viernes, noviembre 18, 2011

Lecciones Apologéticas de Mateo 12:22-29

clip_image002Lecciones Apologéticas de Mateo 12:22-29

Por Michael Vlach

Los libros sobre apologética cristiana rara vez hacen referencia a Matt 12:22-29 y al encuentro de Jesús con los fariseos incrédulos, pero creo que este pasaje tiene algunas implicaciones importantes para la apologética. Con este estudio no es mi intención una explicación completa de Mat. 12:22-29, pero quiero abordar en este pasaje donde se cruza con la apologética y puntos de vista de la defensa de la fe cristiana. En esta sección se lee:

22 Entonces fue traído a él un endemoniado, ciego y mudo; y le sanó, de tal manera que el ciego y mudo veía y hablaba. 23 Y toda la gente estaba atónita, y decía: ¿Será éste aquel Hijo de David? 24 Mas los fariseos, al oírlo, decían: Este no echa fuera los demonios sino por Beelzebú, príncipe de los demonios. 25 Sabiendo Jesús los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma, no permanecerá. 26 Y si Satanás echa fuera a Satanás, contra sí mismo está dividido; ¿cómo, pues, permanecerá su reino? 27 Y si yo echo fuera los demonios por Beelzebú, ¿por quién los echan vuestros hijos? Por tanto, ellos serán vuestros jueces. 28 Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios. 29 Porque ¿cómo puede alguno entrar en la casa del hombre fuerte, y saquear sus bienes, si primero no le ata? Y entonces podrá saquear su casa..

El Entorno

A sanidad de Jesús de un hombre poseído por el demonio es el catalizador de este encuentro entre Jesús y los fariseos incrédulos. La multitud trató de hacer una conexión entre lo que Jesús hizo y quién era El. ¿Indica la sanidad de un endemoniado que Jesús es el Mesías, el Hijo de David, o no? Esta es la pregunta que plantea a sus líderes religiosos: los fariseos. Los fariseos niegan que el milagro muestra que Jesús es el Mesías. Su afirmación es que muestra que Jesús está ligado con Satanás (Belcebú).

La Respuesta de Jesús

Jesús está tratando con una afirmación falsa de los fariseos, una afirmación que no se corresponde con la realidad. Entonces, ¿cómo respondió Jesús? Hay varias cosas que deben tenerse en cuenta.

En primer lugar, Jesús se involucra y se relaciona con la afirmación-falsa “Sabiendo Jesús los pensamientos de ellos” (v. 25a). Los fariseos dijeron algo falso y de inmediato Jesús retó su declaración y pensamiento falso. No se vuelve pasivo o simplemente los deja ir. Él no dice: “Estos chicos están irremediablemente perdidos, ¿por qué perder mi tiempo?” No, algo falso se ha declarado y eso necesitaba una respuesta.

En segundo lugar, Jesús responde con lógica y argumentos razonados para demostrar que los fariseos estaban equivocados. Se podría decir que Jesús siega su falsa afirmación con la razón. Él da tres argumentos herméticos para demostrar lo equivocado que estaba la afirmación de los fariseos.

El primero argumento de Jesús consiste en mostrar lo absurdo de la afirmación de los fariseos:

“25 Sabiendo Jesús los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma, no permanecerá 26 Y si Satanás echa fuera a Satanás, contra sí mismo está dividido; ¿cómo, pues, permanecerá su reino?” (vv. 25b-26)?.

En otras palabras, Jesús les dice a los fariseos que su afirmación de que el echar fuera demonios es por el poder de Satanás es simplemente absurda y no tiene sentido. Todo el mundo sabe que un reino o fuerza militar está condenada al fracaso si existen luchas internas dentro del grupo. En efecto, Jesús está diciendo: “Es tonto pensar que soy un siervo de Satanás, mientras que al mismo tiempo, estoy luchando contra Satanás echando fuera los demonios.” Esa es una estrategia horrible.

El segundo argumento de Jesús consiste en la inconsistencia de la afirmación de los fariseos: “Y si yo echo fuera los demonios por Beelzebú, ¿por quién los echan vuestros hijos?” (v. 27). Por esta razón, ellos serán vuestros jueces (v. 27). Jesús señala que hay otros exorcistas judíos involucrados en la expulsión de demonios. ¿Pero por qué es que los fariseos no tenían problema con estos exorcistas? ¿Qué derecho tenían para aceptar lo que sus propios exorcistas hacían mientras a la vez rechazaban las obras de Jesús?

El tercer argumento de Jesús consiste en una prueba. “Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios” (v. 28). Este es un llamado a pensar correctamente y alinearse con la realidad. La verdad de que Jesús echaba fuera los demonios es prueba de que el reino había llegado a los oyentes de Jesús. Los milagros dan evidencia de que Jesús es el Rey quien puede traer el reino de Dios. La audiencia de Jesús originalmente pensaba esto cuando inicialmente decía: “Este hombre no puede ser el Hijo de David, ¿o sí?” La autoridad sobre el mundo de los demonios es evidencia de que Jesús es el Mesías. Por lo tanto, Jesús pide a sus oyentes dar un significado correcto a lo que El ha hecho. En resumen, Jesús pide a su audiencia a hacer la conexión correcta entre lo que hace y lo que Él es.

La respuesta de Jesús de tres partes, refutó la afirmación falsa de los fariseos. En este punto, Jesús sabía que los fariseos estaban de todo corazón contra El. Ellos estaban planeando matarlo. Además, Jesús indicó que estaba cometiendo el pecado imperdonable, que es una incredulidad determinada y endurecida a la luz de la más completa revelación posible, el Mesías haciendo milagros irrefutables en medio de ellos. Sin embargo, refutando las mentiras con la verdad es una buena cosa y Jesús no rehúye de la exposición del error con la verdad.

Tres Principios

Para terminar, creo que podemos tomar algunos principios con respecto a la apologética de este encuentro.

En primer lugar, podemos activamente refutar el error con la verdad. No tenemos que dejar declaraciones falsas y afirmaciones sigan sin respuesta.

Segundo, refutar el error con la verdad puede tener lugar incluso si el público no es receptivo a lo que tenemos que decir. Si alguien o algún grupo se niega a creer en la verdad, esos los hace aún más responsables ante Dios. Pero decir la verdad siempre es algo bueno.

En tercer lugar, podemos usar la lógica y la razón para establecer nuestros puntos. Jesús lo hizo. Jesús usó un razonamiento sólido para refutar a sus adversarios. La lógica y la razón no son cosas neutrales, sino que proceden de Dios nuestro Creador, quien es inteligente y racional. Nuestra capacidad de razonar se deriva de ser creados a imagen de Dios y cuando estamos en una buena relación con nuestro Creador, nuestro razonamiento debería funcionar aún mejor. Por lo tanto, un uso adecuado de la razón en un encuentro apologético es aceptable.


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