miércoles, octubre 30, 2013

5 Diferencias Entre la Teología Católica y el Evangelio

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Por Jesse Johnson

Con el Día de la Reforma esta semana, es un buen momento para recordar lo que exactamente son las diferencias entre la Iglesia católica y los protestantes. Ciertamente, en casi cada área de la teología hay diferencias, pero aquí es lo que creo que son los cinco problemas más evidentes y significativos que separan la Iglesia Católica del evangelio de la gracia:

1) Justificación

Los evangélicos enseñan que los pecadores son justificados sobre la base de la fe, y la fe de uno se coloca en la final obra sustitutiva de Jesús en la cruz, confirmada por su resurrección gloriosa, y que esto es un regalo basado enteramente en su gracia. Por último, esa justificación es completa y total en el momento de nuestra conversión, y que los creyentes no crecen más justificados.

A diferencia de lo que la Iglesia Católica enseña que la justificación es un proceso que incluye obras (con las obras “infundidas” en la fe de uno), y que esas obras son la causa del proceso de justificación. Más allá de eso, la Iglesia Católica enseña:

“Si alguno dice que por la fe el impío es justificado, sea anatema” (Concilio de Trento # 9)

O:

“Si alguien dice que la justicia [o justificación] recibida no se conserva y no aumenta ante Dios mediante las buenas obras, sino que esas obras no son más que los frutos y señales de la justificación obtenidas, pero no la causa del aumento, sea anatema” (Concilio de Trento, 24).

2. El Papa como cabeza de la iglesia

Para los evangélicos, la iglesia se compone de todos los que han sido justificados por Dios mediante la fe. Las iglesias locales son dirigidas por los ancianos, y cada iglesia es generalmente autónoma. Jesucristo es la cabeza de la iglesia, y no hay ninguna autoridad sobre ninguna iglesia local en la tierra aparte de las Escrituras. Los ancianos y los pastores son falibles en la forma de dirigir la iglesia.

En la enseñanza católica, la iglesia se compone de laicos y está dirigida por los que han recibido el sacramento de la Santa Orden (diáconos, sacerdotes y obispos). La cabeza de la Iglesia es el Papa, que al hablar con autoridad sobre asuntos relacionados con la iglesia, está protegida de la posibilidad de error relativa a la doctrina y la moral de la iglesia. Además, para que cualquiera pueda ser salvo, deben estar bajo la autoridad del Papa:

“Declaramos, decimos, definimos y pronunciamos que es absolutamente necesario para la salvación de todo ser humano ser sujeto al Pontífice Romano” (Unam Sanctam, 1302).

3. Misa frente a la comunión

Para los evangélicos, la comunión es conmemorativa, y actúa como un recuerdo de la obra expiatoria de Jesús. El pan es un símbolo del cuerpo, y el vino simboliza la sangre. No hay nada místico o meritorio al respecto, pero es un medio de gracia y provee crecimiento en la piedad.

La Iglesia Católica enseña la transubstanciación, que el pan y el vino se transforman literalmente en el cuerpo y la sangre de Jesús. Así, en la misa, el sacerdote hace descender a Jesús del cielo, y en el partimiento del pan, Jesús se vuelve a sacrificar. La misa es meritoria, como uno de los siete sacramentos, y es en “un verdadero y propio sacrificio.” He aquí de nuevo el Concilio de Trento:

Si alguno dijere que en la Misa un verdadero y propio sacrificio no es ofrecido a Dios, o bien, o que lo que se ofrece no es otra cosa que Cristo nos es dado de comer, sea anatema.”

As a side note, many of the Protestants and puritans made martyrs by the RCC went to their deaths over this issue. Como nota al margen, muchos de los protestantes y los puritanos hechos mártires por la ICR murieron por esta cuestión. Ellos consideraron la participación en la Misa como idolatría, y se negaron, y a menudo fueron condenados a muerte por su negativa.

4. María

Para los evangélicos, María fue la madre de Jesús, una pecadora, y que se salvó de sus pecados por su fe en Jesús. Reconocemos un período de su vida en el que no creía en Jesús (véase, por ejemplo, Marcos 3:30-33), pero que en el momento de la muerte de Jesús había puesto su fe en El como su Mesías. Ella tuvo otros hijos después de Jesús, y murió una muerte física. Ella ha de ser admirada como una mujer de fe.

En la Iglesia católica, María es objeto de devoción, y en gran parte del mundo, es un objeto de adoración absoluta. Es normativa rezarle (pensemos, por ejemplo, el Ave María), y se enseña que ella era sin pecado. De hecho, la Inmaculada Concepción es la doctrina católica de que María fue concebida sin una naturaleza pecaminosa, por lo que ella no era destinataria de la redención de Jesús, sino que era una participante en la redención. Ella era una virgen perpetua, y nunca sufrió una muerte física, sino que fue ascendida al cielo, donde reina ahora como la reina del cielo y ella misma es Ineffabilis Deus (“Dios inefable,” o “inexplicablemente divina”)

5. Purgatorio

Los evangélicos creen que no hay lugar como el purgatorio, pero que el infierno es real y el cielo es obtenible sólo como un don de Dios, mediante la fe en el sacrificio de Jesús, y esto es todo por gracia. Para los que ponen su fe en Jesús, al morir son conducidos de inmediato a la gloria, donde van a estar en la presencia del Señor.

En la teología católica, el purgatorio es donde los católicos van cuando mueren. Sólo aquellos que están en un estado de gracia pueden ir allí, y una vez que han sufrido por sus pecados no mortales, está listo para ver el cielo. Así, el purgatorio no es eterno, pero es como el infierno de otro modo: el purgatorio involucra tanto las llamas y el sufrimiento, y sirve para hacer expiación por los pecados que no confesó antes de morir. I En muchos sentidos, el Purgatorio es el pegamento que mantiene unido al sistema. Debido a que es un sistema donde el juicio eterno se basa en obras, y ya que los pecados son frecuentes y es imposible conocer y confesar todos los pecados de uno, el purgatorio es una pieza esencial de la teología católica.

Le doy a este listado aquí, simplemente porque siempre me sorprende de encontrar a aquellos que dicen que “los católicos y los cristianos creen lo mismo sobre las cuestiones importantes, es sólo en detalles en donde difieren.” Bueno, supongo que sí es importante cuáles sean las “cuestiones importantes,” pero sin duda estas cinco tocan áreas que son esenciales para el evangelio.

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