Joel Osteen y el Evangelio de Prosperidad
Escrito por Gary Gilley
(Junio /julio del 2009 - Volumen 15, Tema 4)
El libro y el video de la Nueva Era por Rhonda Byrne: El Secreto, que ganó popularidad recientemente debido a la fuerte promoción de Oprah Winfrey, enseña que podemos “crear nuestra propia felicidad a través de la ley de la atracción.” Ya sea dinero en efectivo, salud, prosperidad o felicidad, todo puede ser nuestro si solamente aprendemos a usar “el secreto.” Byrne nos dice: “la Enfermedad no puede vivir en un cuerpo que está en un estado emocional sano.” Pero cuidado: “Si usted tiene una enfermedad y usted enfoca su atención en eso y habla con personas acerca de eso, usted va a crear más células de enfermedad.”(1)
Tal retórica debería sonar familiar para alguien incluso débilmente consciente del Movimiento de Palabra de Fe, a menudo llamado “el evangelio de prosperidad.” Este grupo ha estado infiltrándose en el evangelicalismo por décadas y es ahora el segmento más rápido de crecimiento del Cristianismo en el mundo. Algunos han estimado que hasta un 90 por ciento de aquellos que afirman ser cristianos en África son de una variedad del evangelio de prosperidad.
Personalidades conocidas dentro del movimiento incluyen a Kenneth Hagin (fallecido), Kenneth Copeland, Robert Tilton, Paul Yonggi Cho, Benny Hinn, Marilyn Hickey, Frederick Price, John Avanzini, Charles Capps, Jerry Savelle, Morris Cerullo, Joyce Meyer y Paul y Jan Crouch.
Como es implícito por el título “Palabra de Fe,” los simpatizantes de este movimiento creen que a la fe funciona como una fuerza o poder poderoso. A través de la fe podemos obtener cualquier cosa que queramos – salud, riqueza, éxito, o cualquier cosa que deseemos. Sin embargo, esta fuerza es liberada sólo a través de la palabra hablada. Cuando hablamos palabras de fe, un poder es descargado para cumplir con sus deseos.
En Cristianismo en Crisis, Hank Hanegraaff resume la teología de Kenneth Hagin (considerado por muchos como el padre de este movimiento) como se encuentra en su folleto Cómo Escribir Su Boleto con Dios:
En el capítulo inicial, titulado “Jesus se me Apareció,” Hagin afirma que mientras él estaba en “el Espíritu,” Jesús le dijo que consiguiera un lápiz y una hoja de papel. Él entonces le dijo “escribe: 1, 2, 3, 4.” Jesús entonces supuestamente le dijo a Hagin que “si alguien, en donde sea, toma estos cuatro pasos o pone en funcionamiento estos cuatro principios, siempre recibirá cualquier cosa que quiera de Mí o del Padre Eterno.” Eso incluye cualquier cosa que usted quiere financieramente. La fórmula es simplemente: “Dilo, Hazlo, Recíbelo, y Cuéntalo.”
1. El paso número uno es “Dilo”. “Positivo o negativo, es decisión del individuo. Según lo que el individuo diga, eso recibirá.”
2. El paso número dos es: "Hazlo". "Tu acción puede derrotarte o elevarte. De acuerdo a tu acción, tú recibes o te quedas sin recibir r.”
3. El paso número tres es “Recíbelo”. Debemos conectarnos en “la central eléctrica del cielo.” “!La fe es la conexión, alabado sea Dios! Simplemente conéctese.”
4. El paso número cuatro es, “Cuéntalo para que otros lo crean.” Este paso final podría ser considerado el programa de extensión del movimiento de Fe. [2]
Kenneth Copeland indica la fórmula de fe de esta manera: “Todo lo que implica es 1) ver o visualizar cualquier cosa que usted necesite, ya sea físico o financiero; 2) valide su afirmación en la Escritura; y 3) declárelo en existencia.” [3]
Paul Yonggi Cho, pastorea la iglesia más grande del mundo en Corea del Sur, tomando prestado de lo oculto, ha desarrollado lo que él llama “las Leyes de la Incubación.” Funciona de esta manera: “Primero establezca una meta bien definida, luego cree una imagen mental, vívida y gráfica, para visualizar el éxito. Luego incúbalo a la realidad, y finalmente háblelo a la existencia a través del poder creativo de la palabra hablada.” [4]
Si una confesión positiva de fe libera cosas buenas, una confesión negativa realmente puede sacar un tiro por la culata. Capps dice que la lengua “le puede matar, o puede dar liberar la vida de Dios en usted.” Esto es así porque, “la Fe es una semilla. . . Usted la planta hablándola” hay poder en “la cuarta dimensión maligna” dice Cho.
Hagin nos dice que si usted confiesa enfermedad usted obtiene enfermedad, si usted confiesa salud usted obtiene salud; cualquier cosa que usted diga usted lo obtendrá. La palabra hablada libera poder – el poder para el bien o el poder para el mal es la perspectiva comúnmente sostenida de este movimiento. Es fácil de ver por qué el titulo de “confesión positiva” es a menudo aplicado a este grupo.
Como usted podría adivinar, las enseñanzas del movimiento de “Palabra de Fe” son muy atractivas para algunos. Si podemos producir cualquier cosa que nuestros corazones deseen simplemente exigiendo lo que queremos por fe, si podemos manipular el universo e incluso a Dios mismo, entonces tenemos a nuestro genio personal esperando simplemente cumplir con nuestros deseos. Las similitudes entre las enseñanzas de la Palabra de Fe y El Secreto son inconfundibles.
La Nueva Apariencia: Joel Osteen
Muchos cristianos pueden discernir el error obvio de las enseñanzas de la Nueva Era detrás de El Secreto y libros similares como The New Heart de Eckhart Tolle (otro favorito de Oprah), así como también las proclamaciones sobresalientes de muchos dentro del movimiento del evangelio de prosperidad. Sin embargo cuando las enseñanzas similares sean empaquetadas, expresadas con otras palabras y se replanteen en una moda atractiva, un mayor número de personas caerá presa. Entre en Joel Osteen y su marca del evangelio-lite de prosperidad. Como veremos, Osteen enseña esencialmente la misma teología que sus mentores de Palabra de Fe, pero él le da una torsión actualizada.
Joel Osteen se ha hecho de un nombre conocido debido a su éxito increíble. Él “pastorea” la iglesia más grande en Estados Unidos, Lakewood Church en Houston, Tejas, la cuál en 2008 hacía alarde de una asistencia semanal de 43,500, casi lo doble que su competidor más cercanos. [5] Osteen tomó el timón de Lakewood Church en 1999 a la muerte de su padre, John. John Osteen era abiertamente un predicador del evangelio de prosperidad que fundó Lakewood en 1959 y la había edificado con 6000 miembros antes de que su hijo le reemplazara. Joel, quién hasta ese punto le había dado el liderazgo del ministerio de televisión de Lakewood y antes había predicado solo una vez, fue colocado en el púlpito e inmediatamente la iglesia comenzó a estallar. Hoy los servicios Lakewood son emitidos por radio en más de 100 países, Joel ha escrito a dos libros de ventas multimillonarias, y él, junto con su esposa, la madre, y numerosos músicos de Lakewood, viajan por todo el mundo ofreciendo un evento que llaman “Una Noche de Esperanza.” Mientras que la mayoría de las iglesias luchan por encontrar y alojar miembros, la gente está dispuesta a comprar boletos de $15 para asistir a “Una Noche de Esperanza” y los auditorios están normalmente llenos.
Osteen no tiene entrenamiento teológico y eso es obvio por sus libros, sermones y entrevistas en televisión que él tiene poco conocimiento de la Escritura. No obstante, él ha atrapado una ola sin precedente de popularidad y claramente podría afirmar el título como el pastor más admirado en Estados Unidos. Esta popularidad por supuesto es debida principalmente por su mensaje. Esquivando cualquier cosa controversial o negativa (como el infierno o el juicio e incluso el pecado), Osteen proclama un mensaje de positivismo puro. El título de su primer libro, Su Mejor Vida Ahora, resume lo que Osteen tiene que proponer a muchas audiencias. Si hemos de seguir ciertos principios o ciertos pasos (siete para ser exactos), así va el argumento, nuestra existencia será feliz, sana, y bendecida con todo lo que haría maravillosa esta vida. Éste es un mensaje que apela a la carne de los incrédulos y cristianos mundanos y daría razón del estatus de súper estrella que Osteen ahora tiene. Por supuesto ésta es una acusación ruda. Acuso a Joel Osteen de ser un maestro falso: Un hombre que ha tergiversado el evangelio para seducir la naturaleza caída de personas, que ha convertido a Dios en un genio, y que ha distorsionado la Escritura para presentar una forma cálida y no clara pero pervertida de Cristianismo. Para ver si estoy en lo correcto o solo estoy siendo cruel de espíritu, necesitamos recurrir a palabras textuales de Osteen tal y como se encuentran en Su Mejor Vida Ahora
Lo que el lector encontrará en este libro de grandes ventas es una mezcla de sentido común, consejo práctico útil, y una multitud de historias de éxito entrelazados con una dosis pesada de enseñanza engañosa. Comencemos con el evangelio. No es tanto que Osteen presente un evangelio falso (lo cuál parece hacer en Su Mejor Vida Ahora) sino más bien, no existe evangelio en absoluto. En un libro de 300 páginas el cual será leído por millones de incrédulos, lo más cercano que llega Osteen al evangelio es: “Ocúpese en su salvación. La salvación es más que una sola oración. Está constantemente en funcionamiento con Dios, tratando con los asuntos que El trae a colación y manteniendo una buena actitud, peleando hasta que usted gane la victoria.” [6] Lo que Osteen cree concerniente al evangelio es incierto, pero lo que es innegable es que el énfasis de su ministerio mantener un punto de vista positivo sobre la vida en vez de una relación correcta con Dios. Excepto por esta sola frase, la totalidad del libro trata con “siete pasos para vivir en su potencial completo” como se indica en el subtítulo. Este tema resuena con el pensamiento de aquellos quién es aquel cuyas vidas y mentes están de conformidad con este sistema mundial en vez de ser “transformadas por la renovación de vuestra mente” (Rom 12:2).
Realmente no nos debería asombrar que hombres como Osteen hayan atrapado el ojo del público puesto que simplemente le dicen lo que quieren oír (2 Tim 4:3) lo cual es: Necesitamos sacar partido de esta vida, gozar cada minuto que podemos, porque esto es lo mejor que alguna vez vaya a suceder. Esta filosofía es del mundo, no de Dios quien consistentemente nos llama a vivir por valores superiores a este mundo y al ego (1 Juan 2:15-17). Como Pablo escribió a la iglesia en Colosas: “Poned la mira en las cosas de arriba y no en las cosas de la tierra” (Col 3:2). Pablo no quiso decir con esto, como los cristianos conservadores son a menudo acusados, que debemos ignorar la vida en este planeta y nos escondamos alguna parte hasta que el Señor regrese. Quiere decir que vivimos para un propósito superior que el éxito y el placer personal “porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios” (Col 3:3). Osteen no hace intento de llevar a sus lectores a este propósito superior, a una vida vivida para Dios. En Lugar de eso, Dios debe ser manipulado para nuestro placer. Pienso que Osteen apreciaría el consejo de Elifaz a Job (más tarde condenado por Dios), “Vuelve ahora en amistad con él; y tendrás paz; Y por ello te vendrá bien” (Job 22:21).
Tomemos algunos aspectos generales en cosas específicas:
La Oferta
La atracción de Osteen se halla en lo que él ofrece lo cual no es nada menos que una vida de buena salud, abundancia, riqueza, prosperidad y éxito, “Si usted desarrolla una imagen de victoria, éxito, salud, abundancia, alegría, paz, y felicidad, nada en la tierra podrá sujetar esas cosas de usted” (p. 5). [7] Puesto que éstas son cosas que la mayoría de la gente atesora y, puesto que Jesús nos reveló que “donde este tu tesoro, allí estará tu corazón” (Mat 6:21), es previsible que la promesa seductiva de un mapa conduciendo a estos tesoros encuentre a muchos adherentes. Y ciertamente lo hace. Pero ¿qué específicamente está siendo ofrecido?
Salud
Si seguimos las enseñanzas de Osteen podemos esperar buena salud. Su madre por ejemplo fue diagnosticada con cáncer terminal veinte años atrás, pero debido a que ella confesó buena salud hoy ella es libre del cáncer (pp. 126-127). De hecho, uno de los distintivos del evento de “Noches de Esperanza” es el testimonio de la madre de Osteen con respecto a su sanidad física – implicando por supuesto, que aquellos en la audiencia también puede ser sanados si estan dispuestos a hacer lo que sugiere Joel.
Abundancia
Osteen, sin capacitación, da fe de que todos nosotros estamos destinados a la grandeza de todo tipo: “Usted nació para ganar; usted nació para la grandeza, usted fue creado para ser un campeón en la vida” (p. 35), y la abundancia, “él quiere que usted viva en abundancia. Él quiere concederle los deseos de su corazón… Dios esta haciendo a su favor las cosas a su alrededor” (p. 78). De hecho, aparentemente sin tener en cuenta nuestra relación con Dios: “Antes de Que estuviésemos formados, El nos programó para que vivamos vidas abundantes, para ser felices, sanos, y plenos. Pero cuando nuestro pensamiento se contamina ya no está más en línea con la Palabra de Dios” (p. 114).
Dos cosas deberían ser notadas a estas alturas. Primero, las Escrituras no enseñan nada de eso. Mientras que la vida eterna con el Señor es el destino final del redimido, el juicio y luego el lago de fuego es el destino final de los perdidos (2 Tes 1:9; Apoc. 20:14-15). Entretanto, en esta vida la lluvia cae sobre justos e injustos, y los cristianos pueden sufrir tantas pruebas como los incrédulos, quizás más (Rom 5:3-5; Stgo.1:2-4; 2 Cor 4:8-12, 11:23-29; Heb 11:35-40). Es verdad que el Salmo 37:4 promete: “deléitate así mismo en Jehová; y el te concederá las peticiones de tu corazón,” pero sobre una reflexión pequeña se verá que aquél que se deleita a sí mismo en el Señor desea a Dios, no simples bendiciones materiales, buenos estacionamientos, éxito empresarial y un armario con guardarropa agradable. El programa de Osteen trivializa la vida abundante que Jesús vino a dar a Sus seguidores (Juan 10:10).
En segundo lugar, cuando los maestros de prosperidad usan la frase “Palabra de Dios,” el lector debe discernir cuidadosamente lo que se quiso decir. A menudo, como en este caso, “la Palabra de Dios no es una referencia a la Biblia sino a palabras habladas, supuestamente por Dios, extrabíblicamente a través de los seguidores de la Palabra de Fe. Osteen entonces no acusa a personas de estar fuera de lugar con las Escrituras, sino de estar fuera de lugar con las enseñanzas de hombres como el mismo. Esto no es nada menos que una afirmación de que Dios ha revelado Su Palabra aparte de la Escritura y a través de líderes de la prosperidad.
Riqueza
“Dios quiere aumentarle financieramente, dándole ascensos, creatividad e ideas frescas” (p. 5), o así es que Osteen promete. ¿Cómo sabe él esto puesto en los tiempos bíblicos los ascensos no eran una práctica común, las ideas frescas y la creatividad no conllevaron el valor que conllevan hoy y la riqueza no era necesariamente visto como señal del deleite de Dios? Alguien podría contestar que David y Salomón estuviera bien económicamente, pero éste no fue el caso para Jeremías y Habacuc, ambos hombres piadosos perdieron todo. El trabajo prosperó por un tiempo, perdiendo todo, y luego lo ganó de nuevo. ¿Le hizo uno de “los consoladores” de Job alguna indicación de la filosofía de prosperidad? ¿Era ese el momento decisivo? Difícilmente. Fue hasta que Job se arrepintió de su arrogancia que Dios restauró su anterior afluencia, y Dios no estaba bajo ninguna obligación de hacer eso. El principio bíblico es que el Señor está soberanamente obrando en nuestras vidas. Él puede elegir bendecirnos con abundancia de riquezas, o él puede elegir bendecirnos quitando nuestras riquezas.
Entonces ¿de donde saca Osteen la idea de que “Dios quiere aumentarnos financieramente?” Su base está en su experiencia muy limitada y selectiva. Él nos dice, por ejemplo, que cuándo su padre “estaba dispuesto a ir de más allá de las barreras del pasado [aplicando los principios encontrados en este libro], él quebrantó esa maldición de pobreza en nuestra familia. Ahora, mis hermanos y yo, y nuestros hijos, nuestros nietos, incluso nuestros bisnietos, vamos todos a experimentar más de la bondad de Dios por lo que uno hizo” (p. 25). Por supuesto, millones de ejemplos en todo el mundo y a lo largo de la historia podrían ser dados de personas piadosas viviendo en pobreza, y los hijos de los ricos malgastando su herencia y privilegios, pero Osteen parece convenientemente ignorar tales ejemplos. En lugar de eso él está convencido de “que Dios quiere darle su casa” (p. 35). El gobierno de Estados Unidos y el sistema bancario parecieron estar de acuerdo con Osteen hasta el choque económico reciente. Ahora están quitando muchas de esas casas. Pero esto no disuade a Osteen; él está persuadido de que prosperaremos.
Prosperidad
La prosperidad es más que la salud y la riqueza; incluye todas las buenas cosas que la vida puede dar. Aparentemente Dios está trabajando más duro para facilitarnos la vida. Osteen promete: “va a suceder… repentinamente, su situación cambiará para mejor… él realizará sus sueños (pp. 196-198). Tales declaraciones no le dejan lugar al paciente de cáncer que no se pone mejor, el trabajador de la fábrica que es despedido del trabajo y nunca más encuentra un trabajo igual, el atleta que tiene una lesión que destruye su carrera, o todos aquellos perdedores en las audiciones de “American Idol” (podemos estar agradecidos por esto al menos). Tales personas tendrían motivos para cuestionar el pronunciamiento de Osteen de que: “Dios te hizo para ser común. Dios te creó para sobresalir” (p. 82). Simplemente dos minutos de reflexión descubrirían la falacia de esta declaración. Por definición todo el mundo no puede estar por encima del promedio – alguien tiene que estar en medio del paquete, y alguien tiene que cubrir la retaguardia. Esta clase de idea suena como al grado de inflación familiar que sucede en muchas de nuestras escuelas y nuestras universidades hoy. Si el noventa por ciento de todos los estudiantes hacen una “A” común (la cuál ya no es raro) eso no quiere decir que son más listos que los estudiantes del pasado, solamente quiere decir que el sistema de evaluación ha variado a fin de que más estudiantes (y patrones potenciales) piensen que tienen éxito. Además, ¿no nos dijo Pablo que los únicos que Dios llama “no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que lo necio del mundo escogió Dios para avergonzar a los sabios…” (1 Cor 1:26-27)? Nuestro Señor parece tener estándares y valores que están fuera de alineación con Osteen.
Pero aún Osteen insiste, “Usted a menudo recibirá tratamiento preferencial simplemente porque su Padre es el Rey de reyes, y Su gloria y honor se derramarán sobre usted” (p. 40). Osteen ora, “Padre, te agradezco que tengo Tu favor” (p. 41). Por el favor de Dios Osteen tiene en mente tales asuntos trascendentales como encontrar su lugar perfecto en un lote abarrotado (pp. 41-42). El por qué un hombre perfectamente saludable de mediana edad oraría por un lugar de primer rango, sabiendo por supuesto que alguien con mayores necesidades físicas se le negaría tal lugar, nunca es explicado. Osteen admite que Dios algunas veces se rehúsa a contestar su oración de por una posición, pero esto no quiere decir que vaya a dejar de creer en el favor de Dios” (p. 43). Osteen no puede perder. Si él encuentra el mejor sitio en un lote él tiene el favor de Dios; si él da vueltas por 15 minutos y fracasa en esta tarea de suma importancia, no va a descarrilarse su teología.
Éxito
“Dios quiere que usted vaya más allá que sus padres” (p. 8). Esta declaración se hace sin una pizca de evidencia bíblica. Al contrario es raro encontrar en la Escritura a un hijo superar a un padre piadoso o exitoso. Por otro lado, lo mismo es a menudo cierto en nuestra experiencia – algunos hijos van más allá que sus padres, otros no. Osteen hace una declaración sin fundamento.
Pero para no ser disuadido se nos dice: “Dios quiere que usted viva una vida de superación de victoria. Él no quiere que usted apenas pase inadvertido. El es llamado El Shaddai, 'el Dios mas que suficiente'” (p. 33, énfasis de él). Al contrario: El Shaddai es un título usado para nuestro Señor en el Antiguo Testamento que es a menudo traducido “el Dios Todopoderoso.” Habla de toda la suficiencia de Dios, y es un título especial de reverencia. Osteen ha inventado su propio significado y durante el proceso ha convertido a Dios en nuestro papito personal de azúcar, listo para repartir los dulces a cualquiera que piense que haya descubierto el secreto de Su corazón.
Buena imagen-propia
“Dios quiere que nosotros tengamos imágenes propias sanas, positivas, para vernos como tesoros sin precio. Él quiere que nosotros nos sintamos bien acerca de nosotros mismos… Dios lo ve a usted como un campeón… él te estima como una persona fuerte, valiente, exitosa, que vence” (p. 57-58). ¿Realmente? ¿De qué fuente traza Osteen su perspectiva de imagen propia? Ciertamente ningún texto bíblico nunca menciona tal cosa. En vez de ir en busca de una buena imagen propia Pablo nos advierte “que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura” (Rom 12:3). Pero en lugar de tomar en serio la instrucción de la Escritura, Osteen es feliz saliendo en búsqueda de las modas pasajeras encontradas en la psicología popular. Él continúa: “Cuando usted es tentado en desalentarse, recuerde a usted mismo que según la Palabra de Dios, su futuro se pone cada vez más brillante; usted está en camino hacia un nivel nuevo de gloria” (p. 67). Eternamente ésta es una declaración verdadera para el hijo de Dios, pero prometer algo semejante será el caso en esta vida es engaño puro. Y puesto que Osteen no hace distinción entre los redimidos y los no renovados espiritualmente en su libro, él ofrece una esperanza falsa e dañina a la mayoría de su audiencia, aquellos que no conocen a Cristo como su Salvador.
El Sistema de Creencia
¿En qué basa Osteen su sistema de creencia? Ciertamente no de la Escritura porque la Biblia nunca enseña ninguna cosa remotamente parecida a este tipo de prosperidad del Cristianismo. Esto no es decir que Tu Mejor Vida Ahora está completamente desprovisto de referencias bíblicas, pero las pocas que se pretenden están desesperadamente fuera de contexto o torcidas más allá del reconocimiento (vea a pp. 10,14,18, 30-31, 33, 61, 76, 79-83, 87-89, 104, 115, 129-130, 134,164). Osteen indicia desde el comienzo y a menudo que sus puntos de vista no son extraídos fundamentalmente de la Escritura sino de sus experiencias y estas de otros. Incluso, en la introducción Osteen escribe, “Dentro de estas páginas, usted encontrará siete pasos simples, pero profundos, para mejorar su vida, a pesar de su nivel actual de éxito o falta de él. Sé que estos pasos funcionan, porque han surtido efecto en las vidas de los miembros de mi familia, amigos, y socios, así como también en mi vida” (p viii).
Osteen apoya su tesis a través del uso de numerosas historias de éxito de un tipo u otro. Algunos de sus historias son imposibles y/o en el mejor de los casos incapaz de ser documentados y por consiguiente levanta una bandera roja con respecto a su integridad (pp. 12, 23, 73, 122, 161, 167, 201-202, 229, 280-281, 292). Los otros son ejemplos altamente selectivos de finales felices (vea a pp. 4, 7-8, 27, 111-112, 125, 127, 199-200, 246). Como resultado de tan historias que Osteen le puede prometer eso, si sus teorías son aceptadas, “repentinamente, las cosas cambiarán, repentinamente, ese negocio despegará. Repentinamente, su marido deseará una relación con Dios. Repentinamente, ese hijo caprichoso volverá a casa. Repentinamente, Dios cumplirá sus esperanzas y sus sueños” (p. 199). ¡O tal vez no! Inexplicablemente (dado su sistema de creencia y su insistencia de que Dios traerá prosperidad a nuestras vidas si seguimos la fórmula) Osteen debe admitir que todas las cosas no terminan en éxito. Tanto su hermana como su padre experimentaron el fracaso del divorcio (pp. 151, 176), algunas personas no son sanadas (pp. 181-182), las cosas no siempre se resuelven en la forma en que deseamos (pp. 207-209), su padre sufrió una falla renal y estaba en diálisis por años (p. 247) y murió de un ataque al corazón (p. 248). Mientras que Osteen declara “que Dios no envía problemas” él admite que “algunas veces El nos permite pasar por ellos” (p. 205). Pero el hecho es que aun en el mundo de historia de la teología de Osteen el pueblo de Dios sufren los mismos altibajos, éxitos y fracasos, salud y enfermedad y así sucesivamente al igual que los incrédulos. Uno solo tiene que examinar rápidamente los Salmos para darse cuenta de que ésta no es nuestra “mejor vida ahora.” Vivimos en un mundo corrupto y hasta el regreso del Señor nuestro universo manchado en pecado a menudo nos decepcionará y nos acongojará. Las historias de éxito (y fracaso) pueden ser puestas en fila de aquí hasta la eternidad, pero tales historias no son la base de la verdad, o de la vida; pero la Palabra de Dios si.
Los Métodos
Trayendo, sin embargo, desde muchas historias selectivas, e ignorando lo que tiene Dios que decir, Osteen presneta una metodología que él promete producirá una vida de abundancia, éxito, salud y afluencia. Este sistema no es único para Osteen, habiendo casi literalmente provenido de los maestros de prosperidad mencionados arriba, pero él ha tomado esta enseñanza falsa para una audiencia nueva. Examinemos cómo surte efecto el programa.
Hay tres pasos básicos para “su mejor vida ahora.”
La visualización
El paso inicial en el programa de Osteen es la visualización: “El primer paso para vivir en su potencial completo es ampliar su visión. Para vivir su mejor vida ahora, usted debe ponerse a buscar en la vida a través de los ojos de la fe, viéndose elevar a la altura de niveles nuevos. Vea su negocio despegando. Vea su matrimonio restaurado. Vea a su familia prosperando. Vea sus sueños cumplirse. Usted debe concebir y creer que es posible si usted espera experimentarlo alguna vez” (p. 4, énfasis de él).
La razón por la que la visualización es necesaria es porque tiene el poder para causar lo que usted visualiza. “Usted producirá lo que usted continuamente ve en su mente… Si usted desarrolla una imagen de victoria, éxito, salud, abundancia, alegría, paz, y felicidad, nada en la tierra podrá mantener esas cosas lejos de usted… Comience anticipando ascensos e incremento sobrenatural. Usted lo debe concebir en su corazón y mente antes de que usted lo pueda recibir … Usted debe dar lugar al incremento en su pensamiento, y luego Dios ocasionará esas cosas” (pp. 5-6).
Aparentemente incluso Dios está a merced de lo que visualizamos; después de todo, “los Pensamientos [no de Dios] determinan El destino” (p. 101). “Si usted no piensa que su cuerpo puede ser sanado, nunca lo será… Cuando usted piensa pensamientos positivos, excelentes, usted se estará impulsando hacia la grandeza, inevitablemente con dirección al incremento, ascenso, y bendiciones sobrenaturales de Dios” (p. 104).
La fe
No es suficiente pensar y visualizar lo que queremos, también debemos expresar fe. “Dios trabaja mediante la fe. Usted debe creer primero, y luego usted lo recibirá” (p. 33). “Recibimos lo que creemos. Desafortunadamente, este principio trabaja tan negativamente fuerte como lo hace en el positivo” (p. 72). “Comprenda esto: Dios le ayudará, pero usted lanza el voto decisivo [debemos] llegue a un acuerdo con Dios” (p. 74). “Es nuestra fe la que activa el poder de Dios” (p. 306).
Es vital que visualicemos lo que queremos y esperamos (“exprese fe”) porque nuestra fe atrae lo que visualizamos. Mientras que Osteen nunca llama esto la “ley de la atracción" note su similitud al mismo concepto enseñado por maestros de la Nueva Era como Eckhart Tolle, Rhonda Byrne y otros. “Su vida seguirá sus expectativas. Lo que usted espera es lo que usted obtendrá” (p. 13). “Nuestros pensamientos contienen un poder tremendo. Recuerde, atraemos a nuestras vidas aquello que constantemente pensamos. Si siempre hacemos hincapié en lo negativo, atraeremos a personas negativas, experiencias, y actitudes. Si siempre hacemos hincapié en nuestros miedos, obtendremos como fruto, más miedo. Usted establece la dirección de su vida con sus pensamientos” (p. 109).
Las palabras
No obstante, no es suficiente tener buenos pensamientos y expresar fe en ellos; hay que decir en voz alta sus deseos. Esto es por qué el evangelio de prosperidad es a menudo llamado el movimiento de “Palabra de Fe” – pues el poder recae sobre la palabra hablada. Siga el pensamiento de Osteen: “Nuestras palabras tienen un poder tremendo, y ya sea que queramos o no, daremos vida a lo que decimos, ya sea bueno o malo…las palabras son similares a las semillas, hablándolos en voz alta, son plantadas en nuestras mentes subconscientes, y cobran una vida propia” (p. 122). Osteen sugiere: “levántese cada mañana y véase al espejo y diga, ´soy de valor´. Soy amado. Dios tiene un gran plan para mi vida. Tengo favor dondequiera que vaya. Las bendiciones de Dios me están persiguiendo hasta encontrarme y alcanzarme. Todo lo que toco prospera y tiene éxito. ¡Me entusiasma mi futuro!' Comience a hablar ese tipo de palabras, y antes que pase mucho tiempo, usted se elevará a un nivel nuevo de bienestar, éxito, y victoria. Verdaderamente hay poder en sus palabras” (p. 123).
Pero hay más. También debemos hablar a nuestros problemas: “Cualquier cosa que sea su montaña, usted lo debe hacer algo más que pensar acerca de ello, más que orar acerca de ello; usted le debe hablar a ese obstáculo… Comience a declararse sano, feliz, pleno, bendito, y próspero. Deje de hablar a Dios acerca de qué tan grande son sus montañas, y empieza a hablarle a sus montañas acerca de qué tan grande es su Dios” (p. 124). Osteen seguramente nos puede prometer: “Amigo, hay un milagro en su boca” (p. 125). ¿Cómo es eso? “En el momento que usted expresa públicamente algo, usted le da vida a ello. Este es un principio espiritual, y funciona ya sea que lo que usted diga sea bueno o malo, positivo o negativo” (p. 129). Por consiguiente, “Usted debe comenzar atrevidamente a confesar la Palabra de Dios, usar sus palabras para seguir adelante en la vida, para traer a la vida las grandes cosas que Dios tiene guardadas para usted” (p. 130).
Y es completamente decisión de nosotros llevar a cabo esta clase de vida. “Dios ya ha hecho todo lo que El va a hacer. La pelota está ahora en su tribunal. Si usted quiere éxito, si usted quiere sabiduría, si usted quiere ser próspero y saludable, usted va a tener que hacer más que meditar y creer; usted atrevidamente debe declarar palabras de fe y victoria sobre usted mismo y su familia” (p. 132). Osteen está presentando un programa de esfuerzo propio puro y bautizándole en el nombre de Dios. Aquellos que fracasan en alcanzar estos beneficios prometidos solo obtienen culpa, puesto que aparentemente no siguieron la fórmula de Osteen.
Conclusión
Cada vez que las supuestas cosas de Dios y el pueblo de Dios se hacen populares con los habitantes de este mundo caído deberíamos ser sabios para andar suavemente y de más discernimiento. Los judíos acosaron y/o se asesinaron a casi cada uno de sus profetas (Hechos 7:52); los apóstoles fueron despreciados por el mundo y Jesús fue asesinado por aquellos que El vino a salvar. Jesús pronunció una bendición sobre aquellos que son acosados por el bien de la justicia (Mat 5:11) y son advertidos, “Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán” (Juan 15:20). ¿Por qué? Porque el mensaje de la Cruz es tontería para aquellos que perecen (1 Cor 1:18). Por eso cuando encontramos un ministerio u hombre o mujer o mensaje cristiano siendo alabados por incrédulos podemos estar seguros que o la humanidad no renovada espiritualmente no ha entendido aun lo que se está diciendo, o lo que dicen está dentro lo que el incrédulo ya cree. Como hemos demostrado, el mensaje de Osteen es exactamente lo que los incrédulos y cristianos sin discernimiento quieren creer y están emocionados de tener a alguien que afirma ser un portavoz confiable de Dios que está de acuerdo con ellos. Esto daría razón del éxito increíble de Osteen, pero justificaría, o excusaría la inmadurez y credulidad inconcebible de cristianos profesantes.
* * * *
[1] Tomado de The Secret DVD.
[2] Hank Hanegraaff, Christianity in Crisis (Eugene, Oregon: Harvest House Publishers, 1993), p. 74, 75.
[3] Ibid., p. 80.
[4] Ibid., pp. 83, 84.
[5] http://churchrelevance.com/top-100-largest-churches-in-america-of-2008/. It is digno de notar que segun esta fuente, la asistencia ha descendido a 3,500 personas desde el año anterior; una megaiglesia virtual en su propio derecho.
[6] Joel Osteen, Your Best Life Now ( New York: Faith Word, 2004), p. 212.
[7] las citas y números de página a través del resto del libro son tomadas de Osteen, Your Best Life Now.
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