Piper y La Precisión Trinitaria
por Jesse Johnson
Al final de su biografía de Atanasio (en Contending For Our All ), John Piper extrae lecciones de la manera en que Atanasio se acercó a la importancia del lenguaje trinitario preciso. Si usted recuerda, Atanasio dedicó su vida a la defensa y la articulación de la trinidad. Fue una de las personas más influyentes en el Concilio de Nicea, y eso fue antes de que incluso se había convertido en un pastor. Una vez que asumió el liderazgo de su iglesia, Atanasio fue desterrado cinco veces por su postura sobre la Trinidad. Piper señala que su tercer exilio fue particularmente brutal, y que fue acompañado por la persecución de los de su iglesia.
Todo esto debe haber hecho a Atanasio preguntarse: “¿Vale la pena la división y el derramamiento de sangre por la precisión en el lenguaje trinitario cuya lucha por ello, obviamente, provoca?” Piper responde a esa pregunta retórica aprovechando las lecciones de su vida y su ministerio:
1. Defender y explicar la doctrina es por el bien del evangelio y nuestro gozo eterno.
2. Un gozo valiente es el llamado de un pastor fiel.
3. Amar a Cristo incluye amar a las proposiciones verdaderas acerca de Cristo.
4. La verdad del lenguaje bíblico debe ser vigorosamente protegida con el lenguaje no bíblico.
5. La diferencia doctrinal generalizada y sostenida durante mucho tiempo-entre los cristianos no quiere decir que la diferencia es insignificante o que no debe tratar de persuadir hacia la verdad y buscar un acuerdo.
6. Los pastores no deben tratar de predicar sólo sobre las categorías de pensamiento que pueden ser fácilmente entendidas por esta generación. Más bien, debemos debe tener como objetivo la creación de categorías bíblicas de pensamiento que no están presentes.
Piper termina el capítulo, dando una advertencia sobre “el peligro de adaptarse a los buscadores,” donde él reprende a los pastores de embrutecer el lenguaje bíblico, por el bien de la contextualización, en lugar de estar comprometido con “el principio de peregrinos de confrontación” en el trato con los que se encuentran fuera de la fe salvadora. Esta sección es poderosa ya que en muchas maneras obvias, las lecciones del siglo cuarto no han sido aprendidas por los pastores de hoy.
Pero la parte más potente de estas lecciones es la # 3: “Amar a Cristo incluye amar a las proposiciones verdaderas acerca de Cristo.” Piper escribe:
Lo que estaba claro para Atanasio fue que las proposiciones acerca de Cristo llevaban convicciones que podrían enviar al cielo o al infierno. Proposiciones como “Hubo un momento en que el Hijo de Dios no fue”.... sería condenable. Si ellos se extendieron en el extranjero y creyeron, ellos condenarían a las almas que los aceptaron.
Él continuó diciendo:
Creo que Atanasio habría abominado, con lágrimas, el llamado contemporáneo para de-proposicionar que escuchamos de muchos de los llamados “reformistas”, la “iglesia emergente”, y los “evangélicos jóvenes”, ... creo que habría dicho: “Nuestros jóvenes en Alejandría murieron por la verdad de las proposiciones acerca de Cristo.¿Qué hace morir a los jóvenes?” Y si la respuesta fue “Morimos por Cristo, no por proposiciones acerca de Cristo,” Yo creo que él hubiera dicho: “Eso es lo que el hereje Arrio, dijo.”
Piper continuó advirtiendo que la gente que dice “la Biblia es nuestro único credo” están cometiendo un grave error, porque “al negarse a dejar que el lenguaje explicativo, confesional aclare lo que significa la Biblia, el ‘slogan’ puede ser utilizado como un manto para ocultar el hecho de que el lenguaje de la Biblia se usa para afirmar lo que no es bíblico.”
Los estadounidenses rara vez se enfrentan con el martirio por cuestiones trinitarias. En cambio, nuestra época de la historia simplemente pide a los cristianos no ceder en la formulación de la trinidad comprada por la sangre de las mujeres y niños de la iglesia de San Atanasio, que fueron martirizados por la comprensión de su pastor que Jesús fue engendrado, pero no creado. Las conversaciones acerca de Cristo son importantes, pero sólo cuando el Cristo detrás de esas conversaciones está respaldado por las proposiciones verdaderas acerca de Cristo. Sólo entonces Atanasio sería honrado.
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