¿Qué Tiene que Ver la Iglesia con el Evangelismo?
Por Wyatt Graham
Cualquiera que lea el libro de los Hechos se queda con la idea de que Pablo vivió para evangelizar el mundo. Esto es especialmente cierto, ya que el mismo Jesús lo nombró para esta tarea. Cuando el Jesús resucitado se apareció a Pablo en el camino a Damasco, su vida cambió para siempre. El libro de los Hechos relata este evento tres veces, con cada relato se destaca la comisión de Jesús a Pablo para evangelizar a los gentiles (Hechos 9:15, 22:21, 26:16-18). Debido a la misión apostólica de Pablo, su mayor deseo era ir a Roma para predicar el Evangelio, y luego utilizar Roma como base de su trabajo misionero en España (Rom 1:13; 15:24, 28).
Es por esto que es tan sorprendente que él elige fortalecer la iglesia en Jerusalén, en lugar de tomar ventaja de las oportunidades de evangelización en Roma y más allá. Escuche lo que dice Pablo en 15:25-27.
Pero ahora voy a Jerusalén para el servicio de los santos, pues Macedonia y Acaya han tenido a bien hacer una colecta para los pobres de entre los santos que están en Jerusalén. Sí, tuvieron a bien hacerlo, y a la verdad que están en deuda con ellos. Porque si los gentiles han participado de sus bienes espirituales, también están obligados a servir a los santos en los bienes materiales.
Pablo decide ir a Jerusalén, ayudar a los pobres allí, y fortalecer la unidad entre la iglesia gentil en Macedonia y en Acaya, y la iglesia judía en Jerusalén. Para un hombre controlado por su misión evangelizadora esto parece contrario al propósito de su vida. Sin embargo, La razón por la cual Pablo retrasó las oportunidades evangelísticas era porque sabía que a través de una iglesia sana y unida, el Evangelio se daría a conocer a las naciones (cf. Ef 3:10).
LA PRIORIDAD DE PABLO DE SOMETERSE A LOS ANCIANOS
La razón por la cual Pablo con tanta diligencia colectó la ayuda de las iglesias gentiles en Macedonia es porque se sometió al liderazgo de la iglesia. Los ancianos en Jerusalén Santiago, Pedro y Juan le dieron a Pablo y Bernabé la diestra de compañerismo con una disposición –que se acuerden de los pobres, la misma cosa que Pablo estaba ansioso de hacer (Gal 2:10). Por esto, Pablo retrasa su trabajo misionero para fortalecer la iglesia en Jerusalén, con una contribución monetaria en Romanos 15. Para Pablo, la sumisión al liderazgo fue requisito previo para su trabajo de evangelización.
LA PRIORIDAD DE PABLO DE LA UNIDAD DE LA IGLESIA
Pablo sabía que habría una cierta animosidad entre los cristianos judíos y gentiles. Tanto el libro de Gálatas como el de Hechos 15 muestran esa tensión existente en la iglesia primitiva entre los creyentes judíos y gentiles sobre que tanto del Antiguo Testamento era normativo para los gentiles. Esto es probablemente la razón de que Pablo pide oración mientras se lleva el dinero a Jerusalén para protección de los incrédulos y que su servicio a Jerusalén sea aceptable a los santos (Romanos 15:31).
Puede parecer extraño que Pablo temía que su don no sería aceptable a los santos, pero esto se debe a que no habían experimentado la tensión racial entre los Judíos y gentiles, como lo hizo Pablo. ¡Temía que los creyentes judíos no aceptarían un regalo de los gentiles inmundos! Y por supuesto, cuando llegó a Jerusalén algunos de los creyentes judíos inmediatamente lo acusaron de instruir a otros a apartarse de Moisés (Hechos 21:21). En respuesta, Saniago –el líder de la iglesia de Jerusalén y el hermano de Jesús– le dice a Pablo que lleve cuatro creyentes al templo y paguen sus gastos (Hechos 21:24). Esto probablemente tiene que ver con el voto nazareo. En cualquier caso, Pablo pudo haber utilizado parte del dinero que llevaba consigo para pagar sus gastos.
Trágicamente, Pablo es arrestado y llevado en cadenas. Pero esto no fue una sorpresa para Pablo, porque antes había dicho que “salvo que el Espíritu Santo solemnemente me da testimonio en cada ciudad, diciendo que me esperan cadenas y aflicciones.” (Hechos 20:23). Sin embargo, Pablo fue a la ciudad, a pesar de que deseaba mucho ir a Roma y hacerla su base de operaciones de la misión española (Rom 1:13; 15:24, 28).
Para Pablo, unir a los creyentes judíos y gentiles por medio de amarse unos a otros tanto espiritual como físicamente era primordial.
LA PRIORIDAD DE PABLO DE LA IGLESIA ERA UNA PRIORIDAD DEL EVANGELIO
Creo que la razón por la que Pablo pensaba de esta manera es porque él abrazó las palabras de Jesús en Juan 13:35: “Con esto conocerán todos que sois mis discípulos, si os tenéis amor los unos a los otros.” El amor y la unidad son la base para las misiones. Piense en lo que dice Pablo en Efesios 3:8-10:
A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, se me concedió esta gracia: anunciar a los gentiles las inescrutables riquezas de Cristo, y sacar a luz cuál es la dispensación del misterio que por los siglos ha estado oculto en Dios, creador de todas las cosas; a fin de que la infinita sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales,.
La visión de Pablo por el Evangelio propagarlo a través de la iglesia. Algunas implicaciones para la evangelización son:
(1) Someterse a los ancianos es un medio para seguir el Evangelio. Es una contradicción en los términos de ser un evangelista que no se somete a la predicación ordinaria de la palabra y la supervisión de un pastor. Por lo tanto, Pablo se sometió a Santiago al traer dinero a los pobres en Jerusalén en lugar de lanzarse a su nuevo trabajo misionero occidental.
(2) Tener comunión con los creyentes en la iglesia es también un medio para promover el Evangelio. No es tiempo perdido a la comunión con la gente, compartir una visión espiritual, e incluso para ayudar uno al otro físicamente. Todos estos son señales de unidad que el mundo ve y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos (Mateo 5:16). Un evangelismo de llanero solitario divorciado de la evangelización de la iglesia local es contrario al Evangelio y realmente daña su testimonio evangelizador. Por otro lado, más comunión con los creyentes en realidad aumenta su testimonio evangelizador.
(3) Es necesario un equilibrio entre el amor por la Iglesia y el amor por los perdidos. Estos dos conceptos no son contradictorios sino complementarios. Al Someternos en amor a los ancianos y servir el uno al otro, en realidad estamos estableciendo las bases para la predicación del Evangelio.
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