Cinco Razones de Porque el Padre en Silencio, dijo: “No” al Hijo en Getsemaní
por Thabiti Anyabwile
Una de las escenas más conmovedoras de todos los evangelios es la noche que el Señor del cielo y la tierra cayó de rostro sudando sangre y en oración agonizante. Mateo 26 nos da el relato:
36Entonces Jesús llegó* con ellos a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo* a sus discípulos: Sentaos aquí mientras yo voy allá y oro. 37Y tomando consigo a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiarse. 38Entonces les dijo*: Mi alma está muy afligida, hasta el punto de la muerte; quedaos aquí y velad conmigo. 39Y adelantándose un poco, cayó sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, que pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú quieras . 40Vino* entonces a los discípulos y los halló* durmiendo, y dijo* a Pedro: ¿Conque no pudisteis velar una hora conmigo? 41Velad y orad para que no entréis en tentación; el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil. 42Apartándose de nuevo, oró por segunda vez, diciendo: Padre mío, si ésta no puede pasar sin que yo la beba, hágase tu voluntad. 43Y vino otra vez y los halló durmiendo, porque sus ojos estaban cargados de sueño. 44Dejándolos de nuevo, se fue y oró por tercera vez, diciendo otra vez las mismas palabras. 45Entonces vino* a los discípulos y les dijo*: ¿Todavía estáis durmiendo y descansando? He aquí, ha llegado la hora, y el Hijo del Hombre es entregado en manos de pecadores. 46¡Levantaos! ¡Vamos! Mirad, está cerca el que me entrega.
Tres veces el Hijo de Dios pide al Padre pasar la copa de la ira de Dios. Tres veces el cielo se mantuvo en silencio. Pero en el silencio de la noche fría un inconfundible "No", se escuchó. No, no era posible llevar la copa y lograr la misión. No había otra manera.
Pero ¿por qué? ¿Por qué no hay otro camino posible para un Dios omnipotente? ¿Por qué Jesús tuvo que beber de la copa?
Cinco respuestas se presentan:
1. El Padre responde "No" porque necesitamos un Sumo Sacerdote que pueda identificarse con nosotros.
“Porque ciertamente no ayuda a los ángeles, sino que ayuda a la descendencia de Abraham Por tanto, tenía que ser hecho semejante a sus hermanos en todo, a fin de que llegara a ser un misericordioso y fiel sumo sacerdote en las cosas que a Dios atañen, para hacer propiciación por los pecados del pueblo. Pues por cuanto El mismo fue tentado en el sufrimiento, es poderoso para socorrer a los que son tentados.” (Hebreos 2:16-18)
“Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino uno que ha sido tentado en todo como nosotros , pero sin pecado.” (Hebreos 4:15)
2. El Padre responde "no", porque Jesús es el único mediador posible entre Dios y el hombre.
“ya que la mente puesta en la carne es enemiga de Dios, porque no se sujeta a la ley de Dios, pues ni siquiera puede hacerlo.” (Romanos 8:7)
“Porque hay un solo Dios, y también un solo mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús hombre.” (1 Tim. 2:5)
“Y en ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombres, en el cual podamos ser salvos.” (Hechos 4:12)
3. El Padre responde "No" porque de lo contrario no habría expiación por nuestro pecado.
“Por tanto, tenía que ser hecho semejante a sus hermanos en todo, a fin de que llegara a ser un misericordioso y fiel sumo sacerdote en las cosas que a Dios atañen, para hacer propiciación por los pecados del pueblo.” (Hebreos 2:17)
“En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que El nos amó a nosotros y envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados.” (1 Juan 4:10).
4. El Padre responde "No" porque no había otra manera de reivindicar Su propia justicia.
“a quien Dios exhibió públicamente como propiciación por su sangre a través de la fe, como demostración de su justicia, porque en su tolerancia, Dios pasó por alto los pecados cometidos anteriormente, para demostrar en este tiempo su justicia, a fin de que El sea justo y sea el que justifica al que tiene fe en Jesús.” (Romanos 3:25-26).
5. El Padre responde "No" porque no había mejor manera de revelar la gloria recíproca del Padre y del Hijo.
“Entonces, cuando salió, Jesús dijo*: Ahora es glorificado el Hijo del Hombre, y Dios es glorificado en El. Si Dios es glorificado en El, Dios también le glorificará en sí mismo, y le glorificará enseguida.” (Juan 13:31-32).
“Estas cosas habló Jesús, y alzando los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora ha llegado; glorifica a tu Hijo, para que el Hijo te glorifique a ti,… Yo te glorifiqué en la tierra, habiendo terminado la obra que me diste que hiciera. Y ahora, glorifícame tú, Padre, junto a ti, con la gloria que tenía contigo antes que el mundo existiera.” (Juan 17:1, 4-5).
Por qué Me Alegro de que el Padre Permaneció en Silencio
No estamos para pensar que ninguna respuesta se dio en esa noche increíble en Getsemaní. Tampoco debemos pensar que el "no" silencioso del Padre, indicó un abandono sin sentido, como si Dios el Padre fuese un mal padre divino. ¡Debemos entender que el único Padre perfecto encontró ocasión para negar al Hijo único Perfecto, porque tal rechazo logró el propósito único perfecto –un Sumo Sacerdocio perfectamente calificado, una reconciliación a través del único Mediador Dios-hombre, amor y expiación por los pecados de los hombres, la reivindicación de la justicia del Padre, y la gloria cada vez redunda del Padre en el Hijo y el Hijo en el Padre! ¡La respuesta silenciosa de Getsemaní eternamente se escuchará en las alabanzas en voz alta gozosa del universo!
Debido a que el padre contestó "No", los pecadores tenemos un sumo sacerdote perfecto íntimo con todas sus debilidades, misericordioso y fiel. Tenemos Uno a quien podemos acercarnos por gracia. Debido a que el padre contestó "No", tenemos uno que se interpone entre nosotros en toda nuestra impiedad y Dios en toda Su santidad para reconciliarnos y reunirnos como amigos en vez de rebeldes. Debido a que el Padre contestó "No", los que tienen fe en Cristo no necesitan temer la ira del Padre una vez más, Su ira ha sido plenamente satisfecha en la expiación del Hijo. Debido a que el Padre dijo: "No," estamos seguros de que nuestra aceptación con Dios ha sucedido en terrenos completamente legítimos –no hay trucos de salón, lagunas, no hay ninguna ficción jurídica, no hay injusticia para amenazar o cuestionar el intercambio de nuestro pecado por la justicia de Jesús. Debido a que el Padre dijo: "No", siempre disfrutaremos y compartiremos la gloria del Padre y del Hijo en una era sin fin, sin tiempo por venir.
Estoy tan contento de que el Padre dijo: “No.”
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