martes, marzo 25, 2014

Diez Cosas que Hacer Durante Sufrimiento

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Por: Ed Welch

Todos vamos a sufrir, de eso no hay duda. Es extraño, entonces, que muchas veces no estamos preparados para ello. Con esto en mente, un ejercicio útil es resumir las Escrituras e identificar lo que las palabras de Dios nos pueden guiar cuando las cosas son difíciles.

Aquí está mi lista de las diez cosas que hacer, mientras este en sufrimiento (siempre está sujeto a perfeccionamiento constante).

1. No se sorprenda por el sufrimiento (1 Ped. 4:12). El Hijo sufrió, también lo será de los que siguen al Hijo. No se ahorrará los sufrimientos que el mundo experimenta, pero usted participará en ellos, tanto para el beneficio del mundo y el suyo propio.

2. Viva por fe, vea lo invisible (Heb. 2:2). La visión normal no es suficiente. Tus ojos te dirán que Dios está muy lejos y en silencio. La verdad es que él está cerca -invisible- pero cerca. Él tiene un afecto único para compañeros de sufrimiento. Así que busque ayuda para edificar su visión espiritual. Busque la Biblia. Acuda a otros por ayuda y oración, para recordarle de la Verdad. Pídale al Dios consuelo para consolarle.

3. El sufrimiento revelará lo que está realmente en su corazón. Le pondrá a prueba (Santiago 1:2). ¿Dónde acudir cuando se es probado? ¿Se vuelve hacia Jesús o se vuelve hacia adentro de sí mismo?

4. Dios es Dios, usted no lo es (Job 38-42). Esto es importante. La humildad y la sumisión ante el Rey puede calmar algunas de sus preguntas.

5. Confiese el pecado. No hay nada nuevo aquí, sino que es una característica regular de la vida diaria. Sin embargo, siempre le ayuda a ver la cruz de Jesús con mayor claridad. Es la forma más rápida de ver el amor persistente y abundante de Dios (Hebreos 12).

6. Mantenga un ojo en las Escrituras hacia el Siervo Sufriente. Él ha entrado en su sufrimiento, y usted puede entrar en el suyo. (Isaías 39-53, Juan 10-21)

7. Hable con honestidad y con frecuencia al Señor. Esto es fundamental. Simplemente hable, clame, tenga alguien que le lea un salmo y diga un débil, “Amén.”

8. Espere a llegar a conocer mejor a Dios, mientras este en este desierto. Esa es la forma en que trabaja habitualmente con Su pueblo (Fil. 3:10-11).

9. Hable con las personas que han sufrido, lea sus libros, escúchelos. Usted no está solo. Insista en ser movido a compasión al escuchar otras historias de sufrimiento.

10. Mire hacia adelante. Necesitamos visión espiritual de lo que está sucediendo ahora y a donde el universo se dirige. Estamos en un peregrinaje que termina en el templo de Dios (Sal. 84).

Me he dado cuenta de que, durante tiempos difíciles, podemos escuchar nuestras propias palabras repitiéndose de nuevo a nosotros con más facilidad que las que podemos escuchar de otras personas. Así por este medio autorizo ​​a mi esposa, hijos, y cualquiera, a decirme estas cosas cuando mis penurias son opresivas.

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