Cuidado con los Falsos Maestros
Mateo 7:15
Por John MacArthur
Cerca del final de su Sermón del Monte, Jesús dictó esta dura advertencia a sus oyentes: “Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces” (Mateo 7:15).
Los falsos profetas no eran nuevos para Israel. Mientras Dios ha tenido verdaderos profetas, Satanás ha tenido falsos profetas. Ellos son vistos desde los primeros tiempos de la historia de la redención. Moisés advirtió:
Cuando se levantare en medio de ti profeta, o soñador de sueños, y te anunciare señal o prodigios, y si se cumpliere la señal o prodigio que él te anunció, diciendo: Vamos en pos de dioses ajenos, que no conociste, y sirvámosles; no darás oído a las palabras de tal profeta, ni al tal soñador de sueños; porque Jehová vuestro Dios os está probando, para saber si amáis a Jehová vuestro Dios con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma. En pos de Jehová vuestro Dios andaréis; a él temeréis, guardaréis sus mandamientos y escucharéis su voz, a él serviréis, y a él seguiréis. Tal profeta o soñador de sueños ha de ser muerto, por cuanto aconsejó rebelión contra Jehová vuestro Dios que te sacó de tierra de Egipto y te rescató de casa de servidumbre, y trató de apartarte del camino por el cual Jehová tu Dios te mandó que anduvieses; y así quitarás el mal de en medio de ti. (Deuteronomio 13:1-5)
En otra parte del Antiguo Testamento, Dios le dijo al profeta Jeremías:
Entonces el Señor me dijo: Mentira profetizan los profetas en mi nombre. Yo no los he enviado, ni les he dado órdenes, ni les he hablado; visión falsa, adivinación, vanidad y engaño de sus corazones ellos os profetizan. (Jeremías 14:14)
A veces, el Señor juzgará a su pueblo a través de los falsos profetas. Advirtió al profeta Zacarías:
Porque he aquí, yo voy a levantar en la tierra un pastor que no se preocupará de la que perece, ni buscará a la descarriada, ni curará a la herida, ni sustentará a la fuerte, sino que comerá la carne de la cebada y arrancará sus pezuñas. (Zacarías 11:16)
Pablo advirtió a los creyentes de Roma: “Y os ruego, hermanos, que vigiléis a los que causan disensiones y tropiezos contra las enseñanzas que vosotros aprendisteis, y que os apartéis de ellos. Porque los tales son esclavos, no de Cristo nuestro Señor, sino de sus propios apetitos[a], y por medio de palabras suaves y lisonjeras engañan los corazones de los ingenuos” (Romanos 16:17-18).
En otras partes del Nuevo Testamento falsos profetas son mencionados como "espíritus engañadores" que abogan "doctrinas de demonios" (1 Timoteo 4:1), y como aquellos "que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató" (2 Pedro 2:01).
Se les llama falsos hermanos (2 Corintios 11:26); falsos apóstoles (2 Corintios 11:13); falsos maestros (2 Pedro 2:1); portavoces falsos, es decir, mentirosos (1 Timoteo 4:2), y falsos Cristos (Mateo 24:24). El apóstol Juan nos dice, por lo tanto, “Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios, porque muchos falsos profetas han salido por el mundo” (1 Juan 4:1).
Las últimas palabras de Pablo a los ancianos de Efeso, cuando se reunió con ellos para una despedida en la playa cerca de Mileto, incluyeron una sombría advertencia sobre los falsos maestros inevitables. Sé que después de mi partida, vendrán lobos feroces entre vosotros que no perdonarán el rebaño, y que de entre vosotros mismos se levantarán algunos hablando cosas perversas para arrastrar a los discípulos tras ellos. Por tanto, estad alerta, recordando que por tres años, de noche y de día, no cesé de amonestar a cada uno con lágrimas.” (Hechos 20:29-31).
Esas advertencias se resumen en la palabra traducida Guardaos en Mateo 7:15. No es un llamado simplemente a notar o sentir algo, sino al estar en guardia en contra de ello porque es muy dañino. La palabra transmite la idea de fijar la mente lejos. Los falsos profetas son más que equivocados, son peligrosos, y no debemos exponer nuestras mentes a ellos. Ellos pervierten el pensamiento y envenenan el alma. Los falsos profetas son bestias espirituales y son muchísimo más letales que las físicas. Tanto Pedro como Judas les llaman "animales irracionales" (2 Pedro 2:12; Cf Judas 10).
En Palestina, los lobos eran el enemigo natural más común de las ovejas. Ellos recorrieron las colinas y los valles, en busca de una oveja que se desvió lejos de la manada o se rezagó. Cuando un lobo encontraba una oveja así, rápidamente atacaba y la despedazaba. Incluso una oveja adulta y sana estaba completamente indefensa contra un lobo.
Los lobos son conocidos por ser despiadados y feroces (cf. Ezequiel 22:27). La palabra griega harpax (voraz) también se traduce como "estafador" (Lucas 18:11, 1 Corintios 5:10-11; 6:10), refiriéndose metafóricamente a los que dolosamente y sin piedad devastan a una persona de su dinero y posesiones. Los falsos profetas y los lobos son inteligente y astutos, y siempre están al acecho de nuevas víctimas.
La próxima vez, vamos a ver lo que la Palabra de Dios dice acerca de la identificación de ellos.
(Adaptado de The MacArthur New Testament Commentary: Matthew 1-7 .)
Disponible en línea en: http://www.gty.org/resources/Blog/B140210
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