Los Apóstoles que No Hacen Nada

Por Cameron Buettel y Jeremiah Johnson

No es nueva, no es apostólica, y no es una reforma — John MacArthur sobre la Nueva Reforma Apostólica

¿Qué pensar de los apóstoles autoproclamados que no cumplen ninguna de las normas bíblicas para el apostolado? Ellos le dan mucha importancia al don de profecía, pero carecen de la capacidad profética para identificar charlatanes y farsantes en su propio medio. Ellos no pueden hacer milagros y sanidades de calidad apostólica y su mensaje no suena nada parecido a lo que los apóstoles predicaron. La verdad es que no hacen nada que pueda calificarse como “apostólico” por cualquier norma bíblica.

¿Quiénes son estos apóstoles?

La Nueva Reforma Apostólica (NAR) es un movimiento iniciado por C. Peter Wagner. Esto es lo que la doctrina carismática y continuacionista parece cuando lleva a su conclusión lógica. La NAR afirma que no sólo los dones, sino también el oficio del apostolado aún continúa en la actualidad. Y como apóstoles, pretenden hablar en nombre de Dios y ponerla en Su divina autoridad, pero todo es más que un pretexto.

¿Cuál es la lógica detrás de este movimiento? Según Wagner, el pueblo de Dios sólo puede volver al cristianismo puro, como se ve en la iglesia primitiva, si “reconoce, acepta, recibe y ministra en todos los dones espirituales, incluyendo el don de apóstol. ^[1] (David Cannistraci Apóstoles y el Movimiento Apostólico Emergente (Ventura, CA: Renovar Books, 1996], p 12.)..

¿Por qué sugerimos que su apostolado es una farsa? Según el Nuevo Testamento, el apóstol tenía que ser:

• Un testigo físico del Cristo resucitado (Hechos 1:22, 1 Corintios 9:1, 15:7-8).
• Nombrado por el Señor (Marcos 3:14, Lucas 6:13, Hechos 1:2; 10:41, Gálatas 1:01).
• Capaz de autenticar su apostolado con señales milagrosas (Mateo 10:1, Hechos 2:43; 5:12, 2 Corintios 12:12 y Hebreos 2:3-4).

Sin dejarse intimidar por los requisitos bíblicos, el propio apostolado de Wagner fue confirmado bajo circunstancias algo diferentes. En 1995 dos mujeres profetizaron que había recibido una unción apostólica. Una segunda profecía fue dada en Dallas en 1998 durante una ceremonia extraña que Wagner considera ahora su ordenación ^[2] (John MacArthur, Strange Fire [Nashville, TN: Thomas Nelson, 2013]., P 86-87).

Pero la “prueba” del apostolado de Wagner llegó en 2001, bajo la forma de un decreto apostólico que Dios supuestamente le dio para pronunciar el final de la enfermedad de la vaca loca en Europa. ^[3] (C. Peter Wagner, Luchando con Cocodrilos, Profetas, y Teólogos [Ventura, CA: Regal Books, 2010]., p 243) No importa que casi diez años más tarde, los médicos y los veterinarios siguen diagnosticando la enfermedad en personas y animales a través de Europa.

Wagner es imperturbable ante las fallas y deficiencias. En cambio, él ve a su ordenación como el amanecer de una nueva era apostólica. En el prólogo de La Vivificante Iglesia, de Ted Haggard Wagner escribió:

La Nueva Reforma Apostólica es una obra extraordinaria de Dios, que se inició a finales del siglo XX y continúa. Es, en gran medida, el cambio de la forma del mundo protestante ^[4] (Ted Haggard, The Life-Giving Church [Ventura CA: Regal Books, 2001]., P 14)..

Wagner incluso va tan lejos como para describir a esta época como “La Segunda Era Apostólica.” Sus “estudios indican que comenzó alrededor del año 2001,” a pesar de que no se molesta en explicar o definir cuáles eran esos estudios. ^[5] ( C. Peter Wagner, Apóstoles Hoy [Ventura, CA: Regal Books, 2006], p 6)..

En esta nueva era de los apóstoles, se han establecido varias redes apostólicas. La de Wagner se llama la Coalición Internacional de Apóstoles (ICA). Su página web contiene un mapa mundial para ayudar a localizar a los apóstoles en alguna parte de del mundo. Según la cadena, hay más de 150 apóstoles en los EE.UU. solamente.

La ICA afirma que la NAR está “anunciando el cambio más radical en la forma de hacer iglesia desde la Reforma Protestante.” En la misma página web Wagner define un apóstol como:

El líder cristiano que tiene el don, enseñado, y comisionado por Dios con la autoridad de establecer el gobierno fundacional de la Iglesia dentro de una esfera de ministerio asignado al escuchar lo que el Espíritu dice a las iglesias y al establecer las cosas en orden en consecuencia para el avance del Reino de Dios.

Pero, ¿quién determina el momento en que Dios ha comisionado a alguien? ¿Cómo se llega a ser un apóstol?

En realidad, no es demasiado diferente de unirse a un club de campo. Según el sitio web de la ACI , el apóstol aspirante debe ser nominado por dos apóstoles existentes que puedan demostrar que cumple con los criterios de la ACI. Hay algunos costos, también.

La tabla de precios para el apostolado es curiosa. La ICA cobra una cuota anual de $ 450 para ser apóstol. Sin embargo, los nativos americanos reciben un descuento de $ 100. También hay tasa de un par de 650 dólares, sólo en caso de que su esposa también pase a ser un apóstol. Y quieres estar al día con sus cuotas, ya que la no renovación de su membresía en el tiempo resulta en un apostolado “desactivado” –no está claro si eso incluye la desactivación de los dones espirituales. No todo está perdido, sin embargo, un apóstol desactivado se puede volver a activar por un extra de $ 50.

En pocas palabras, ser un apóstol con la ACI es sólo un poco más difícil (y caro) que comprar un pase de temporada de Disneyland.

Esa es asombrosamente una nivel bajo para una autoridad apostólica, sobre todo cuando esa autoridad incluye hablar en nombre de Dios Todopoderoso. La gente cree en el apostolado de Wagner, simplemente porque él tuvo la osadía de afirmarlo. Pero usted no encontrará delirios de grandeza y fantasía audaz en la lista de requisitos bíblicos para los apóstoles.

Lo que es verdaderamente alarmante es que Wagner no es una anomalía. El movimiento carismático está lleno de apóstoles modernos como Wagner. Algunos de sus líderes más influyentes han afirmado una autoridad apostólica similar para sí mismos, rechazando las normas bíblicas y usurpando la autoridad que el Señor concedió exclusivamente a los fundadores de la iglesia. Sólo una simple lectura del libro de los Hechos es suficiente para ilustrar cuan impotentes e incapaces son estos apóstoles modernos, y cómo sus afirmaciones extravagantes han pervertido y distorsionado el oficio de apóstol más allá del reconocimiento.

Y ellos son impotentes. Como veremos la próxima vez, estos apóstoles modernos están muy por debajo de los ministerios de los apóstoles del Nuevo Testamento. Olvídese de señales y prodigios, estas personas no son aún capaces de un discernimiento básico.

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