lunes, agosto 16, 2021

Leer vs. Traducir el griego: Retención, 2ª. Pte.

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Leer vs. Traducir el griego: Retención, 2ª. Pte.

POR CLINT ARCHER

Según el Dr. D. P. Jones, de la Universidad de Texas, cuando un hombre sano de 70 años está postrado en la cama durante diez días, puede perder hasta el 10% de la masa muscular magra de las piernas. Del mismo modo, si no se utiliza un idioma aprendido en absoluto, o si se depende demasiado de herramientas como los programas informáticos, la fluidez se atrofiará como un músculo no utilizado. Esto es lo que estudiamos la semana pasada. La semana que viene aportaré algunas estrategias para recuperar la fluidez lectora del griego.

Hoy quiero aclarar lo que estamos tratando de hacer. Tenemos que entender la diferencia entre leer griego y traducir griego.

Son dos habilidades distintas, y cada una tiene su lugar. Tendrás que ajustar tu enfoque en la retención, en función de cuál de estas habilidades pretendes mejorar.

La traducción del griego se refiere a la capacidad de convertir una palabra, frase u oración griega en un equivalente español adecuado. Ahora, por supuesto, puede saltarse este paso leyendo su Biblia en español, algo que ya han hecho personas mucho mejores que usted en la traducción.

Pero para los predicadores que buscan ideas exegéticas o matices en el griego, traducir el pasaje usted mismo es el camino a seguir. O, al menos, mirar las palabras griegas de una en una con su ayuda, para tener una idea de lo que se esconde bajo el velo de la traducción.

Las palabras griegas se componen de partes, por ejemplo, la raíz léxica (que es la definición de la palabra dada en un léxico), el aumento (una vocal añadida en/cerca de la parte delantera de algunas formas verbales que indica algo sobre el tiempo español que se debe usar en la traducción), y la terminación, que son letras al final de la raíz que señalan el caso (nominativo/acusativo, etc.) el género (masculino/femenino/neutro), el número (singular/plural), etc.

Por lo tanto, para traducir una frase del griego al español hay que ser capaz de averiguar ("parsear") lo que ocurre en las palabras, O... se puede consultar una herramienta que lo parsee por ti. Las "ayudas" más útiles son las Biblias interlineales (que ponen una glosa en español encima de la palabra griega), los textos griegos analíticos (que enumeran el análisis) y los programas de software bíblico, como Logos, BibleWorks o Accordance, que permiten al usuario situar el puntero del ratón sobre la palabra griega y obtener las partes y la glosa.

Pongo "ayuda" entre comillas porque ciertamente "ayudan" con la traducción... pero no te ayudan a mejorar tus habilidades de lectura. Por eso es necesario conocer la diferencia entre traducir y leer, para saber qué habilidad quiere mejorar.

Leer es la habilidad de mirar las letras, palabras, frases y oraciones del Nuevo Testamento, y reconocer lo suficiente de lo que sucede con las formas para que usted sepa lo que se está comunicando sin ayuda. Leer no es analizar, es captar el sentido de la letra, la historia, el poema o la profecía sin la ayuda del inglés. Un buen lector de griego piensa literalmente en griego mientras lee, aunque no conozca el significado de cada palabra o su forma exacta.

Piénsalo así. Si no sabes afrikáans (un dialecto del neerlandés que sólo se habla en Sudáfrica), y escribo un párrafo de esta entrada del blog en afrikáans, y quieres saber lo que dice, podrías usar Google translate para que te lo dijera, y tendrías una idea bastante buena de lo que dije. Estarías confiando totalmente en el software. O podrías buscar cada palabra, una por una, en un diccionario afrikáans-inglés. Y sí, podrías averiguar lo que estaba diciendo, especialmente si hubieras cursado uno o dos semestres de estudios de afrikáans, de modo que entenderías los cambios que ves que son diferentes de la entrada del diccionario.

Pero eso no es leer afrikáans. Eso es traducir.

Si quieres probarlo, aquí tienes una muestra:

Want so lief het God die wêreld gehad, dat Hy sy eniggebore Seun gegee het, sodat elkeen wat in Hom glo, nie verlore mag gaan nie, maar die ewige lewe kan hê.

Traduciendo se sentiría así...

Want (Debido) so (a que) lief (amó) het (así) God (Dios) die (al) wêreld (mundo) gehad (dio), dat (que) Hy (El) sy (su) eniggebore (Unigénito) Seun (Hijo) gegee het  (dio), sodat (para que) elkeen (todo aquel) wat (que) in (en) Hom (El) glo (cree), nie (no) verlore (se pierda) mag (pueda) gaan (ir) nie (no), maar (sino) die (la) ewige (eterna) lewe (vida) kan (pueda) (tener).

Bastante bien, ¿no?

Se puede entender palabra por palabra. Pero un lector fluido de afrikáans tendría una experiencia diferente al asimilarlo todo a medida que fluye hacia su comprensión, y tendría una apreciación diferente de la fuerza y la belleza de lo que se dice.

Traducir no es inmoral.

Si usted estudió griego en el seminario, y luego, después de cinco años de usar programas informáticos y un interlineal, puede traducir el pasaje que está predicando al español palabra por palabra (o simplemente compararlo cuidadosamente con la RV, la LBLA, la LSB u otra traducción más literal), entonces eso es genial, si ese es su objetivo.

Sin embargo, si su objetivo es leer el griego, pensar en griego a medida que fluye en su conciencia, entonces necesitará algunas estrategias que le ayuden a adquirir esa fluidez de lectura.

Y para conocer algunas estrategias sugeridas, sien julle hier weer volgende week! (¡nos vemos aquí la próxima semana!)

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