Tu No Eres una Estrella de Rock: 4 Instrucciones para Líderes de Alabanza
Por Clint Archer
Yo uso "líder de adoración" en el sentido común de la persona que dirige la música. Por supuesto, la adoración musical es sólo una pizca de la adoración que sucede el domingo. Es una vela en la matriz de la adoración de la predicación, comunión, servir, dar, y estacionarte lejos, para que los ancianos puedan estacionarse cerca.
Pero cuando la gente habla de se le gusta o no "la adoración" por lo general significa "la banda." Una feligrés que debería evitar esto es la líder de alabanza.
Aquí hay cuatro guías para el líder de un grupo de alabanza...
1. No eres una estrella de rock
Como una recogedor de pelotas en Wimbledon, la tarea del líder de adoración en la iglesia es salir del camino. Él está ahí para dirigir nuestra atención a Dios. Él no puede hacer esto de manera efectiva si es deliberadamente mostrando destreza en el dominio de su instrumento. Los líderes de adoración deben ser humildes. Ellos deben vestir modestamente. A veces los obsesionados con la música tienen una apariencia particular de que van a su concierto de mitad de semana; eso está bien. Pero cuando suben la plataforma en la iglesia su sello personal es prescindible. Cuando una batería se queja de estar enjaulado en metacrilato sabes que está más interesado en la exhibición de sí mismo que para el Señor. Cuando el bajista solicita un tiempo para hacer un solo, usted puede oler otro prima donna en cognito. El pastor tiene que tomar la responsabilidad principal de la adoración musical. Si el líder de la banda demanda libertad creativa, echa por la borda la estilística impuesta por los ancianos, o se vuelve impaciente con los límites puestos en su selección de canciones, entonces él no es el hombre para el trabajo.
Él tiene que tomar su ejemplo de Etán ezraíta. (ver Salmo 89), no de la banda de pop Better Than Ezra.
2. El Contenido Manda
El líder tiene que entender que el contenido de las canciones es la principal preocupación. La doctrina sólida debe ser el sello distintivo de cada letra. Incluso puede que tenga que modificar la letra original (¡oh!) para alinearlas con las creencias de la iglesia.
Hemos alterado palabras ante en nuestra iglesia. El sentimental, "Él pensó en mí por encima de todo," se convirtió en el marginalmente más astuto: “Él mostró Su amor por encima de todo.” Al seleccionar canciones e himnos para el servicio de la iglesia la prioridad de la propia preferencia personal necesita echarlo fuera del escenario y esconderlo en la última banca. Si los grises cabellos en su congregación disfrutan “Castillo fuerte” y los ancianos están de acuerdo en que es edificante acomodarlos, entonces tóquelo. Si a los obsesivos musicales no les gusta... ¿Qué importa? Esta no es su banda de garaje, este es el servicio de Dios y de Su pueblo.
3. Menos es más
La música está ahí para apoyar a la letra. El líder de adoración, Stuart Townend, en un seminario taller de música en Johannesburgo recordó a los líderes de adoración que hay momentos para hacer a un lado la pregunta: "¿Cómo debo tocar para hacer esto mejor?" Y preguntar más bien: "¿Debería tocar en este momento?" Quería decir que hay momentos en que puede ser mejor silenciar los instrumentos y permitir que las voces de la congregación llenen el aire.
Sirve como un buen recordatorio de que los adornos, monerías y campanas pueden ser una distracción si entorpecen a la congregación. Caso en cuestión: cuando el guitarrista principal irrumpe con un solo piense en lo que el resto de nosotros estamos haciendo. Estamos allí de pie mirándolo. Supongo que podríamos estar usando ese tiempo para admirar la gloria de Dios en la habilidad de su criatura para improvisar. Pero en realidad la mayoría de nosotros estamos a la espera de nuestro turno para alabar a Dios.
4. ¡Adoración!
Los miembros de la banda no están funcionando, están adorando. Dios debe seguir siendo su centro de atención. Él es la razón de por qué vienen temprano para ensayar y quedarse hasta tarde para desmontar el kit de batería. Él es la razón de porque practican el dominio de su instrumento por su cuenta durante la semana. El domingo es su ofrenda al Señor. Tienen que tomar una página Partitura del Niño del Tambor y tocar lo mejor posible para él (pa-rumpa-pum-pum).
Este modo de pensar también ayuda a la banda a desarrollar mecanismos de defensa necesarios cuando la gente se queja de ellos.
En esta era de iPod nos hemos acostumbrado a conseguir toda la música que preferimos en demanda y al volumen que nos gusta. Podemos saltar canciones y cambiar la mitad del CD. Naturalmente, la preferencia por el estilo de adoración musical se ha convertido en todo un apuro en las iglesias.
Algunos preferirían más bajo y menos reverberación, otros desean que el baterista tomara un descanso de golpear por una estrofa o dos, o tal vez incluso tomar un periodo sabático de seis meses. Algunos les gusta el volumen bombeando a todo volumen, otros quieren escuchar las voces de los que les rodean (¡o por lo menos su propia voz!) La gran cantidad de preferencias que claman por la atención puede ser paralizante para el líder de adoración. Pero cuando uno recuerda Quién es la audiencia realmente se elimina la presión de atender a las preferencias de la congregación.
¿Tiene usted alguna opinión sabia para compartir acerca de cómo hacer la adoración musical?
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