sábado, marzo 06, 2010

Revival por Martyn Lloyd-Jones

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Escrito por Gary Gilley

Hace varios años, mientras predicaba a través del libro de Romanos, me decidí a leer a través de los ocho volúmenes de comentarios de Martin Lloyd Jones sobre los primeros ocho capítulos de esa gran epístola. Aunque no siempre he estado de acuerdo con Lloyd-Jones, encontré enriquecedores y gratificantes los primeros siete volúmenes que cubren Romanos 1-7. Constantemente recalcó la importancia de fundamentar todo en la Escritura en lugar de seguir las modas y la sabiduría de los tiempos. Sorprendentemente, en su comentario sobre el capítulo ocho, Lloyd-Jones revierte su curso, en sustitución de eisegesis para la exégesis. Esto es porque él da lugar a que su visión particular sobre el avivamiento de forma a su comprensión de la acción del Espíritu Santo. Y la perspectiva de Lloyd-Jones del avivamiento ha sido moldeada tomando la historia de la iglesia en lugar de las Escrituras.

En Avivamiento, vemos el mismo patrón, sólo un poco más amplio. El libro se basa en varias historias del Antiguo Testamento y un poco de exégesis de la más equivocada imaginable. Tomando pasajes fuera de contexto y superponiendo sobre ellos lo que él quiere que digan Lloyd-Jones logra desarrollar una doctrina deformada sobre avivamiento. Avivamiento se define como una efusión singular del Espíritu Santo en el que “una bendición y actividad inusual [toman lugar] en la vida de la iglesia cristiana” (p. 99). Sin embargo, insiste en que el poder realmente explicar un avivamiento, no es posible (p. 112).

Bíblicamente el día de Pentecostés, como se describe en Hechos capítulo dos, es el patrón y las expectativas del avivamiento de acuerdo a nuestro autor. Si el Espíritu Santo cayó sobre la gente una vez con manifestaciones sobrenaturales, facultando a los santos y ganando multitudes para Cristo, entonces aparentemente se debe esperar lo mismo hoy. Para probar su caso Lloyd-Jones, constantemente se refiere a lo que él considera los tres grandes avivamientos: la Reforma, el avivamiento evangélico bajo Wesley, Whitefield y Edwards, y el avivamiento de 1859 (Avivamiento fue dedicado al centenario de este ultimo), con un asentimiento ocasional hacia el avivamiento de Gales de 1904-1905.

Aunque constantemente dice apoyarse en la naturaleza soberana de los avivamientos, todo el libro está dedicado a los medios que pueden acelerar el avivamiento de nuestro tiempo (por ejemplo, el reconocimiento de nuestra pobreza espiritual, la oración, la nostalgia, la predicación, etc.) Tal vez el aspecto más trágico la comprensión del avivamiento de Lloyd-Jones, es el concepto de que Dios hace casi toda Su obra verdadera durante esos momentos. Esto reduce el pueblo de Dios a mantener el statu quo en espera de un derramamiento extraordinario del Espíritu. Estamos aguardando nuestro tiempo, logrando muy poco, esperando y orando para que Dios finalmente, “se muestre”. Pero para la definición de Lloyd-Jones, Dios no se ha mostrado por lo menos desde 1905. Durante más de un siglo hemos estado de brazos cruzados esperando un avivamiento que no ha llegado (ver págs. 127-129, 210).

Qué triste si esto fuera cierto -, pero esta no es la enseñanza del Nuevo Testamento. En ningún momento en las epístolas se nos indica que pidamos por avivamiento, o incluso buscarlo. En cambio, se nos dice que prediquemos la Palabra, evangelicemos, perseveremos, y sirvamos al Señor y al cuerpo de Cristo. El énfasis de las Escrituras es vivir con todas sus fuerzas para Cristo bajo el poder del Espíritu Santo. En ninguna parte en la Biblia enseña lo que Lloyd-Jones dice respecto al avivamiento. Basar nuestra comprensión de una doctrina seleccionando algunos ejemplos bíblicos y de nuestra interpretación de la historia de la iglesia y de las historias de los individuos es una receta para el desastre. Lamentablemente, esto es lo que Lloyd-Jones ha hecho.

Revival [Avivamiento] es lo peor de Lloyd-Jones. Un hombre que dedicó su vida a la exposición cuidadosa de la Escritura, inexplicablemente, tuerce la Escritura para encajar su teología, que a su vez se basa en fuentes extras (p. 282). Tal vez la mayor contribución de Revival es hacernos ver a todos nosotros que una vez que se deje el fundamento seguro de la Escritura no hay límites a nuestro auto-engaño.

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