Encontrando a Dios en la Oscuridad
Por Derek Thomas
Cuatro veces en Génesis 39 leemos que Dios estaba con José (39: 2-3, 21, 23). Las declaraciones forman un conjunto de pilares en cada extremo de la historia de la experiencia inicial de José en Egipto. Por un extremo, vienen al comienzo de la historia después de que José había sido vendido por los ismaelitas a Potifar, "capitán de la guardia" del faraón (39: 1). El punto de la descripción es demostrar a nosotros que la presencia de Dios "prosperó" a José (39: 2). Él era un "hombre de éxito" (39: 2), porque "el Señor estaba con él" (39: 3). William Tyndale lo tradujo, "el Señor estaba con José y él era un hombre de suerte!" El punto es que la presencia de Dios en la vida de José le prosperó. Él fue puesto a cargo de toda la casa de Potifar confiándole todo lo que tenía a José. Dios estaba allí, en los buenos tiempos.. Es cierto que era un esclavo, pero la vida era buena.
Es relativamente fácil pensar que cuando las cosas van bien que esto representa las bendiciones de Dios. La mayoría de nosotros caemos en ello por defecto: las cosas van bien y damos gracias a Dios porque “toda buena dádiva y todo don perfecto viene de lo alto.” Contamos nuestras bendiciones y las nombramos una por una. En la abundancia de la provisión y seguridad de una vida donde las cosas van bien para nosotros, es razonable concluir que Dios está en medio de todo esto.
Pero Moisés, al escribir el relato de José, tiene una teología más profunda que eso. Mientras se desarrolla la historia, las cosas de repente, y sin previo aviso, se ponen mal. José se encuentra como víctima de una falsa acusación de asalto sexual, violación, si usted quiere. Es un escenario de pesadilla donde se nos dice inequívocamente que él es completamente inocente. Pero acusar a alguien de violación, y algunos están obligados a creerlo no importa qué tan fuerte se proteste. José no tiene ningún recurso a la ley. “El infierno no tiene furia como una mujer despreciada", escribió William Congreve en The Mourning Bride (1697), y la esposa de Potifar, una mujer despechada sin duda, reclama, y, como es comprensible, el marido tiene un solo curso de acción a su disposición : José es encarcelado. El hecho es que fue puesto en la "prisión del Rey" (39:20), ciertamente no es la peor penitenciaria egipcia, probablemente indica que Potifar bien pudo haber dudado de la integridad de su esposa.
¿Ahora que? Cuando las cosas se vuelven repentinamente oscuras, ¿Qué debemos pensar de las promesas de Dios a Sus hijos? Una cosa es razonar que Dios está con nosotros cuando las cosas van bien. Otra cosa es concluir la misma cosa cuando las cosas van mal.. Y, sin embargo, esto es precisamente lo que hace Moisés. José "estaba allí en la cárcel", pero " Mas el Señor estaba con José y le extendió su misericordia, y le concedió gracia ante los ojos del jefe de la cárcel. … el Señor estaba con él, y todo lo que él emprendía, el Señor lo hacía prosperar.” (Génesis 39: 20-21, 23).. ¡El mismo lenguaje que antes! Dios estaba con José en los malos momentos, así como los buenos tiempos.
Vale la pena reflexionar sobre lo que esto significa. Podríamos haber esperado que José pensara que porque las cosas se habían vuelto peor, Dios seguramente debía estar en contra de él. Es natural para nosotros suponer que las cosas malas son indicativos de castigo. “¿Qué he hecho para merecer esto?", Preguntamos. Las falsas acusaciones hechas contra José serían entonces un ejemplo de retribución inmediata. Dios le estaba castigando por algo que había hecho. Esto era exactamente el razonamiento de los amigos de Job. Sólo tenían una canción (Calvin dijo en un sermón sobre Job), y cantaron a la muerte! Y, porque creemos en el castigo divino, esto a veces es el caso. Pablo parece estar diciendo lo mismo cuando comenta sobre la razón por la cual algunos de los corintios estaban enfermos y moribundos (1 Cor. 11:29-30). Pero esa conclusión no es necesaria, y en este caso sería una completamente falsa. El sufrimiento externo no es necesariamente un indicador de que Dios está en contra de nosotros.
Lo que José no sabía, pero lo que el final de la historia en Génesis 50 deja en claro, es que Dios tenía un propósito en mente al colocarlo en la cárcel. Él sería el hombre adecuado en el lugar correcto cuando el faraón perdería el sueño debido a un sueño recurrente. Dios tendría al intérprete del sueño allí a la mano en la propia prisión del rey, después de haber ejercido su don entre los ex mayordomos del faraón y el panadero (que también están en la cárcel). Dios está tejiendo un plan, que en su macrocosmos dará lugar al resurgimiento de José, para el liderazgo y el rescate de esta familia de pacto de la hambruna que acontecería a su tierra natal. El encarcelamiento de José es parte del desarrollo de un mayor plan de redención en las páginas de la historia.
Dios se mueve de una manera misteriosa;
Con maravillas obra;
Él planta sus pasos en el mar,
Y cabalga sobre la tormenta.
—William Cowper, 1774
Con maravillas obra;
Él planta sus pasos en el mar,
Y cabalga sobre la tormenta.
—William Cowper, 1774
Sólo la fe en la "misericordia" de Dios hacia los Suyos (Génesis 39:21) razonará de esta manera. Pero es el camino de la fe razonar precisamente de esta manera. No importa cuán oscuro se encuentre el camino, hay una razón para ello. Puede que no la sepan; pero eso no es importante. Lo importante es esto: ¡Él si la sabe!
No hay comentarios:
Publicar un comentario