El Pecado Quiere Ser Tu Amigo

Tim Challies

Un amigo mío ha estado dirigiendo una clase basada en mi libro La siguiente historia [The Next Story]. Él me escribió un par de días para decir que él se estaba preparando para enseñar sobre "La Privacidad y la Visibilidad", dos áreas en el mundo digital que ha traído consigo una gran transformación en nuestras vidas. Justo antes de ir a enseñar la clase, se encontró con una triste historia de otro pastor que ha destruido su ministerio por seguir a su lujuria. Era una ilustración punzante de las nuevas realidades en este nuevo mundo. También fue un ejemplo de algo que trasciende el mundo digital.

Hasta el martes, Jack Schaap fue pastor de la Primera Iglesia Bautista de Hammond, en las afueras de Chicago. La Primera Iglesia Bautista es la iglesia más grande en el estado con algo así como 15.000 personas que asisten a cada domingo. El Pastorado de Schapp llegó a un final abrupto y vergonzoso el martes.

Jack Schaap había dejado su teléfono celular en el púlpito y un diácono que lo ha visto en el púlpito y lo había recogido para regresárselo a él,” Trisha Kee, que mantiene un grupo de Facebook para los ex-feligreses, de la estación. “Por lo que entiendo, el diácono entonces vio un texto viniendo a través de una adolescente en la iglesia, y era una foto de Jack Schaap y esta chica besándose.

Los oficiales de la iglesia anunciaron que lo habían despedido por “un pecado que le había causado renunciar a su derecho a ser nuestro pastor.” Schapp desde entonces ha confesado que estuvo involucrado en un romance con una chica de dieciséis años que había venido a él para recibir consejería.

Lo que me llamo la atención a mí en esta historia no es tanto que Schapp se aprovechó de una joven, que abusó de su posición de autoridad, o que haya arriesgado su matrimonio por cometer adulterio. Todas estas cosas son terribles, pero, por desgracia, enfermizamente, demasiado común. Hay una larga y creciente historia de hombres que usan el pastorado como un medio para cumplir con sus deseos pecaminosos y egoístas. Lo que me llamo la atención en este caso fue la manera en que el pecado del pastor lo encontró.

El pecado hace tantas promesas. El pecado promete gozo y cumplimiento de promesas. El pecado promete ser tu amigo. La primera vez que conoces a un nuevo amigo usted le revela sólo unas pocas cosas de lo que eres, lo que usted cree, lo que es importante para usted. Pero con el tiempo, si es que la amistad crece, es necesario revelar más de sí mismo y usted necesita abrirse. La amistad surge de la vulnerabilidad de permitir que otra persona vea lo que realmente está por debajo de la cortesía exterior. El pecado le pide que dé un poco más de usted cada vez. Sólo un poco más. Sólo un poco más después de eso. Pero con el tiempo el pecado llega a poseerlo. Llega a conocer todo lo que hay que saber acerca de usted. Y luego te apuñala por la espalda y se ríe con alegría a medida que te deja pulverizado y humillado y destruido. Se ríe mientras su matrimonio se destruye, mientras su iglesia se avergüenza, mientras sus amigos le traicionan. Esa es la clase de amigo que es.

¿Puede ver al pecado teniendo la última risa aquí? Schaap no tenía que dejar su teléfono en el púlpito. Un diácono no tenía que encontrarlo. Esa chica no tenia que enviar un mensaje de texto en ese momento. El mensaje no tenia que contener nada explícito. El diácono no tenia que ser un hombre de integridad que lo haría conocer al resto de la iglesia. Ninguna de estas cosas tenía que suceder en la manera en que sucedió. Sin embargo, eso es exactamente cómo se desarrolló. El diácono levantó el teléfono y miró como el mensaje se presentó y vio la imagen del pastor y la muchacha. Y el pecado estalló en carcajadas. El pecado se alegró cuando su amigo fue expuesto como un hipócrita, un adúltero, un fraude. El pecado tuvo la última risa.

Esto es lo que hace el pecado. Esto es lo que es el pecado. El pecado es el amigo que es mucho peor que cualquier enemigo.

(Apéndice: Aquí es donde el anillo de Tolkien es una poderosa ilustración del pecado desde el momento en que una persona se pone el anillo en su dedo, el anillo estará dominándolo y destruyéndolo. El anillo tiene una mente propia, una mente.. que está empeñada en la destrucción. El anillo estará satisfecho sólo cuando se ha asegurado de que el Portador del Anillo sea vencido, abrumado y destruido. Todas sus promesas simplemente conducen a una especie de esclavitud mayor que conduce hacia la muerte.)