martes, abril 01, 2014

Su Necesidad Mas Grande

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Michael John Beasley

¿Cuál es su mayor necesidad en la vida? En nuestra cultura actual, se nos exhorta con frecuencia a obtener lo que sea necesario con el fin de alcanzar el éxito y la felicidad en esta vida. Parece que no podemos escapar de la avalancha habitual de vallas publicitarias, radio e infomerciales de televisión que con entusiasmo dicen ofrecen exactamente lo que necesitamos para tener una vida más plena. In fact, De hecho, a menudo me sorprende la ingenuidad de los estrategas de marketing que trabajan con tanto ahínco para convencernos de que nuestra próxima elección de un coche, producto de salud o limpiador doméstico puede transformar de algún modo nuestras vidas. Es importante recordar que la estrategia del marketing moderno es redefinir nuestros deseos emocionales como verdaderas necesidades. Cuando aceptamos este tipo de pensamiento, nos engañamos, creyendo que la vida es acerca de ser dueño de las cosas, pero la Biblia llama a esto esclavitud (1 Timoteo 6:6-10).

Incluso dentro de la iglesia hay una tentación permanente y riesgo de adoptar este tipo de estrategia de marketing con el fin de definir las necesidades reales de un adorador. Muchos paradigmas de la adoración contemporánea tienen como objetivo servir a lo que a menudo se llaman las "necesidades sentidas" de los asistentes a la iglesia. Un servicio de adoración entonces se considera exitoso sólo si los que asisten reciben la experiencia que ellos querían. Pero al igual que los modelos de comercialización secular, este tipo de estrategias en realidad comienza con una premisa falsa. Estas estrategias suponen que la humanidad puede encontrar la verdadera alegría y la paz a través de la consecución de los deseos emocionales y necesidades sentidas. Esta es una forma muy peligrosa de pronóstico. Esto sería como un paciente que ve a su médico por los síntomas de la acidez estomacal. Tal paciente estaría contento de recibir la medicación por lo que cree es una cierta forma de indigestión, sin embargo, él no sabe que ha avanzado la enfermedad arterial coronaria y morirá sin una intervención inmediata. Para poder vivir, tiene que llegar a un entendimiento de su necesidad real y verdadera, en lugar de lo que él siente que necesita. Espiritualmente, somos como este paciente. Tenemos muchas suposiciones erróneas acerca de lo que realmente necesitamos en la vida. Nuestra única esperanza es consultar el Gran Médico y Creador que nos hizo, si queremos comprender nuestra verdadera necesidad. ¿Cuál es el diagnóstico del Señor sobre la humanidad? La Biblia enseña claramente que todos los hombres son pecadores porque “... todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:23, Génesis 6:5, 8:21, Jeremías 17:9-10). Esta condición de pecado no es una mera enfermedad, más bien que todos los hombres están “... muertos en vuestros delitos y pecados” (Efesios 2:1-5). Estando muerto espiritualmente, se dice de la humanidad: “... No hay justo, ni aun uno ... no hay quien busque a Dios ... no hay quien haga lo bueno, ni siquiera uno." (Romanos 3:10-12). Peor aún, el único futuro que tienen los hombres a la luz de su pecado es la muerte eterna (Romanos 6:23, Apocalipsis 20:11-15). Estas verdades difíciles nos llevan de nuevo a nuestra pregunta original: "¿Cuál es su mayor necesidad en la vida?" Respuesta: Su necesidad más grande en la vida es que, en Cristo, usted pueda ser perdonado de su pecado. Después de todo lo dicho y hecho en esta vida, y cuando este mundo pase, aparecen sólo dos clases de personas ante el tribunal del Señor: Aquellos que son perdonados y los que son no-perdonados. Esta división eterna de la humanidad es tan a menudo expresada en este pasaje muy familiar en Juan capítulo 3, que dice: “El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él” (Juan 3:36). Una de las verdades más preciosas de toda la Biblia es que el Gran Médico, Jesucristo, el Hijo de Dios, ha proporcionado una manera para que seamos perdonados de nuestros pecados. Qué alegría es saber que los hombres espiritualmente muertos pueden ser llevados a la vida a través de Jesucristo Salvador resucitado y perfecto sacrificio (2 Corintios 5:21, Romanos 8:03, Efesios 2:1-9). Los dones de gracia y la misericordia de Dios son realmente sorprendentes, tal como se expresa en ese himno familiar: Sublime Gracia de John Newton. Ese himno es, en muchos sentidos, la historia real de cómo John Newton fue perdonado en Cristo. Les animo a escuchar la historia de cómo el autor de Sublime Gracia llegó a descubrir su verdadera necesidad en Cristo.

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