Los Filántropos: John Thornton
Por Tim Challies
Como vimos la semana pasada en el primer artículo de esta serie sobre los filántropos cristianos, Selina Hastings, condesa de Huntingdon , vivieron desde 1707 hasta 1791. Esta semana, estamos considerando la vida y la entrega de uno de sus contemporáneos, John Thornton, que vivió 1720-1790.
La familia de Thornton era de Yorkshire, Inglaterra. Su padre, Robert, dirigió el Banco de Inglaterra, que, junto con el propio trabajo de Thornton como comerciante en el comercio de exportación, ayuda a explicar su gran riqueza. En 1753, se casó con Lucy Watson y juntos tuvieron cuatro hijos. El famoso escritor de himnos de Isaac Watts tuvo un fuerte y piadoso impacto en Lucy y, a través de ella, sobre John también.
Su Conversión
Thornton confió en Cristo bajo el ministerio de Henry Venn en 1754 y se convirtió en un evangélico convencido. Venn fue uno de los fundadores de la secta de Clapham, un grupo evangélico notable en la Iglesia Anglicana. Debido a sus fuertes creencias cristianas, Thornton fue ridiculizado por sus compañeros comerciantes e incluso los laicos de la iglesia. De hecho, de acuerdo a la enfermera que cuidó de él en su lecho de muerte, la fe de Thornton era tan fuerte que cuando sus hijos le preguntaron si ahora era feliz, respondió: “Sí, felices en Jesús; todas las cosas son así como pueden ser!” Las últimas palabras que él fue capaz de hablar fueron: “Precioso, precioso.” Me gustaría pensar que lo que quiso hablar fue de la preciosidad de Jesús, pero antes sefue a estar con su Señor. De cualquier manera, no hay duda de que la vida de Thornton muestra la belleza y la supremacía de Cristo.
Sus Contribuciones
Durante su carrera, Thornton era conocido por regalar la mitad de su ingreso anual de cada año y lo daba a un número casi infinito de causas. Él pagó por la impresión y el envío de miles de Biblias, himnarios y materiales devocionales cada vez que escuchó de una necesidad. También apoyó una serie de clérigos, entre ellos el ex comerciante de esclavos John Newton y, a través de Newton, al poeta y escritor de himnos William Cowper. Thornton mas tarde llevó a Newton a Londres para darle vida a Santa María, Woolnoth, donde luego fue pastor por más de veinte años.
Thornton dio fondos a otras iglesias y capillas para el progreso del evangelio y ayudó a la señora Huntingdon en la creación de la escuela de formación. Apoyó a los predicadores coloniales Samson Occorn y Nathaniel Whitaker en la Escuela de Moor, una escuela de caridad india en Connecticut, y ayudó a financiar Dartmouth College en New Hampshire (que, en 1829, nombro a uno de sus edificios Thornton Hall). También apoyó a George Whitefield y envió a algo de la poesía de Cowper al extranjero a Benjamin Franklin. Y tiene que haber mucho más.
Thornton murió el 7 de noviembre 1790 después de haber sufrido una herida mortal en el baño. En el momento de su muerte, a los setenta años de edad, Thornton había acumulado la segunda fortuna más grande de toda Europa, a pesar de desembolsar cientos de miles de libras a lo largo de su vida. Él es recordado hoy en día no por su riqueza, sino por su generosidad.
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