Cómo Conocer la Voluntad de Dios
Por Tim Challies
Creo que una de las más difíciles áreas de la teología práctica es la de conocer la voluntad de Dios. Esta es un área que se aplica a todos los cristianos, y es aquella para la cual hay una gran cantidad de desacuerdo. Algunos cristianos enseñan que debemos esperar que Dios nos brinde orientación en todos los ámbitos de la vida, de las más importantes hasta las más cotidianas. Otros enseñan una visión muy diferente, que Dios nos da una guía muy general. Algunos toman una posición intermedia.
Es una pregunta válida y pertinente: ¿Qué nos dice la Biblia sobre el descubrimiento de la voluntad de Dios para nuestras vidas? Cuando hablamos de conocer la voluntad de Dios creo que la esencia de lo que estamos pidiendo es algo como esto: ¿Cómo es que Dios me guía hoy, de manera que yo pueda participar conscientemente en hacer su voluntad? ¿Cómo puedo tomar decisiones que me permitan participar conscientemente en lo que Dios quiere para mí? ¿Qué aspecto tendría en este momento y en este lugar para que yo haga la voluntad de Dios?
Durante el próximo par de días quiero responder a estas preguntas y tratar de mostrar lo que la Biblia nos enseña acerca de conocer y hacer la voluntad de Dios. Así es como continuar en esto: En primer lugar quiero mostrar que Dios es absolutamente soberano, a continuación, quiero mostrar que Dios está hablando hoy en día, luego quiero mostrar que Dios te está hablando hoy en día y, por último, quiero mostrar que Dios está hablando claramente a usted en la actualidad.
Dios es Soberano
Tenemos que empezar con la soberanía de Dios. Si la Biblia enseña algo, nos enseña que Dios es soberano, por lo cual queremos decir que Dios es el Rey, que es el Señor, que no pasa nada fuera de su conocimiento o fuera de Su voluntad. Dios es capaz de hacer lo que su voluntad sea, Dios puede y debe hacer todo lo que es su voluntad. Esto significa que Dios está siempre obrando detrás de las escenas en nuestro mundo y en nuestras vidas. La providencia de Dios dirige cada evento en el universo y todos los eventos en mi vida. Dios está involucrado no sólo en el cuadro grande de este mundo, sino en el meollo de la cuestión. Nada es demasiado grande o demasiado pequeño o demasiado difícil. En su soberanía, silenciosamente dirige todo lo que sucede en el universo entero. Ni un cabello se cae de mi cabeza sin que él lo sepa y, de alguna manera lo desee. Literalmente. No hay un átomo en el universo que esté fuera del control directo de Dios.
Los teólogos llaman a esto la voluntad secreta de Dios o su voluntad oculta, y eso es un buen término para ello. Estas son las cosas que Dios ha decretado que van a pasar y que van a suceder sin nuestro consentimiento o asentimiento. Si das un paso fuera de su puerta hoy y se golpea con un meteorito, eso formará parte de la voluntad de Dios para usted –probablemente la última parte de la voluntad de Dios para usted –y usted no ha tenido nada que decir. Este es el secreto de la voluntad de Dios para lograr sus propósitos detrás de la escena, más allá de lo que podemos ver y controlar. No se supone que sabremos hasta después de que ocurra y que conscientemente no participemos en ello. Moisés sabía de esto cuando escribió: “Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios, pero las cosas reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta ley” (Deut. 29:29). Las cosas secretas pertenecen a Dios y las ha escondido de nosotros. Solamente las vemos como se desarrollan. De alguna manera todo funciona en conjunción para cumplir los propósitos de Dios en el mundo.
Hay un par de Proverbios conocidos que hablan de esto: 16:9 dice: “El corazón del hombre traza su rumbo, pero el Señor establece sus pasos” 21:1 dice, “el corazón del rey es una corriente de agua en la mano de Jehová, que lo dirige donde él quiere.” Este es el mensaje constante de la Biblia. Dios dirige todo lo que sucede en el universo. El dirige todos los acontecimientos en el mundo y todos los eventos en su propia manera buena y secreta e inescrutable.
Ese es el lugar que necesitamos para comenzar, con la completa, total y absoluta soberanía de Dios. Pero no acabamos de llegar a lo que realmente queremos saber, no totalmente. El corazón de nuestra pregunta es ¿Cómo Dios me guía hoy, de manera que pueda participar conscientemente en hacer su voluntad?
Bueno, consistente con la soberanía de Dios está la responsabilidad humana. A pesar de que Dios es soberano, a pesar de que gobierna todas las cosas y a pesar de que todas las cosas cooperan para lograr sus propósitos, no somos robots, no somos autómatas. Se nos ha dado la capacidad y se nos ha dado la libertad para tomar decisiones, para obedecer o desobedecer. Cómo funcionan estas dos cosas juntas –la soberanía divina y la humana– la responsabilidad es una cuestión que ha tenido perplejos a los teólogos de todos los tiempos. No estoy seguro que vaya a profundizar en esta cuestión. Tenemos que dejarlo como algo que es de Dios conocer y a nosotros que podamos aceptar y creer.
Voy a seguir esta pequeña serie mañana, mostrando que Dios está hablando.
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