Eso no Es Jesús Llamándote
Por Jeremiah Johnson
Por ahora es poco probable que usted no haya escuchado hablar de Jesús te Llama. Ese libro –un devocional diario de Sarah Young – ha vendido más de 15 millones de copias, junto con varias secuelas, libros de cuentos para niños, y aplicaciones móviles. Hoy en día el mundo cristiano está completamente saturado con los escritos de Young, ya que su pequeño devocional se ha disparado en un éxito fenomenal.
Sin embargo, yo no diría que es un éxito sin precedentes. Los editores cristianos tienen éxito en la creación de este tipo de modas. Al igual que sus predecesores La Oración de Jabes y la Vida con Propósito, Jesús te Llama ha logrado encontrar el punto dulce de atracción para las masas: antropocentrismo.
En el caso de Jesús te Llama, las entradas devocionales se presentan como las propias palabras de Cristo, es Él hablando palabras de aliento y esperanza directamente al lector. Así es como Youg explica en su introducción:
Lo he escrito desde el punto de vista de Jesús, para ayudar a los lectores sentirse conectados de manera más personal con Él. Así que la primera persona del singular ( “Yo,” “Mí,” “Mis,”) siempre se refiere a Cristo; “Tú” se refiere a usted, el lector [1] Sarah Young, Jesus Calling (Nashville: Thomas Nelson, 2004), xiv.
Young da marcha atrás contra la idea de que su libro es inspirado. Sin embargo, esta distinción parece ser nada más que una fachada semántica. Así es como describe su proceso de escritura:
Al año siguiente, empecé a preguntarme si podía cambiar mis tiempos de oración de monólogo a diálogo. Yo había estado escribiendo diarios de oración durante años, pero esto era una comunicación unidireccional: Era yo la que siempre hablaba. Cada vez más, deseaba escuchar lo que Dios tenía que decirme personalmente en un día determinado. Decidí a "escuchar" con pluma en mano, anotando todo lo que “escuchaba” en mi mente. [2] Jesus Calling , xii.
Sólo Young entiende el equilibrio que está tratando de encontrar entre la revelación divina y su propia imaginación. En ese sentido, sus libros tienen mucho en común con la profecía moderna –Se nos dice que creamos que son las palabras de Dios sin asignarles la autoridad de la Palabra de Dios.
Y ya sea que se trate de la lectura diaria de Jesús Te Llama, un estallido de lenguas, o una revelación personal del Señor, hay un tema que está ganando influencia constante y preocupante en la iglesia de hoy: La Biblia no es suficiente.
En una versión anterior, no revisada de Jesús te Llama, Young dejó ese punto muy claro.
Yo sabía que Dios se comunicaba conmigo a través de la Biblia, pero yo anhelaba más. Cada vez más, quería escuchar lo que Dios tenía que decirme a mí personalmente en un día determinado (énfasis nuestro). [3] Jesus Calling , xii.
Este deseo de escuchar personalmente del Señor no es nada nuevo a la iglesia, pero puede estar disfrutando de una aceptación sin precedentes entre el pueblo de Dios. Últimamente escucho frases como "El Señor me dijo," "Dios me reveló," y "oí decir a Dios" en una amplia variedad de ministerios cristianos –que ya no es territorio exclusivo de la iglesia carismática.
La verdad es que Dios ya ha dicho todo lo que quería decirnos a nosotros, Su Palabra lo deja claro. “Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, equipado para toda buena obra.” (2 Timoteo 3:16-17). La Biblia que tenemos no es ni incompleta ni inadecuada, ya tenemos toda la revelación que necesitamos de Dios. Como nuestro buen amigo Justin Peters dice: “Si usted quiere oír hablar a Dios, lea la Biblia. Si desea escucharlo hablar en voz alta, léala en voz alta.”
Voy a admitir, que no entiendo completamente este deseo de recibir mensajes personales de parte del Señor. Me basta ser un estudiante de la Biblia para saber que si escuchara de verdad la voz audible de Dios, es probable que caería sobre mis pies, o peor (cf. Mateo 17: 5-6; Juan 18: 6).
En lugar de buscar revelación especial del Señor, tenemos que volver a comprometernos con la suficiencia y la autoridad de lo que ya ha dicho. Por otra parte, debemos tener en cuenta el cuidado especial que el Señor tomó en el registro y la preservación de Su Palabra. Como el apóstol Pedro escribió: "Ninguna profecía de la Escritura es asunto de interpretación personal, pues ninguna profecía fue traída por un acto de voluntad humana, sino que hombres inspirados por el Espíritu Santo hablaron de parte de Dios" (2 Pedro 1: 20- 21).
Con respecto a ese pasaje, John MacArthur escribe:
Por el contrario, la verdadera profecía no viene a la mente a través de la intuición psíquica o el misticismo de la Nueva Era, y no se discierne por conjeturas. . . . . . . Quienes equiparan sus propias impresiones personales, imaginación e intuición con la revelación divina ha errado en gran medida [4] John MacArthur, Strange Fire (Nashville: Thomas Nelson, 2013), 128.
El gran peligro de libros como Jesús te Llama es que abren una brecha entre el pueblo de Dios y su Palabra, animándoles a mirar más allá del alcance de la Escritura por palabras adicionales de parte del Señor. En términos simples, devalúan la Biblia y elevan las experiencias emocionales y las voces imaginarias al nivel de la autoridad divina. Y cuando todo lo que escucha o cree que podría ser el Señor hablando, usted se deja abierto a todo tipo de herejías y mentiras satánicas.
El pueblo de Dios necesita preocuparse de cualquier persona que asuma hablar por El. Necesitamos defender la autoridad de su palabra contra todos los farsantes. Y necesitamos ayudar pastoreando a otros creyentes para alejarlos del deseo popular de revelación especial y llevarles de nuevo a la toda suficiente Palabra de Dios.
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Disponible en línea en: http://www.gty.org/resources/Blog/B161024
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