¿Cómo Puede el Pastor Tratar con “Cristianos Carnales” en Su Iglesia?
Por Brian Croft
Las Escritura se dirigen a aquellos que pertenecen a Cristo, y a los que no lo son. Hay aquellos que poseen el Espíritu de Dios, y los que no lo poseen. Pero, ¿existe una tercera categoría? Muchos, sobre todo en ciertos círculos evangélicos americanos, afirmarían que hay una tercera categoría comúnmente etiquetada como un “cristiano carnal” o “cristiano nominal.” Esta tercera categoría se describe como aquellos que profesan conocer y seguir a Cristo, pero cuya vida no lo refleja.
Ellos afirman seguir a Cristo lo suficiente para escapar del infierno, pero no lo suficiente para que Cristo afecte algún aspecto de su vida. Algunos se sienten Dios está obligado a presentar un "boleto gratuito para salir del infierno,” como resultado de una decisión de una vez hace mucho tiempo en la que participaron haciendo una oración, o pasar al frente. El texto de prueba más común para esta posición se encuentra en 1 Corintios 3:1-4 y la forma en que Pablo se dirige a los cristianos que hay en la Iglesia de Corinto.
La razón por la que muchos piensan que Pablo se dirige a los cristianos carnales en este pasaje es debido a la forma en que se refiere a ellos (3:1). Él acaba de explicar que es sólo el hombre espiritual el que conoce a Cristo y tiene la mente de Cristo (2:16), no el hombre natural. Ahora, se dirige a ellos como “hermanos” (3:1) y escribe pero él, “no se puede hablar con ellos como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo (3:1).” Pablo no está escribiendo a la iglesia de Corinto afirmando que existe esta categoría intermedia de un cristiano, sino que escribe de esta manera para confrontar el claro pecado en medio de ellos que obligó a Pablo a dirigirse a ellos como inmaduros en su fe.
Mire hacia atrás y lea las primeras cosas que Pablo les escribió en 1 Corintios 1:4-6 fue que: “La gracia de Dios fue dada a ellos en Cristo (1:4), que fueron enriquecidos en Él (1:5), y que el testimonio de Cristo ha sido confirmado en ellos (1:6).” Pablo en ninguna manera toleró una categoría de un cristiano carnal, sino simplemente trató a los cristianos de Corinto que no estaban madurando en su fe como deberían. Pablo implica su falta de búsqueda a la madurez es una de las razones por las que existía división entre ellos (1:10). Ellos permanecían como "niños en Cristo" (3:1).
Pastores, ¿cómo podemos hacer frente a este tipo de personas en nuestras iglesias? Los que profesan a Cristo, pero cuyas vidas no reflejan eso?
1) Reconocer que no hay categoría bíblica de un cristiano carnal
El hecho de que hay personas que cumplen las características de un "cristiano carnal" en nuestras iglesias, no afirma esto como una categoría bíblica legítima de un cristiano. Esta persona está simplemente engañado y necesita a Cristo. No hay salvación sin el costo que viene con ello (completa sumisión a Cristo).
2) Trate de discernir si alguien es simplemente es inconverso, o simplemente inmaduro en su fe
No somos Dios, por lo que debemos andar con cautela aquí. Pero, podemos ver la vida de una persona y determinar si hay evidencias de la gracia en su vida a medida que pelea y lucha con una fe inmadura. O bien, si no hay evidencias de la gracia en ellos, aparte de su profesión.
3) Involucre a los creyentes sólidos en su iglesia para evaluar a las personas con usted
Debido al # 2, debemos involucrar a otros, líderes con gracia maduros en nuestra iglesia dentro de nuestra evaluación de estas personas. Esto también protegerá a un pastor de concluir demasiado rápido la condición no regenerada de alguien a causa de algún daño personal que esa persona podría haber traído al pastor.
4) Cambie la forma en que usted considera como miembros en su iglesia
La mejor solución a largo plazo para hacer frente a los "cristianos carnales" es asegurarse de que cuide más a la puerta de entrada para el futuro. Tenga un proceso intencional para dar entrada a los miembros y haga todo lo que pueda para aprender acerca de su vida, fe, conversión, y las razones por las que desean unirse a su iglesia. Esto no es una solución rápida, sino raramente una decisión paciente y sabia a largo plazo.
5) Predique el evangelio
Una de las mayores alegrías que he experimentado es ver miembros de la iglesia convertidos. Esto puede parecer una cosa extraña de decir, pero no asuma cuando se toma una iglesia que todos los miembros son convertidos. Predique el evangelio a todos los presentes. Esto animará a los santos fieles, despertar a los perdidos, y es de esperar sacudir algunos que pueden haber estado viviendo una mentira durante años y verdaderamente se aferren a Cristo.. Uno de los mejores momentos de enseñanza en casi 10 años para mí en nuestra iglesia fue bautizar a algunos miembros como verdaderos creyentes en Cristo que pensaron que pertenecían a Cristo, pero no lo eran.
El poder del evangelio es poderoso. Es lo suficientemente poderoso para convertir a los perdidos, levantar al santo desanimado, e incluso lo suficientemente poderoso como para despertar a un "cristiano carnal" para tragarse su / orgullo y, finalmente, y admita sinceramente la mentira que habían estado viviendo y volverse a Cristo.
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