Cómo Pudiera Dar Vida Eterna La Ley
Por Alva J. McClain
1. Hipotéticamente, la ley pudiera dar vida si los hombres la guardaran. Está escrito en Levítico 18:5, "Por tanto, guardaréis mis estatutos y mis ordenanzas, los cuales haciendo el hombre, vivirá en ellos. Yo Jehová". La misma idea se repite en Ezequiel, "Y les di mis estatutos, y les hice conocer mis decretos, por los cuales el hombre que los cumpliere vivirá" (Ez 20:11, 13, 21). Sin discutir, nuestro Señor Jesús tenía en mente el mismo fundamento cuando dijo al joven rico, quien estaba buscando la vida eterna por medio de las obras, "si quieres entrar en la vida; guarda los mandamientos" (Mt 19:17b). Y estos "mandamientos" se sacaron de la ley mosaica. El apóstol Pablo da un resumen, "Porque de la justicia que es por la ley Moisés escribe así: El hombre que haga estas cosas, vivirá por ellas" (Ro 10:5).
2. Pero la ley tenía que ser perfectamente guardada. En primer lugar incluía la ley completa: "Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para hacerlas" (Gá. 3:10). Esta obediencia no podía fallar en ningún punto, aunque fuere tan pequeño, "Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos" (Stg. 2:10).
Además, la obediencia perfecta a la ley incluía tanto la actitud del corazón como la acción, tanto el pensamiento como el hecho (Mt 5:28). Aquí, surge la cuestión, ¿no hizo la ley provisión por no guardarla? La respuesta es: Sí, en cierto sentido, por el rito de los sacrificios de los animales. Pero, hay que recordar con mucho cuidado dos cosas: primero, la más pequeña infracción significaba que la ley había sido quebrantada. Segundo, la sangre de los animales jamás quitaría los pecados. Ciertamente, el sacrificio ordenado por la ley daba testimonio de una manera de salvarse, pero ésta estaba completamente afuera y separada de la ley (Ro 3:21).
3. Ni un hombre (excepto Cristo) ha guardado la ley en su sentido completo. Se nos dice que, "el pecado es infracción de la ley" y de Cristo, "no hay pecado en él" (1Jn 3:4-5). Pero en cuanto a la humanidad es cierto que "todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios" (Ro 3:23). Este es el testimonio de las Escrituras desde el Génesis hasta el Apocalipsis.
4. Realmente, entonces, la ley no puede salvar a ningún pecador. Sobre este punto el testimonio de la Biblia es muy amplio y unido. "Por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él" (Ro 3:20). "Y que de todo aquello de que por la ley de Moisés no pudisteis ser justificados, en él es justificado todo aquel que cree" (Hechos 13:39). "Y que por la ley ninguno se justifica para con Dios, es evidente, porque: El justo por la fe vivirá" (Gá. 3:11).
Tan importante es esta verdad, que el Espíritu Santo la repite tres veces en solamente un versículo en Gálatas. "El hombre no es justificado por las obras de la ley . . . no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado" (Gá. 2:16). La realidad de este hecho debe quedar muy claro a todos a través del Calvario, "pues si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo" (Gá. 2:21).
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