Mi Teoría de Halloween
Por Tim Challies
Ha sido fascinante ser testigo de la aparición de Halloween en los últimos años. Lo que fue una vez un tiempo al día para niños pasar un par de horas yendo de puerta a puerta para recoger caramelos y monedas se ha transformado en una verdadera fiesta donde los niños y adultos celebran por igual. Viajes recientes a tiendas de disfraces muestran que el espacio en las estanterías dado a los trajes de adultos ahora es mayor que el espacio dado a los trajes de los niños. De hecho, me pregunto si la trayectoria de la festividad es tal que los niños pronto se habrán olvidado por completo.
Me es fascinante –y más que un poco repugnante –que en el día de Halloween usted puede entrar en un lugar de trabajo legítimo y profesional –un banco o la oficina de bienes raíces, donde millones de dólares cambian de mano cada día –y encontrar mujeres mal-vestidas y verse sexy. Usted puede encontrar hombres vestidos como esqueletos o superhéroes. Sólo por un día todos podemos actuar en maneras que en los demás días nos despedirían (o institucionalizaran).
Siempre me he preguntado por qué es que Halloween se ha transformado de lo que era a lo que es hoy. En el camino he desarrollado una teoría. Puede parecer un poco exagerado, pero escúcheme y hágame saber lo que piensa. Primero voy a dar dos factores o fuerzas, y luego llegar al corazón de mi teoría.
No hay duda de que, culturalmente, estamos en un momento de inmadurez. Hay poca expectativa de la madurez de los niños y adultos por igual. Mientras escribo en los libros y comparto a menudo en conferencias, mucha gente parece atrapada en una adolescencia perpetua. Alguna vez se pensaba que sólo duraba un año o dos, muchas personas ahora creen que la adolescencia –ese tiempo que se sitúa entre la infancia y la edad adulta –debe durar por décadas. Hay algunos por ahí que creen honradamente que usted no puede ser justamente considerado como un adulto hasta a mediados de los años treinta. Es una tendencia preocupante y creo que juega en la obsesión por el Halloween. Inmadurez y vestirse con trajes parece ir mano a mano. Eso no es estrictamente cierto, pero sin duda jugar a disfrazarse tiene más que ver con la infancia que la edad adulta madura. No estoy diciendo que usted tiene que ser inmaduro para disfrazarse para Halloween, pero ayuda.
Así que hay una fuerza cultural que está detrás de mi teoría.
Una fuerza cultural segunda es la pura sexualidad que nos rodea. Cuando usted visita las tiendas de disfraces, sin duda encontrará que la mayoría de los trajes de las mujeres han de ser atractivos. Puede ser una bruja traviesa o una enfermera traviesa o una hechicera juguetona y así una y otra vez. Hay alternativas, por supuesto, pero muchos de los trajes son abiertamente sexuales. Lamentablemente, los trajes niña no son mucho mejor que muchos de ellos que se inclinan a lo sexy, incluso para los niños en edad preescolar.
Esto nos da dos fuerzas culturales: la inmadurez y la sexualidad.
Permítanme dar una más y entonces voy a tratar de juntarlos. La tercera fuerza es la soledad y la falta de la comunidad. Vivimos en un momento interesante y único en el que cada vez más personas están encontrando sus relaciones más importantes, e incluso su comunidad más significativa –su identidad– en lugares distintos del mundo real y local. Lo que esto significa es que a pesar de que viven en estrecha proximidad a cientos de personas, realmente no los conocen o se identifican con ellos. En cambio, yo soy, ante todo, un miembro de alguna comunidad en línea y prefiero comunicarme a través de Internet en lugar de comunicame con la gente de al lado. Mi sentido más significativo de existir, de identidad, no es local, sino en línea.
Lo que ofrece Halloween es el único día en el año en el que realmente me comunico con mis vecinos y donde parece que hay un sentido de comunidad. Este es el primer día del año, donde puedo ir y llamar a la puerta de mi vecino y encontrar que el va a hacer algo bueno para mí. Al mismo tiempo, él tocará a mi puerta y yo le hare un bien. Esto nos llama a algo que sabemos que existió en un tiempo: un sentido de comunidad local. Puede que nunca hemos experimentado este tipo de cosas, pero en el fondo de nuestra memoria cultural, sabemos que está ahí. Sabemos que hubo un momento en que realmente nos relacionamos con la gente que nos rodea y Halloween trae eso a memoria, el recuerdo de algo que sólo vagamente recordamos y de alguna manera todavía deseamos.
La inmadurez juega en ello, ya que se extiende Halloween desde la casa al trabajo y nos permite legitimar el juego juntos, incluso como adultos. La sexualidad juega en ello, ya que legitima a los que aspiran a ser vistos y observados y admirados, logra que toda una multitud diferente siga la corriente. Pero mi teoría es la siguiente: en el fondo, el aumento de Halloween es acerca de un anhelo por comunidad.
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