¿Existe Alguien Suficientemente Piadoso Para Ser un Pastor?
Por David Harvey
Cuando se trata de evaluar el llamado al ministerio pastoral, la primera pregunta que un hombre tiene que hacer es: ¿Soy piadoso?
Los requisitos morales para un pastor se detallan claramente en 1 Timoteo 1: 3-7, que dice:
1 Palabra fiel es ésta: Si alguno aspira al cargo de obispo, buena obra desea hacer. 2 Un obispo debe ser, pues, irreprochable, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, de conducta decorosa, hospitalario, apto para enseñar, 3 no dado a la bebida, no pendenciero, sino amable, no contencioso, no avaricioso. 4 Que gobierne bien su casa, teniendo a sus hijos sujetos con toda dignidad 5 (pues si un hombre no sabe cómo gobernar su propia casa, ¿cómo podrá cuidar de la iglesia de Dios?); 6 no un recién convertido, no sea que se envanezca y caiga en la condenación en que cayó el[d] diablo. 7 Debe gozar también de una buena reputación entre los de afuera de la iglesia, para que no caiga en descrédito y en el lazo del diablo..
Si eres como la mayoría de los chicos, esta lista de cualidades puede parecer estar lejos de su alcance. A primera vista, este pasaje, junto con el pasaje en Tito 1, parece echar fuera al individuo promedio!¿Quién puede vivir de acuerdo con estos requisitos?
Aquí hay dos cosas a tener en cuenta cuando se piensa en este pasaje. En primer lugar, la mayoría de las cualidades enumeradas en estos pasajes son en realidad ordenadas a todos los creyentes en alguna manera. Todos los cristianos están llamados a ser “sobrio, prudente, de conducta decorosa, hospitalario,” y, “no dado a la bebida, no pendenciero, sino amable, no contencioso, no avaricioso;” y “Que gobierne bien su casa” “teniendo a sus hijos sujetos con toda dignidad.” No es que los pastores y los ancianos no pueden emborracharse, mientras que otros creyentes son libres de beber cerveza como chicos de fraternidad!
Aquí está mi punto: el hombre llamado al ministerio no es una especie de súper cristiano que vive por un código superior. Simplemente un hombre llamado con dones que le permiten a él dirigir al pueblo de Dios y con una gracia que le capacita para ser un ejemplo.
La segunda cosa acerca de estos pasajes es que los hombres llamados pueden acercarse a estos pasajes como una norma inflexible que demanda conformidad y castiga la desobediencia. Si usted se siente de esa manera sobre estos pasajes, es necesario entender algo muy importante: el llamado de Dios sobre el hombre le da la gracia necesaria para la piedad necesaria.
Permítanme explicar esto un poco más. En 1 Timoteo 3 y Tito 1, vemos evidencias extraordinarias de la actividad de Dios precediendo cualquier sentido claro del llamado. Pero considere el uso de Pablo de la frase "debe ser" en 1 Timoteo 3:2. El anciano debe ser intachable, sobrio, con dominio propio, respetable, etc. El tiempo presente corre a lo largo de toda la lista. Pablo no es la afirmando una lista de objetivos a alcanzar. Más bien, él está hablando de cualidades que ya están presentes. Son condiciones previas para un anciano, no los resultados que finalmente se esperan.
Entonces, ¿qué quiere decir esto? Esto significa que la gracia de Dios opera en ciertos hombres para producir un cierto tipo de vida. La identificación de un hombre llamado principalmente tiene que ver con la observación de la gracia que actúa ya en la vida de un hombre. La gracia brillando a través de un hombre es un indicador de que es llamado.
¿Puede alguien vivir de acuerdo con las requisitos del ministerio pastoral? Sí, porque el llamado de Dios le concede gracia. Si usted es llamado, puede estar seguro de que Dios ya ha comenzado a obrar en usted.
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