¿Son Llamados los Cristianos Al Pacifismo?
Por Jesse Johnson
Hace unas semanas un lector nos preguntó si podía abordar el tema del pacifismo. Es decir, estamos los cristianos llamados a ser pacifistas?
Estoy seguro de que han escuchado el argumento: Jesús no manejó una espada, por tampoco nosotros debemos hacerlo. ¿Recuerda que una vez Jesús anuló a los malhechores con una daga?. Eso es porque no sucedió. Si Jesús es la encarnación de la ética de la justicia y del amor de Dios, nosotros debemos seguir sus pasos. El no utilizó la fuerza física para impedir el mal por lo que tampoco debemos hacerlo nosotros.
Pero yo no lo compré. Creo que los cristianos son a menudo llamados a utilizar la fuerza física, y de vez en cuando llamados a usar la fuerza, incluso mortal, y que hay circunstancias que así lo requieren. No acepto el argumento del pacifista, y no es simplemente porque me he dado cuenta de la ironía de que la gente es a menudo hostil en su defensa del pacifismo. Aquí están cinco razones por las que el pacifismo no es un enfoque bíblico a la ética:
1) Dios ordenó el mundo de tal manera que el castigo físico y letal para cierto pecado es una forma de gracia. En Génesis 9:6 Dios ordena que los asesinos deban ser ejecutados. Esto requiere que los que temen a Dios obedezcan su mandamiento, y trabajen en conformidad con la ley de la tierra para ejecutar aquellos que habían derramado sangre inocente. Jesús reafirmó este principio en el Nuevo Testamento cuando reprendió a Pedro, diciendo: “Vuelve tu espada a su sitio, porque todos los que tomen la espada, a espada perecerán.” (Mateo 26:52). Es evidente que esta es una forma de gracia común, ya que actúa como un freno a la delincuencia y es una protección para la vida humana.
2) Los cristianos deben llevar la espada porque amamos a nuestro prójimo. Hay una jerarquía de amor. Amamos a Dios. Amamos a nuestras esposas, seguidas por nuestras familias. Amamos nuestra iglesia. Amamos a nuestros vecinos. Amamos a nuestros enemigos. Pero si el enemigo ataca a nuestro prójimo, es nuestro deber (por amor a nuestro prójimo) intervenir y proteger la vida inocente. He oído a algunos afirman que no se debe proteger a tu prójimo por amor a tu enemigo. Ese punto de vista es, irónicamente, ¡falto de amor! Si una persona inocente está en peligro, por amor buscamos suprimir ese peligro.
3) Juan el Bautista validó el papel del converso en el ejército. Cuando los soldados se arrepintieron de sus pecados y le preguntaron a Juan cómo se debe vivir a continuación, la respuesta de Juan fue, en esencia, “ser un soldado justo” (Lucas 3:14). Claramente, los soldados portan armas. Lo que se suele pasar por alto en este pasaje, sin embargo, es que Juan también esta separando el servicio militar de la ética y la nobleza del país al que sirve. Es poco probable que Juan estuviese validando la integridad moral de los líderes romanos, ni respaldando la ocupación romana forzada de Israel. Esto es, probablemente, por qué los soldados estaban confundidos, para empezar con esto, se preguntaban cómo, a la luz de su arrepentimiento, debían ellos relacionarse al ejército romano. La respuesta de Juan fue quedarse como un soldado, pero a nivel individual actuar con justicia.
4) Los gobiernos provienen de Dios (Juan 19:11). Esto no quiere decir que siempre hacen lo correcto, sino que su autoridad para actuar se basa en la voluntad de Dios. Es por eso que Pablo puede decir “es servidor de Dios para tu bien.” (Romanos 13:4). Pablo conecta inmediatamente eso, al esgrimir fuerza física: “El gobierno es el siervo de Dios, un vengador que trae ira sobre el que haga algo malo.” Por cierto, dar a entender que los cristianos no deben tener una parte en la ejecución de una persona, de acuerdo con el Gen. 9:6 y Mat. 25:52 es dar a entender que los cristianos no deberían estar trabajando en el gobierno. Pero no tiene sentido decir que Dios creó a los gobiernos del mundo para controlar el mal, y sin embargo, el pueblo de Dios no debe tener un papel en ese control del mal. Si es cierto, esto indicaría una naturaleza contraria en Dios, que los que le aman y le sirven, no podrían llevar a cabo sus órdenes, porque esos mandamientos pueden ser contrarios a lo que es amar. Esa es una posición complicada que no es compatible con las Escrituras.
5) Hay una diferencia entre la ética individual y corporativa. Si alguien te persigue como un individuo, usted debe poner la otra mejilla (Mateo 5:29). Pero si usted es un agente del gobierno, enviado para castigar a los malhechores, entonces usted tiene el mandato divino de llevar la espada y proteger a quienes están siendo perseguidos. La diferencia se reduce a los motivos, las funciones y la aplicación variante de la ética a situaciones diferentes. Si alguien te agrede como cristiano, usted se aleja. Si alguien agrede a tu vecino, tu lo proteges. Y si usted es un soldado, protege al inocente y castiga al malo. Mientras tanto, todos nosotros estamos llamados a permitir que el gobierno lleva la espada, castigar el mal, y cumplir con las palabras de Cristo: todos los que tomen la espada, a espada perecerán. (Mateo 26:52).
1 comentario:
Bienaventurados los pacificadores (Mat 5.9),Siempre es bueno el equilibrio, no utilizar textos fuera de contexto para usar la fuerza injustificadamente sobre alguien, pero tampoco es bueno tolerar el mal dejando que individuos sin escrúpulos se aprovechen de los menos favorecidos. Buena entrada, bendiciones.
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