Marcas de un Verdadero Apóstol: Elegido por Dios
Por John MacArthur
¿Has conocido a un apóstol? Teniendo en cuenta el gran número de personas hoy en día que han afirmado el más alto de los oficios de la Biblia, es muy posible que en algún punto. Algunas personas incluso han tratado de etiquetarme como un apóstol para esta generación.
¿Pero el oficio apostólico verdaderamente continuó en toda la historia de la iglesia hasta hoy, o estos apóstoles modernos han usurpado la autoridad que no les pertenece?
La continuación del ministerio apostólico es una característica clave del movimiento carismático. ¿Por qué? Porque la Escritura es clara que las señales y maravillas fueron dadas por Dios para verificar la autenticidad de sus apóstoles. Y si-como los carismáticos creen y enseñan –esos dones apostólicos continúan hoy en día, así también debe continuar el oficio de apóstol. Y si bien no todos los carismáticos reconocen la autoridad de los apóstoles en la iglesia hoy, y mientras que muchos continuacionistas reniegan el apostolado moderno por completo –muchas de las figuras más importantes en el movimiento carismático de hoy son apóstoles auto-profesantes.
El hecho es que apóstol no es sólo un término genérico para que la iglesia reparta y aplique como lo considere oportuno. El término se aplicaba a determinadas personas que realizan un trabajo específico en un momento específico en la vida de la iglesia. Y con el fin de entender el significado completo de lo que el título significa –y hacer rendir cuentas a los hombres y mujeres que lo afirman hoy –tenemos que examinar las marcas bíblicas de un apóstol.
En primer lugar, los apóstoles en las Escrituras simplemente no se auto-aplican su título. Ellos no estaban obligados a presentar una solicitud o cartas de recomendación.. Y no había cuotas extravagantes.
En su lugar, los apóstoles del Nuevo Testamento fueron elegidos personalmente por Dios. Paul pasa la mayor parte de 2 Corintios defendiendo su apostolado y comparando su propio ministerio a algunos falsos apóstoles que habían invadido la iglesia de Corinto. Abrió el libro con un saludo familiar que pone de relieve, de donde recibió su llamado apostólico: “Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios” (2 Corintios 1:1). Comenzó su primera carta a la iglesia de Corinto con palabras similares: “Pablo, llamado a ser apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios” (1 Corintios 1:1). Y se hizo eco de esa misma idea en Efesios 1:1, Colosenses 1:1 y 2 Timoteo 1:1. El claro testimonio de la escritura de Pablo es que él era un apóstol porque él había sido elegido para ese papel por Dios.
Entró en más detalle en Gálatas 1:15-16, donde escribió: “Pero cuando Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre y me llamó por su gracia, tuvo a bien revelar a su Hijo en mí para que yo le anunciara entre los gentiles, no consulté enseguida con carne y sangre.” El ministerio de Pablo no era su propio logro, le dio todo el crédito por su trabajo apostólico a Dios. Fue el Señor quien lo ordenó antes de que él naciera, apartándolo para la salvación y la obra del Evangelio. Y al identificar que la obra ordenada de Dios tuvo lugar cuando aún estaba en el vientre de su madre, Pablo ilustra cuán pasiva fue la parte que desempeñó en su vocación apostólica.
Por otra parte, en 1 Timoteo 1:1, Pablo escribe que se desempeña como “apóstol de Jesucristo por mandato de Dios nuestro Salvador, y del Señor Jesucristo.” Pablo tenía un cargo directo de Dios Padre y de Jesucristo para llevar a a cabo su ministerio. El lenguaje que utiliza se refiere a una orden real que no es negociable. Fue un mandato divino en su vida.
Esa era la verdadera naturaleza de la vocación apostólica. No es un club especial al que te unes. Fue una ordenación divina de Dios sobre hombres concretos, apartándolos para un trabajo específico que Él eligió para llevar a cabo a través de ellos.
Los apóstoles fueron escogidos por Dios. Pero incluso eso no fue su única credencial necesaria. Como veremos la próxima vez, también fueron designados por Cristo.
Disponible en línea en: http://www.gty.org/resources/Blog/B131125
COPYRIGHT © 2013 Gracia a Vosotros
No hay comentarios:
Publicar un comentario