¿Qué es la Justificación?
Por Mike Gendron
La justificación es el corazón del Evangelio y la doctrina que separa el cristianismo bíblico del catolicismo romano. No importa cuántas veces Roma distorsione las Escrituras, no puede reconciliar la clara enseñanza de la Palabra de Dios en cuanto a cómo un pecador puede convertirse en justo con Dios. El fundamento de la justificación es la justicia de Cristo. Su vida perfecta y muerte sacrificial satisfizo la justicia divina, no la penitencia. La obra terminada de Cristo de la redención es la única base sobre la cual Dios perdona pecadores arrepentidos (Romanos 3:24-26). Dios ofrece la justicia de Cristo como un don. Jesús pagó una deuda que no debía, porque los pecadores deben una deuda infinita que no pueden pagar.
El instrumento de la justificación es la fe, no el bautismo en agua (Gálatas 3:24). Al pecador arrepentido se le imputa la justicia de Cristo en el momento de la fe en Jesús.
El principio de la justificación es la gracia, no en el mérito (Romanos 3:24). La justicia de Cristo se da como un don precioso de Dios (Rom. 5:17). Nadie es justificado por la obediencia a la ley o por sus méritos (Gálatas 3:11).
La base de la justificación es la sangre de Cristo, no la representación incruenta del Cristo eucarístico en un altar (Romanos 5:09).
Los destinatarios de la justificación son perversos, malos e injustos, no aquellos que la merecen (Rom. 4:5).
La duración de la justificación es para siempre, no temporal (Romanos 8:30, Heb. 10:14).
La evidencia de la justificación son las buenas obras. Las obras no desempeñan ningún papel en la obtención de la justificación, el aumento de la justificación o el mantenimiento de la justificación. Puesto que la fe es visible sólo a Dios, la convicción de la fe que justifica delante de los hombres son las buenas obras y la obediencia (Santiago 2:21).
La posición de la justificación es una posición correcta ante Dios. “Al que no conoció pecado, le hizo pecado por nosotros, para que fuéramos hechos justicia de Dios en El.” (2 Cor. 5:21).
La justicia de Cristo es imputada al instante a los creyentes, no se imputa a través de los sacramentos.
El resultado de la justificación es la paz con Dios (Romanos 5:1,2).
La prueba de la justificación del creyente por Dios es la resurrección de Jesús (Romanos 4:25).
Ruego a los católicos romanos lean estas escrituras y le pido a Dios que les conceda que se arrepientan para conocer la verdad.
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