lunes, diciembre 09, 2013

Jesús Tiene Una Naturaleza, o Dos?

clip_image002Jesús Tiene Una Naturaleza, o Dos?

Por RC Sproul

 

En el año 451, la Iglesia convocó el gran Concilio de Calcedonia, uno de los concilios ecuménicos más importantes de todos los tiempos. Fue llamado para combatir varias herejías, la más significativa de las cuales era la herejía monofisita. El término monophysite tiene un prefijo y una raíz. El prefijo, mono, significa "uno", y la raíz, physis, se traduce como " naturaleza". Así monophusis o monofisita significa simplemente "una naturaleza".

Los monofisitas afirmaron que Jesús no tenía dos naturalezas, una naturaleza divina y una naturaleza humana, sino una sola naturaleza. Esa única naturaleza no era ni completamente divina ni completamente humana. Era, en función de cómo uno lo veía, una naturaleza humana deificada o una naturaleza divina humanizada. Esta herejía era muy seria, por dos razones. Negó, por un lado, la plena deidad de Cristo. Por otra parte, negó la verdadera humanidad de Jesús. Contra eso, el Concilio de Calcedonia declaró que Cristo era vere homo, vere Deus, es decir, "verdaderamente hombre y verdaderamente Dios", que tiene dos naturalezas en una sola persona.

Cristo era vere homo, vere Deus, es decir, "verdaderamente hombre y verdaderamente Dios", que tiene dos naturalezas en una sola persona

¿Cómo hemos de entender la unión de la naturaleza humana y la naturaleza divina? La Biblia dice que en la encarnación, la segunda persona de la Trinidad tomó sobre sí la naturaleza humana. Sin embargo, cuando Él se hizo carne, una naturaleza humana, Él no deificó esa naturaleza humana. Esa naturaleza humana permaneció humana.

El Concilio de Calcedonia, en el trato con el misterio de la encarnación y la afirmación de las dos naturalezas de Jesús, dijo que sus dos naturalezas están perfectamente unidas en una forma tal que no se confunden o mezclan, divididas o separadas. No podemos mezclarlos entre sí como los monofisitas hicieron, deificar la carne o humanizar el espíritu. Siempre están en todas partes unidas. Esos cuatro aspectos negativos de Calcedonia están calificados aún más por esta frase: “cada naturaleza conserva sus propios atributos.” Es decir, en la encarnación, el Hijo no rindió alguno de Sus atributos. La naturaleza divina sigue siendo eterna, infinita, omnisciente, omnipresente y omnipotente. Manifiesta todos los atributos que pertenecen a la deidad. Dios no dejó de ser Dios cuando Él tomó una naturaleza humana en Jesús. Al mismo tiempo, la naturaleza humana conservó sus propios atributos, siendo finito, contenido, no puede estar en más de un lugar al mismo tiempo, limitado en el conocimiento, y limitado en poder. Todos estos atributos de la humanidad permanecieron atributos de la humanidad de Jesús.

Un extracto del Comentario expositiva de San Andrés sobre Marcos por RC Sproul.

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