2.3 El Medio de la Justificación es el Medio de Santificación
por Mike Riccardi
He estado haciendo este punto a lo largo de los últimos pero yo quería destacarlo en su propio ‘post’.
La clave de mucho de lo que hemos estado hablando es ver la continuidad entre la forma en que se nace de nuevo y cómo nos parecemos más a Cristo. El Evangelio es absolutamente central, tanto en nuestra justificación y nuestra santificación. Un montón de gente trata el Evangelio como si fuera el mensaje que escuchamos para obtener justificación, pero una vez que somos salvos, vamos a otra cosa para nuestra santificación. ¡Sin embargo, los medios de ambos son lo mismo! La forma en que somos justificados es el mismo camino que progresamos en la santificación.
Esto es lo que quiero decir: Después de haber sido despertado a la vida por la gracia eficaz llamado nuevo nacimiento, y de haberme sido dado ojos para ver, en el momento de la conversión vimos a Jesús como infinitamente más valioso e infinitamente más deseable que nuestro pecado. Y le recibimos como el tesoro de nuestras vidas, poniendo nuestra confianza en Él para que nos limpie de toda nuestra maldad y nos encomendamos a Dios, sobre la base de Su justicia solamente. Nada más que ver a Jesús hizo que sucediera. Es por eso que Pablo habla acerca de nuestra conversión, como viniendo por la "luz del evangelio de la gloria de Cristo" (2 Corintios 4:4).
Lo que estoy diciendo es que sólo unos pocos versículos antes, 2 Corintios 3:18 nos enseña que somos santificados - maduramos, crecemos, hechos más santos, convertidos en la imagen de Cristo - por la misma cosa: por “mirando la gloria del Señor” (2 Corintios 3:18). Como cristianos, cuando el pecado se nos presenta y nos tienta a creer sus mentiras, simplemente ¡miramos a Jesús y le vemos por lo que El es! Y porque la gloria y la satisfacción de los pecados no se comparan, preferimos a Jesús, y por lo tanto nos deleitamos en la obediencia a Él. Esta es la obediencia que glorifica a Dios: ¡cuando el valor de Cristo es magnificado por Su pueblo lo prefiriéndole por sobre cualquier otra cosa en el mundo!
Así que el punto es: Así como es el ver y disfrutar de la gloria de Dios en Cristo lo que nos salva, es el ver y disfrutar de la gloria de Dios en Cristo la que nos santifica. Así que luche la batalla de la santidad en la vida cristiana en el nivel de la visión espiritual. Cuando usted se sienta tentado, luche con todas tus fuerzas para ver a su Salvador en toda Su gloria. Es la gloria del Señor la que te transformará.
Pero nosotros todos, con el rostro descubierto, contemplando como en un espejo la gloria del Señor, estamos siendo transformados en la misma imagen de gloria en gloria, como por el Señor, el Espíritu. - 2 Corintios 3:18 -
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