Los Filántropos: John D. Rockefeller
Por Tim Challies
John Davison Rockefeller era un cristiano, un industrial y un gran filántropo que fundó, entre otras instituciones, la Universidad de Chicago y el Instituto Rockefeller para la Investigación Médica (ahora conocida como la Universidad Rockefeller) en la ciudad de Nueva York.
Nacido en 1839 a William y Eliza Rockefeller, John era el segundo de sus seis hijos y su hijo mayor. A diferencia de su padre, que era conocido como un conspirador improductivo, John ganó una gran reputación de ser una persona cristiana honesta y generosa.
De su trabajo en la industria petrolera a su interés en la educación y la ciencia, Rockefeller tuvo un impacto significativo y duradero en los demás. De hecho, a través de los fideicomisos y fundaciones que estableció, Rockefeller dio forma a la filantropía moderna. Por lo tanto, fue el primer americano digno más de mil millones de dólares y, al considerar la inflación, muchos lo consideran como el hombre más rico que jamás haya vivido.
Su Conversión
Aunque su padre era conocido como un vendedor deshonesto, él le enseño a Rockefeller cómo ganar y mantener dinero. Sin embargo, fue su madre quien le enseñó a hacer de Dios el centro de su vida, buscar la integridad, y dar a los demás. “Desde el principio, fui entrenado para trabajar, ahorrar, y dar.”
En 1864, se casó Laura Spelman Rockefeller y juntos tuvieron cinco hijos. Laura también fue una cristiana fuerte y siempre hizo una gran prioridad la adoración en familia en su iglesia local. Su esposa también fue una sabio consejera para Rockefeller. En una ocasión comentó: “Su juicio fue siempre mejor que el mío. Sin su entusiasta consejo, yo sería un hombre pobre.”
Rockefeller era un bautista conservador que creía que una relación fuerte con Dios era necesaria para el trabajo duradero, honesto y significativo. Por esa razón el siempre buscó asociarse con otros cristianos que compartían estos puntos de vista.
Sus Contribuciones
Como se señaló anteriormente, Rockefeller creía en la importancia de la generosidad. De hecho, el diezmó el diez por ciento de su primer cheque de pago a su iglesia local y sostuvo esa disciplina a lo largo de su vida. Con su alto valor en la educación, Rockefeller ayudó a fundar colegios como Spelman College, que fue nombrado después por sus suegros.
Rockefeller también apoyó el trabajo misionero. En 1905, le dio una donación a los misioneros bautistas estadounidenses para ayudar a establecer la Universidad Central de Filipinas, la primera universidad bautista en Asia. También apoyó las escuelas Ivy League, como Yale, Harvard y Brown. En 1913, creó la Fundación Rockefeller, que contribuyo a la salud pública, la capacitación médica, y las artes. Esta fundación doto a Johns Hopkins y construyó el Colegio Médico Unión de Pekín en China.
Pero no se limitó a financiar causas. También inventó ciertas formas de administrar que se siguen utilizando hoy en día. Por ejemplo, creó la donación condicional, que promueve las donaciones recurrentes y la oportunidad para que los donantes supervisen la misión y el valor de los receptores de la organización.
Rockefeller murió de arteriosclerosis en 1937, dos meses antes de su cumpleaños 98. A lo largo de su vida, él sabía (en sus propias palabras), “Dios me dio dinero” y adopto las palabras de John Wesley: “Gane todo lo que puedas, ahorra todo lo que puedas, y da todo lo que puedas.” O, como Efesios 4:28 dice, “El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad.” Por lo tanto, en lugar de intrigas en los negocios como su padre había hecho, Rockefeller trabajó duro para poder ganar dinero para a su vez poder dar a otros.
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