm, quédese en casa.

Éxodo 16:23, aquí hay una segunda cosa que usted no podría hacer: “Y él les dijo: Esto es lo que ha dicho Jehová: Mañana es el santo día de reposo, el reposo consagrado a Jehová; lo que habéis de cocer, cocedlo hoy, y lo que habéis de cocinar, cocinadlo; y todo lo que os sobrare, guardadlo para mañana”. La última línea: Usted no podía cocinar en sábado. Usted no podía salir de la casa y no podía cocinar.

Éxodo 20 en el versículo 10 agrega algo más: “mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas”. No trabajar.

Éxodo 35 dice en los versículos 1 y 3: "…Estas son las cosas que Jehová ha mandado que sean hechas: Seis días se trabajará, mas el día séptimo os será santo, día de reposo para Jehová; cualquiera que en él hiciere trabajo alguno, morirá. No encenderéis fuego en ninguna de vuestras moradas en el día de reposo.” Por eso es que aun hoy, los judíos ortodoxos tienen a un cronometrador para encender sus luces en sábado, porque ellos no jalarán un interruptor. Pues bien, usted no puede cocinar si usted no puede encender un fuego.

También dice en 17:27 Jeremías: "Si usted no me escucha para no mantener el día de sábado santo de por ahí no llevando una carga y entrando a través de las entradas de Jerusalén en el día de sábado". Usted no puede llevar una carga dondequiera.

Nehemías 10:31 dice: “que si los pueblos de la tierra trajesen a vender mercaderías y comestibles en día de reposo, nada tomaríamos de ellos en ese día ni en otro día santificado”. Usted no podía comprar nada. Usted no podía vender nada.

Así es que usted no podía salir fuera de su casa. Usted no podía hornear. Usted no podía cocinar. Usted no podía hacer ningún trabajo. Usted no podía preparar un fuego. Usted no podía llevar una carga. Usted no podía comprar. Usted no podía vender nada. Así es que usted no podía comer fuera, porque no podía ir a ningún lado. Así es que usted aun no lo puede tener entregado, porque usted no lo podía comprar, a menos que se lo llevaran gratuitamente. Más allá dice, según Isaías 58: Es por causa del sábado - versículo 13 y 14. “Si retrajeres del día de reposo tu pie, de hacer tu voluntad en mi día santo, y lo llamares delicia, santo, glorioso de Jehová; y lo venerares, no andando en tus propios caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando tus propias palabras, entonces te deleitarás en Jehová; y yo te haré subir sobre las alturas de la tierra, y te daré a comer la heredad de Jacob tu padre; porque la boca de Jehová lo ha hablado.” Sus prioridades diarias eran según el día de reposo.

Así es que usted no podía ir a ningún lugar; usted no podía cocinar nada; usted no podía hacer ningún trabajo; usted no podía preparar fuego; usted no podía llevar una carga; usted no podía comprar nada; usted no podía vender nada. Y usted no podía hacer nada que usted quisiera. Usted no podía hacer ningún plan. ¿Qué iba a hacer usted? Usted iba a sentarse allí y pensar qué tan miserable era usted. Ahora, aquí está lo que usted podía hacer. Usted puede: “Recordar el día sábado; santificándolo”. Usted puede evitar el pecado. En segundo lugar, usted descansa, Éxodo 31, “reposo absoluto”. En tercer lugar, usted puede celebrar el pacto perpetuo. Él dice a Israel en Éxodo 31:16: “Guardarán, pues, el día de reposo los hijos de Israel, celebrándolo por sus generaciones por pacto perpetuo.” En otras palabras, celebrar el hecho de que Dios le ha dado un estándar santo y justo. Usted podía deleitarse en el Señor. Isaías 58:14: “entonces te deleitarás en Jehová”. Ahora esto debió ocurrir, según Levítico 23:32, “de tarde en tarde”. Por eso es que los judíos van desde puesta de sol del viernes hasta la puesta de sol del sábado.

Debería ser notado que esta instrucción que justamente le he mencionado, el hacer y no hacer del sábado, con respecto al día de la expiación y todo, eran interpretados por los judíos para aplicarse a todos los sábados, todos. Y había muchos como se lo he mostrado. Si usted violase el sábado, varias textos bíblicos dicen que usted fuera llevado a morir. Otros dicen que usted debía ser cortado de Israel. La misma cosa. Ahora, ese es un sistema complicado diseñado para suplir al pueblo abundantemente de su obligación hacia Dios, y hacer que ellos tengan que - no fueran a un lugar de adoración. No podrían salir de casa. Solamente estaban allí contemplando el fracaso de cumplir la ley de Dios. La idea era llevarlos a la penitencia.

Hay un sentido también, si pudiera doblar la esquina un poco, que el sábado - y resumiré esto en simplemente algunos minutos. El Sábado puede verse como un tipo de restauración parcial del paraíso de Edén antes de la caída. Un escritor llamado Dale Ratsleff, quien ha escrito un libro llamado: “El Sábado a Cristo,” y dice: “Al ver al pueblo del pacto que se le dijera que hacer y que no hacer en sábado y luego reflexionar de regreso al primer séptimo día de descanso al final de la semana de la creación, parece haber una conexión allí. Parece que las leyes dadas del sábado a los Israelitas estaban diseñadas para hacerlos actuar como Adán y Eva se comportaron en Edén. Mientras que este hecho no es claramente extraído del registro bíblico, se sobreentiende fuertemente en la redacción del cuarto mandato. ‘porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó.’” Éxodo 20:11. Eso está relacionado con el mandamiento de mantener el sábado santo. Ratcleff dice más: “Casi todas las prohibiciones dadas con respecto a estos sábados habrían sido completamente sin sentido para Adán y Eva en el primer séptimo día antes de que el pecado entrara”. En otras palabras, todas estas prohibiciones y estas instrucciones habrían sido sin sentido para ellos.

Por otra parte, cuando – lo que se le había ordenado a Israel hacer en el sábado se hubiese hecho normalmente por Adán y Eva; por lo tanto, ningún mandato habría sido necesario. Por ejemplo, no salieron fuera de su lugar de residencia. No dejaron el huerto hasta después de que el pecado se introdujo. No hornearon o punto de ebullición. No tenemos ningún registro de que ellos alguna vez hayan utilizado fuego en su hogar del Edén. Podemos asumir que comieron su comida fresca del huerto. No hicieron ningún trabajo. No tuvieron que trabajar hasta después de que la caída y después de que ellos pecaron, y tuvieron que cultivar de alguna manera lo que causó el trabajo, considerando que antes de eso tal cultivo no era difícil sino era un deleite puro. No llevaron una carga porque no había nada que llevar a ningún lado. No tenían que almacenar sus cultivos para el invierno o las cosas de la tienda porque podrían corromperse. Así no es como sucedió. No hay indicación de que alguna vez necesitaron preparar un fuego. Incluso no tenía ropa, así es que han debido haber estado en un clima templado. No compraban ni vendían. No había nada para comprar y nadie a quien vender. Y no hicieron según su propio placer, porque su placer era el placer de Dios. Y ellos descansaron, porque no había trabajo por hacer. Y ellos celebraron porque todo lo que hicieron era estar viviendo en deleite, y así es que se deleitaron en el Señor en el sentido más completo y más puro y más sublime. Entonces en cierto sentido, pienso que él está en lo correcto. Usted puede decir que el sábado es un pequeño retroceso a lo que Edén debió haber sido. Y al hacer esto, de nuevo nos afronta con la realidad de que estamos bastante lejos del Edén. Ratcleff dice: “Los sábados del Antiguo Pacto parecen ser una pausa mini-reposo, como un juego ficticio,” él dice, “donde Israel se comportó como Adán y Eva en aquel primer séptimo día; la diferencia es que Adán y Eva estaban en comunión manifiesta con el creador. Los Israelitas, por otra parte, no desearon tal comunión.”

Y también dentro de la idea del sábado estaban las indicaciones de una esperanza futura. Los Sábados señalaban a la creación. Señalaban hacia un ambiente perfecto en el Edén. Pero también señalaban hacia delante, y señalaban el paraíso restaurado cuando las almas cansadas serían refrescadas en el reino glorioso del Mesías. Puede usted imaginarse a los judíos diciendo en su reposo: ¿No es maravilloso si el día que alguna vez vendrá cuando tendríamos nada mas que el reposo, y podríamos descansar de nuestras luchas con el pecado, podríamos descansar de nuestras luchas con la tentación, podríamos conocer perfectamente, podríamos vivir en un deleite perfecto, en una paz perfecta, en perfecta armonía, en perfecto gozo con Dios?

Y creo que el sábado se trataba de historia, pero se trataba también de esperanza. Porque usted está allí delante del sábado y usted recuerda algo del reposo del Edén, y como debió haber sido para Adán y Eva en la perfección de ese Edén antes de la caída, y usted se percata de tipo de vacío de ese sábado cuando todas las cosas terrenales son descartadas, usted se da cuenta de que tan vacío está de ese sábado del Edén, y que tan lejos está usted de Dios, y que tanto ha quebrantado su ley, y qué tan profundamente pecaminoso es usted. Y al mismo tiempo, usted ve hacia delante y usted está anhelando ese sábado verdadero, ese día cuando el reposo verdadero, deleite y gozo vendrán, cuándo el pecado sea conquistado y la maldición sea revocada, y el paraíso perdido sea el paraíso recuperado. El sábado les dio razón no sólo para volver la mirada atrás, sino que les dio razón para mirar hacia el futuro para esperar el tiempo cuando podrían regresar a la tierra maravillosa de sus padres. Podrían regresar al paraíso terrenal. Y vendrá el tiempo cuando, como el profeta dijo, el desierto “florecerá como una rosa,” y el Rey estaría aquí y el gran profeta vendría, y la justicia y la paz reinarían, y entrarían en su reposo final.

Entonces, usted puede ver, que el sábado estaba realmente en el corazón de la vida de Israel. Y guardar el sábado - y termino con esto - guardar el sábado era una prueba de amor para con Dios. Era una prueba de lealtad para con Dios. Era una prueba de obediencia para con Dios. Era el día cuando usted podría hacer un inventario de su vida. Nunca fue inaugurado antes del Pacto Mosaico, sino que estaba en el corazón de ese Pacto Mosaico. Y era un tiempo de reflexión, un tiempo para pensar. ¿Y qué reflexionarían? Tendrían que mirar atrás hacia el Pacto Abrahamico. Y habrían dicho: Usted sabe, en el Pacto Abrahamico, se nos había prometido bendición, se nos prometió la tierra, se nos prometió prosperidad, y todo lo que teníamos que hacer era obedecer a Dios. Y entonces Dios nos dio sus mandamientos. Y si usted tomaba dos o los diez o la mayoría, no podemos guardar esos mandamientos, y estamos en una situación desesperada. Y cada vez que teníamos un sábado, teníamos que sentarnos y pensar acerca de eso, y podemos recordar el paraíso del Edén, y nosotros podemos anhelar el paraíso del futuro.

Pero el hecho es que en medio de esto, necesitamos el perdón. ¿Sabe usted qué? No había perdón en el Pacto Mosaico. No era un pacto de perdón. No había perdón, no había misericordia, no había gracia, no había capacitación, no había ayuda. Simplemente había condenación. En medio de eso, tenían que clamar a Dios por misericordia. Y Dios escuchaba su clamor y los salvaría en términos del Nuevo Pacto, el sacrificio de Cristo. Pero bajo el Antiguo Pacto, la lealtad hacia Dios fue señalada por la observancia del sábado como la señal en conformidad a la ley de Dios. Y el judío verdadero no sólo guardó ese día conforme a la ley, sino que guardó ese día para contemplar su condición, y su devoción hacia Dios.

Ahora eso nos lleva a la siguiente pregunta. ¿Cómo se aplica esto a nosotros en la iglesia? Y veremos esa transición la próxima vez.

Señor, qué día tan maravilloso hemos tenido hoy, y su palabra nos emociona. Te agradecemos porque no nos has dejado bajo los términos del Antiguo Pacto, sino que hay un Nuevo Pacto; el único pacto que puede salvar, el único pacto que provee perdón de pecados. El Nuevo Pacto en Cristo, quien murió por nosotros, para que Tú pidieras perdonar todos nuestros pecados y poder proveernos en Cristo una relación permanente contigo mismo y entrar en un verdadero reposo. Te agradecemos que el Nuevo Pacto es un mejor pacto, porque provee tres cosas - perdón, salvación y una relación eterna contigo - que el Antiguo Pacto no podría proveer. Nos promete un paraíso recuperado. Te damos gracias por ello. Señor, continúa guiándonos a ser obedientes y agradecidos por todo lo que Tú has hecho por los pecadores. Oramos en el nombre de nuestro Salvador. Amén.

©Todos los derechos reservados.

Este mensaje fue presentado en Iglesia Grace Community en la Ciudad de Panorama, California, por John MacArthur Jr. Fue transcrito de la cinta, GC 90-222, titulado: “The Sabbath of Moses”.

Transcrito por Bonnie Frankfurt de Grace Community Church. Traducido por Armando Valdez.

Publicado originalmente aquí en Bible Bulletin Board

Lea la primera parte de este tema aquí

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