¿A Quién Temeré? Rescatando a Daniel de los Libros Infantiles

Por George Lawson

Por supuesto que sabemos acerca de Daniel y el foso de los leones. Incluso si usted no creció con una presentación de franelógrafo de alta tecnología en la escuela dominical, o utilizó su ingenio creativo para convertir una bolsa de papel en una bestia feroz devoradora de hombres, usted podría ensayar la historia con gran detalle .

Sin embargo, a pesar de que está familiarizado con el rescate de Daniel del foso de los leones, todavía parece estar atrapado en los libros para niños, y se coloca en el estante entre Mother Goose y las fábulas de Esopo. El capítulo 6 de Daniel es más que una historia para la hora de acostarse, y si puedo ser honesto con usted, por mucho tiempo he perdido el punto principal.

• El punto principal de Daniel 6 no es el ejemplo de Daniel.

¿Fue Daniel un gran siervo de Dios? ¿Es digno de imitación? ¡Por supuesto! Y no hay nada malo en imitar la fe de los hombres fieles. Eso es lo que se indica en las Escrituras (1 Corintios 4:16, 11:1; Filipenses 4:9). Tenemos que vivir una vida digna de imitación y encontrar aquellos que son dignos de imitar. El autor de Hebreos nos recuerda que debemos ser “imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas” (Hebreos 6:12). Eso es una aplicación de Daniel 6, pero no es el punto principal.

• El punto principal de Daniel 6 no es la fe de Daniel.

Esa es otra aplicación que tenemos derecho a sacar de esta gran narrativa y ese es el aspecto que se destaca en Hebreos 11. En ese capítulo, conocido como el salón de la fama de la fe, leemos de hombres “que por fe conquistaron reinos, realizaron actos de justicia, alcanzaron promesas, taparon bocas de leones” (Hebreos 11:33). Daniel es un modelo de fe fuerte y firme en Dios. No hay duda de que podemos aprender a confiar en Dios de Daniel, pero una vez más que no es el punto principal.

• El punto principal de Daniel 6 no es la valentía de Daniel.

El VeggieTales de Daniel nos ayuda a responder a la pregunta: “¿Dónde está Dios cuando estoy asustado?” ¿Es Daniel un ejemplo de valor? Ya lo creo que lo es. En Daniel 6:10, después de haber aprendido sobre el decreto del rey, su primer acto fue a orar. Si eso no es una voluntad de hierro, no sé lo que es.

Todas estas son lecciones que podemos aprender de Daniel 6, pero si perdemos el punto al final de la historia ¡estamos perdiendo el punto principal! ¿Qué fue lo que impactó al Rey Darío mientras se alejaba del foso de los leones? ¿Qué palabras registró Daniel, como una conclusión adecuada a este capítulo? ¿Qué se supone que debemos sacar de este relato? Escuche esto...

“Entonces el rey Darío escribió a todos los pueblos, naciones y lenguas que habitan en toda la tierra: Paz os sea multiplicada. De parte mía es puesta esta ordenanza: Que en todo el dominio de mi reino todos teman y tiemblen ante la presencia del Dios de Daniel; porque él es el Dios viviente y permanece por todos los siglos, y su reino no será jamás destruido, y su dominio perdurará hasta el fin” (Daniel 6:25-26).

• El punto principal de Daniel 6 es el Dios de Daniel!

Ese es el punto principal por el que Darío se alejó de la cueva, y eso es el punto principal que Daniel quiere al alejarnos de este capítulo. La gran impresión sobre Darío no era el ejemplo de Daniel, la fe de Daniel o el valor de Daniel, sino más bien el Dios soberano a quien Daniel servía.¿Teme y tiembla usted ante un Dios soberano? ¿Es eso lo que se suele pensar cuando piensa en Daniel y el foso de los leones? Estoy a favor de ayudar a los niños a dormir bien por la noche, pero no vamos a estar satisfechos con la respuesta a la pregunta “¿Dónde está Dios cuando tengo miedo?” Vamos a hacer la pregunta más importante: “¿Quién le teme a mi Dios?”