Toc, toc. (1a. Parte)
Por Clint Archer
“Toc, toc.”
“¿Quién está ahí?” Viene la respuesta pavloviano. Pero en lugar de una respuesta ingeniosa, me encontré con una pregunta que suena ensayado: “¿Tienes tiempo para hablar con nosotros sobre el futuro?”
Una petición bastante intrigante. ¿Corredor de seguros de vida? ¿Adivino? ¿Escatólogo? Abrí la puerta y fui abordado por los rostros sonrientes brillantes de dos hombres de mediana edad, en trajes baratos negros, cada uno con un libro. No vendedores-per se. Querían hablar conmigo acerca de Jehová. Confesé en tono de disculpa que yo ya creía en Dios, y no sería persuadido. En lugar de un rechazo cortés, tomaron eso como una invitación a seguir haciendo proselitismo: “Yo también,” dijo uno de ellos, sonriendo.
“Oh, quiero decir que creo en el Dios de la Biblia,” le aclaré.
“Yo también.”
“No, quiero decir que creo en Jesús.”
“Yo también.”
“Quiero decir que creo que Jesús es el Hijo de Dios.”
“Yo también.”
Ok, es hora de volver al entrenamiento de seminario aquí.
“Creo que Jesucristo es el eterno, no creado y pre-existente Dios, encarnado en la segunda persona de la Trinidad, co-iguales en esencia con Dios el Padre y Dios el Espíritu Santo,” lo recité de un jalón, agradecido por ese examen sobre credos que estudié con ahínco en Teología básica. Sé que dejé fuera cerca de seis puntos, pero yo estaba seguro de que este pedazo de munición sería suficiente para detener el grifo goteante de “yo también.”
Silencio ... se reagrupan... me siento agrandado (sólo interiormente, claro).
Pensé que los había dejado perplejos. Pero entonces, como una ametralladora vino una ráfaga de fuego rápido de réplicas de las que no estaba preparado:
“La doctrina que usted articula está en un error muy común, no se enseña en la Biblia, sino que en realidad fue un desarrollo posterior que surgió de los primeros cristianos mientras los seguidores añadieron deidad a la naturaleza de Cristo con el fin de proteger sus enseñanzas y prolongar su influencia y la Biblia nunca usa la palabra Trinidad, la Biblia nunca postula que Jesús es Dios, y en ninguna parte de la Biblia jamás afirma Jesús ser Dios.”
Ahora me reagrupo, y ellos se sienten agrandados interiormente (presumiblemente).
¿Sabe cómo se queda paralizado en esos momentos? Todas sus lecciones de escuela dominical se evaporan de su banco de memoria, y de repente se aferra a algo de fe en algún lugar de usted, pero usted tiene que admitir honestamente que no sabe por qué cree lo que cree. Usted acaba de saber que los Testigos de Jehová son una secta, y su pastor tiene razón sobre la mayor parte de las cosas importantes, por lo que seguramente la Trinidad es una de esas cosas.
Pero como cristianos, todos debemos estar preparados con una defensa de la esperanza que hay en nosotros (1 Pedro 3:15).
Por lo tanto, admito que fui sacudido por las acusaciones ensayadas de los testigos de Jehová sobre la falta de autenticidad de las afirmaciones bíblicas a la deidad de Cristo. ¿Sabe cuando alguien le pide su número de móvil y se queda en blanco? (O ¿Seré el único a quien estas cosas le pasan?) Este artículo pretende lograr obtener algunos recursos para almacenar en su memoria.
El decir que creen en lo que usted cree, pero ellos siguen tratando de convertirte a la fe de ellos. ¿Se imagina un Supremacista Blanco neo nazi decirle a un hombre Negro, “esencialmente, usted y yo creemos lo mismo”? Bueno, bienvenido al TJ MO.
Para que conste: Testigos de Jehová y los cristianos no creen lo mismo.
No estamos de acuerdo sobre el aspecto más importante del cristianismo, es decir, Cristo Jesús.
Juan 1:1-3 dice: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Él estaba en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que es hecho, fue hecho.”
Pero los testigos de Jehová enseñan ...
Las Escrituras hablan del Hijo de Dios, la Palabra, como ‘un dios.’ Él es un “dios poderoso”, pero no el Dios Todopoderoso, que es Jehová, (La Verdad os Hará Libres, y WTBib&TtracSoc 1943, pg 47).
Por cierto, “las verdaderas Escrituras” se refiere a su propia versión griega personalizada, que CT Russell (quien no sabía lo suficiente griego para completar el alfabeto en un caso judicial) gratuitamente edita al cambiar el texto de Juan 1:1 para leerse “era un dios” en lugar de “era Dios.”
Esta teoría de conspiración de los Testigos de Jehová no es única a los devotos entrenados. Es una noción popular que se ha colado como una tijereta en Hollywood. Una oferta de la pantalla amplia, que más abiertamente expresó esta idea fue “El Código Da Vinci.”
El autor, Dan Brown, (quien no afirma ninguna credencial teológica) en el Código Da Vinci (2003) predica esta idea con entusiasmo. En entrevistas admitió que creía que sus hechos son históricamente exactos, y no tenía la intención de ser parte de la ficción. La historia es un vehículo para la doctrina. Y lo que vehículo de primera clase es, una verdadera limusina impresionante de idas y venidas entre la ficción y la historia, a veces con tanta discreción que deja lógicamente fatigado y confundido en cuanto a qué parte se postula como un hecho y que como ficción.
Brown afirma que Jesús no era Dios, sino que la Deidad de Cristo fue un invento de los primeros discípulos (machistas, homofóbicos, megalomaníacos). Él coloca su doctrina serpentina en la boca de un personaje obstinado pero elocuente, un tal señor Teabing:
La Iglesia necesitaba convencer al mundo de que el mortal profeta Jesús era un ser divino. Por lo tanto cualquier evangelio que describe aspectos de la vida terrenal de Jesús tuvieron que ser omitidos de la Biblia. "(Dan Brown, El Código Da Vinci, 2 003, página 328).
Entonces, ¿cómo responder? ¿Cuál es el clip de balas de plata que necesitamos haber cerrado y cargado para una respuesta convincente? Sintonice el lunes de la próxima semana por la Parte Dos.
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