4 Maneras de Cultivar Instintos Evangelísticos
Por Jim Stitzinger
Evangelizar incrédulos puede ser difícil por la misma razón que los criminales luchan por encontrar policías ... la mayoría no están en busca de uno. En lugar de buscar a otros con el evangelio, estamos en un capullo con los que ya lo conocen. Una vorágine nos arrastra hacia actividades cristianas y nos arrulla hacia la indiferencia a los que aún no se arrepienten.
Atraerlos genuinamente cerca de Cristo justamente nos sumerge en la comunión con creyentes, sino que al mismo tiempo impulsara a los demás en el ministerio del evangelio. Las iglesias fuertemente evangelísticas se vuelven de esa manera mientras los creyentes individuales son apasionados y proactivos en la vida cotidiana. Implementan la exposición fiel de las Escrituras y son impulsados a alcanzar a los pecadores para Cristo.
La Gran Comisión es una comisión individual y que no se cumple en silencio sino en las conversaciones que confrontan la impiedad e injusticia con la bondad de Dios que nos lleva al arrepentimiento (Romanos 2:4). Día a día, buscamos puntos de intersección, donde la "sal y luz" chocará con la decadencia y la oscuridad. Transformando corazones forjara instintos evangelísticos, y aquí hay cuatro formas de preparar esos instintos:
1. Accione Rápidamente el Evangelio.
Esto no es complicado, si usted es salvo, usted sabe lo suficiente del evangelio para presentarlo a otra persona. Sin embargo, hay que trabajar para ser claro y comprensible. Memorice pasajes clave de las Escrituras que se pueden utilizar para explicar el evangelio a otros. No siempre puede mantener su Biblia a la mano cuando una oportunidad de evangelización se presenta, por lo que accione el mensaje del evangelio en mente. ¡Esté alerta y manténgase listo!
2. Viva bien.
Viva con integridad. Pedro escribió: “Mantened entre los gentiles una conducta irreprochable, a fin de que en aquello que os calumnian como malhechores, ellos, por razón de vuestras buenas obras, al considerarlas, glorifiquen a Dios en el día de la visitación” (1 Pedro 2: 12). Viva para que cuando su nombre cruce la mente del incrédulo usted sea asociado con Jesús. La presentación del evangelio más clara y precisa se silencia si los incrédulos lo identifican por patrones de pecado (ira, lujuria, chisme, pereza) en lugar de patrones de justicia (amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; dominio propio). Con humildad, arrepiéntase cuando peca, y utilícelo incluso sus fracasos para magnificar la misericordia de Dios. La humildad cristiana y la santidad deben distinguirlo del mundo. Tenga en cuenta que su ejemplo puede ser la primera revelación que muchos reciban del poder transformador del Evangelio.
Doing it wrong Si lo hace mal
3. Involúcrese en su campo de misión
El lugar para comenzar una vida de evangelismo es justo donde estás. Al leer esto hoy, ¿quiénes son los incrédulos a los que usted le esta compartiendo del evangelio? Dios en Su gracia soberana, eligió colocarle junto a incrédulos – en su barrio, en su familia y en el trabajo – y no están allí por casualidad. No es suficiente hablar de ellos, hay que hablar con ellos, utilizando los puntos naturales de conexión en nuestras vidas para hacer avanzar la conversación del evangelio. No desperdicie la oportunidad de proclamar Su mensaje de salvación. Este es su primer campo misionero.
¿Qué pasos tomará para comprometerlos con el Evangelio, incluso si esto significa una molestia relacional? ¿Cuál será su primer paso en su estrategia de presentar plenamente mensaje de arrepentimiento y fe de Cristo? Cada creyente en nuestra vida debe conocer tanto nuestra identidad como cristiano y conocer nuestro deseo de verlos llegan a creer en Cristo como Salvador y Señor.
4. Ame incansablemente a otros creyentes.
El duro trabajo de la evangelización se lleva a cabo más vívidamente cuando los creyentes hablan y actúan con el amor del uno con el otro que exalta a Cristo. Jesús dice: “Un mandamiento nuevo os doy: que os améis unos a otros como yo os he amado, que también os améis los unos a los otros. Por esto conocerán todos que sois mis discípulos, si os tenéis amor los unos a los otros” (Juan 13:34-35).
El amor cristiano es vital para la evangelización, ya que hace al amor de Cristo visible para el mundo. El mundo está observando y debe ver el poder transformador del evangelio en exhibición en nuestras vidas. Esto estaba en el corazón del desafío de Pablo a Filemón en extender el perdón a Onésimo (Filemón 1:8-10).
El mundo incrédulo debe ver al Espíritu Santo permitiendo a los cristianos a servir a los otros, animarnos unos a otros, sufrir penalidades, rechazar el chisme, perdonar, decir la verdad en amor y aceptar el sufrimiento. ¿Como se hacen visibles los “unos a los otros” en sus relaciones con otros creyentes? ¿Su amor por los demás creyentes dan credibilidad a su presentación del evangelio?
¿Hay algún otro consejo que hayas encontrado para ser más ansioso para el evangelismo?
Este post ha sido adoptado de A Guide to Evangelism (Una Guía para la Evangelización) , escrito por los profesores en el Seminario del Sur
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