Cambiando a Una Iglesia de Liderazgo de Diáconos a Liderazgo de Ancianos
En uno de mis primeros pastorados, dos diáconos hizo algo inusual: ellos en realidad pastoreaban a la congregación. Aparte de estos dos hombres, la iglesia tenía una forma de gobierno típica Bautista de mediados del siglo XX: ocho diáconos servían como un consejo de administración, y la congregación en su conjunto votaba sobre prácticamente toda decisión que afectaba la vida de la iglesia en las reuniones mensuales de negocios. Los diáconos generalmente se centraban en la propiedad, las finanzas y las disputas ocasionales.
¿ANCIANOS POR CUALQUIER OTRO NOMBRE?
Sin embargo, tanto en carácter como en práctica, estos dos hombres hacían el trabajo de ancianos. Ellos simplemente no tenían el título. Ellos vigilaban y guiaban a la iglesia (Hebreos 13:17; Hechos 20:28; 1 Pedro 1:2), enseñaban sana doctrina (Tito 1:9), ejercian supervisión espiritual (1 Pedro 5:2), y establecían un ejemplo de los fieles la vida cristiana (1 Pedro 5:3).
Dudo mucho que ninguno de los dos se considerara a sí mismo como un anciano. Pero eso es precisamente lo que la iglesia debería haber reconocido. En su lugar, la iglesia confundía los oficios bíblicos, que son importantes para la salud de la iglesia, y esperaba que los diáconos actuaran como ancianos sin las calificaciones, dones, o autoridad necesaria.
¿Podría el problema haber sido resuelto por un simple cambio de título de todos los diáconos a ancianos? ¡Por supuesto que no! Mientras que dos hombres ya cumplían el oficio, el resto claramente hacia el papel de diáconos, —siervos de la iglesia— con responsabilidades de ancianos ocasionales impuestas sobre ellos.
¿Cómo puede una iglesia con “modelo diácono” –o cualquier iglesia en una situación similar– avanzar hacia el reconocimiento de hombres calificados como ancianos? En primer lugar, usted, el pastor, tendría que abordar los obstáculos sobre el camino de la implementación del modelo bíblico.
OBSTACULOS EN EL CAMINO DE LA TRANSICIONA ANCIANOS
1. La congregación probablemente no entiende la enseñanza de la Biblia sobre los ancianos. Hacia el objetivo de reconocer a hombres como ancianos, usted le está pidiendo a la congregación que entienda e implemente una práctica bíblica. Esto requiere la exposición paciente de la Escritura –estrechando los vínculos con la congregación, pequeños grupos e individuos en la interpretación y la aplicación de la Palabra de Dios. Muchas de las objeciones a los cambios en el sistema de gobierno pierden su agudeza cuando los cristianos piensan bíblicamente.
2. Muchas congregaciones tienen una larga historia con un congregacionalismo difícil de manejar e hinchado. En lugar de un congregacionalismo saludable y robusto, esta iglesia que he mencionado anteriormente practicaba un micro-manejo congregacional. Nada se ha hizo sin reuniones de trabajo laboriosas, que a menudo terminaran en sentimientos heridos y egos lastimados. Cambiar esto, de nuevo, requiere la enseñanza paciente y el diálogo sobre el Nuevo Testamento y las ideas históricas del congregacionalismo. A lo mejor enseñar a la iglesia acerca de su propia confesión doctrinal (si es buena), explicando lo que dice sobre los oficios de ancianos / diáconos, a la vez mostrar también cómo el congregacionalismo se desarrolla en este ambiente en particular. Este estudio proporciona una plataforma para establecer un retrato de gobierno de la iglesia bíblico y efectivo.
3. Al pasar de un modelo de diácono a un modelo de ancianos, los diáconos que no sean seleccionados para convertirse en ancianos pueden llegar a tener celos. Tales celos pueden derramarse en una división masiva, a menudo desechando cualquier posibilidad para que la iglesia haga la transición de su estructura de liderazgo.¿Cómo se puede tratar esto? Al tomar una visión a largo plazo de liderazgo de ancianos y diáconos. Concéntrese en los requisitos bíblic0s para los diáconos en curso (1 Timoteo 3:8-13), aumentando así el desafío. Esto adelgaza el número de candidatos a diácono. Además, la labor de mostrar la distinción bíblica entre las responsabilidades de los dos oficios. Un hombre que sólo desea un título no tiene por qué adquirir uno. Coloque las expectativas para los diáconos y los ancianos para que la Iglesia anticipe su práctica bíblica. Unos pocos pueden seguir abrigando celos, pero la iglesia es probable que sea sabio a ello.
4. Tal vez ninguno de los diáconos actuales están calificados para servir como ancianos. El mero hecho de la transición entre título a otro con más funciones intensas no ayudará. Más bien, los hombres deben ser cultivados con miras a servir como ancianos. Empiece por reconocer los hombres que parecen ser “irreprensibles” (Tito 1:6). Ayúdelos a desarrollar una mayor coherencia en sus pasos con Cristo.
Cultíveles la Palabra de Dios y la sana doctrina.¿Demuestran amor por la Palabra? ¿Pueden articular la sana doctrina? Después de un período de un diálogo regular sobre las Escrituras, déles la oportunidad de enseñar. Critique, anímelos, y evalúelos. ¿Están dispuestos ser enseñados y a ayudar al cuerpo a entender la Palabra de Dios?
Llévelos con usted en las visitas pastorales.¿Se deleitan en apacentar el rebaño? Reconozca que algunos pertenecen correctamente al oficio de diácono. Sin embargo, algunos pueden evidenciar las cualidades necesarias en los ancianos. Continue invirtiendo en estos hombres. Déles responsabilidades para pastorear a la iglesia para que la congregación pueda empezar a ver el valor de tener ancianos que no están dentro del personal.
DIRIGIENDO LA TRANSICION
Más allá de todos estos obstáculos esta la transición. ¿Cómo puede un pastor dirigir la transición de diáconos a ancianos como los líderes espirituales en la iglesia?
La Velocidad Mata
Como la calcomanía dice, “La Velocidad Mata". Lo mismo sucede con un movimiento impaciente de introducir diáconos calificados a ancianos. ¡Tratar de hacer esto sin la preparación adecuada es probable que cause el caos si no la pérdida repentina de un pastor!
¿Cuánto tiempo es adecuado para la transición? Eso puede variar, pero tiendo a pensar que un mínimo de dieciocho meses a tres años son necesarios para la transición de la estructura de liderazgo de una iglesia. ¿Por qué tanto tiempo? Porque la mayoría de las iglesias carecen de claridad bíblica. Han vivido con sus estructuras de gobierno sin escudriñarlas a la luz de la Escritura, y usted, el pastor está llamándoles a arrancar de raíz posiciones que tienen mucho tiempo.
Así que si desea que esto cambie, usted debe enseñar con paciencia el sistema de gobierno bíblico, a través de distintos lugares: el púlpito, estudio bíblico, en grupos pequeños, reuniones de varones, uno a uno, y así sucesivamente. Dosificar sirve a la iglesia mejor que ofrecer un curso intensivo de sistema de gobierno. Más importante, sin embargo, que el cambio de sistema de gobierno es enseñar a la iglesia a pensar bíblicamente. Cuanto mejor enseñe un pastor a su congregación a interpretar correctamente la Escritura, mejor van a ser capaces de entender el liderazgo bíblico de la iglesia y el deseo de cambiar ellos mismos, lo que dará lugar a una transición mucho más suave.
Sea intencional
Sea intencional. Déle espacio a la congregación para trabajar hacia una comprensión bíblica del sistema de gobierno. Tal vez, usted pastor, tuvo que trabajar a través de las cuestiones del sistema de gobierno durante varios años. La iglesia es probable que necesite la misma cantidad de tiempo, si no más. Pocos reaccionan bien a los nuevos conceptos abarrotados en sus gargantas.
CONCLUSIÓN
Así que fije metas, pero sea paciente. Enseñe, predique y ore hasta que la iglesia se deleite en el evangelio. Mientras la congregación empieza a comprender la naturaleza y misión de la iglesia, conécteles los puntos estructurales. Con el tiempo, espere que comiencen a responder a la Palabra. Después diseñe un plan de nombrar a hombres calificados para servir como ancianos. Siguiendo el método establecido en los documentos sobre el gobierno de la iglesia, revise el sistema de gobierno para reflejar mayor liderazgo en la congregación. Y durante toda la transición, trate de avanzar con humildad y paciencia para la gloria de Cristo y el bien de Su iglesia.
Phil Newton es el pastor principal de la Iglesia Bautista del Sur Woods en Memphis, Tennessee, y el autor de Ancianos en la Vida Congregacional: Redescubriendo el Modelo Bíblico para la El Liderazgo de la Iglesia (Kregel: 2005).
Mayo / Junio 2010
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